El cine LGBTI+ se deja querer
Salir al cine
Desde mañana viernes hasta el próximo 26 de marzo, el XIX Festival Andalesgai desembarca en las salas de Cinesur MK2 Nervión y Cicus con una interesante programación de largos, cortos y documentales
Diecinueve ediciones avalan ya a Andalesgai – Festival de Cine LGBTI de Andalucía como el evento de referencia en nuestra región dedicado a la difusión del cine protagonizado por personas “lesbianas, gais, bisexuales, trans, intersexuales o no binarias”, un festival en cuyas bases fundacionales se incluye el fomento de la “empatía emocional” y el conocimiento de la realidad de estos colectivos como manera de visibilizar, educar, normalizar y corregir las inercias discriminatorias.
Organizado por la Fundación Triángulo Andalucía, el festival ha ido creciendo en la medida en que se han sumado a su proyecto instituciones como el Icas, el SEFF, el Cicus, el FCAT o el Institut Française, colaboradores de una nueva edición que se celebra en Cinesur MK2 Nervión, Cicus y la propia Fundación desde mañana viernes 17 y hasta el 26 de marzo. Bajo el lema ‘Déjate querer’, esta edición se presenta atractiva y diversa en su programación de títulos recientes del cine español, europeo e internacional, largos, documentales y cortos (agrupados en tres sesiones), y en la celebración de actividades paralelas como el ciclo dedicado al cine queer africano, la entrega de premios a personalidades como Manolita Chen o el concierto de clausura a cargo de La Dani (Sala Custom). Como novedad, el QueerCineLab [.es], un ‘Laboratorio de Ideas de Cine LGBTI’ en el que la Fundación, el Ministerio de Cultura, la UE y los Fondos NextGeneration aportan 30.000 euros en premios al fomento de la producción.
Con todo, es en su programación donde Andalesgai ha ido creciendo en prestigio, solidez y transversalidad y donde las etiquetas, categorías y temáticas específicas son trascendidas por la calidad contrastada de sus títulos. Así, entre los largos de ficción encontramos Close, del belga Lukas Dhont, filme premiado en Cannes y el SEFF y reciente candidato al Oscar que nos trae una delicada historia de iniciación y duelo a propósito de dos adolescentes cuya amistad deriva en una atracción ante los ojos de un entorno heteronormativo. Blue Jean, de Georgia Oakley, película inaugural, nos lleva a la Inglaterra de los ochenta para contar la historia de una profesora homosexual chantajeada por uno de sus alumnos. Parte de su equipo acompañará la proyección y un debate sobre la visibilidad lésbica en el ámbito educativo, algo que también hará Juan Zulueta, director de Unidentified objetcs, peculiar road movie protagonizada por un enano extravagante y misántropo.
Casa Susana, de Sèbastien Lifshitz, autor también del interesante documental Una niña, nos lleva a la Norteamérica de los 50 para descubrir la primera red clandestina de travestis; Lucky, de Denis y Vibert, sigue a Luc Bruyère, un hombre que, pese a haber perdido un brazo, demuestra una enorme pasión por la vida y el arte; la también gala Les meilleures, de Marion Desseigne, cuenta una complicada historia de amor entre jóvenes en el suburbio parisino, y la portuguesa Lobo e cao, de Cláudia Varejao, nos lleva a la isla de Sao Miguel para su historia de amistad queer y revelación. Framing Agnes, del canadiense Chase Joynt, anuda seis historias hasta ahora desconocidas procedentes de los archivos de la Clínica de Género de la UCLA. También desde Canadá llegan Something you said last night, de Luis de Filippis, historia de una joven trans aspirante a escritora que se debate entre su deseo de independencia y la necesidad de que la cuiden, You can live forever, de Slutsky y Watts, sobre una lesbiana en el seno de una comunidad de Testigos de Jehová, y Wildhood, de Bretten Hannam, sobre una adolescente rebelde que huye de casa para buscar a su madre biológica y reclamar su herencia india.
La brasileña Marte um aborda el retrato de una familia negra de clase media-baja que intenta mantener el ánimo en los meses que siguen a la elección de Bolsonaro, y la ruandesa Neptune Frost, de Uzeyman y Williams, una cinta que ha conseguido colarse en numerosas listas con lo mejor de 2022, se propone como un bizarro y lisérgico ‘ciber-musical’ ambientado en un campamento de desechos electrónicos protagonizado por un fugitivo intersexual y un minero de coltán guiados por un sueño común. La también africana Rafiki, de Wanuri Kahiu, da visibilidad a una relación entre dos mujeres, hijas de dos representantes políticos en plena campaña electoral, en el conservador ambiente social keniata.
El cine español también tiene cabida con dos títulos independientes destacados de la pasada temporada, la rohmerianaLa amiga de mi amiga, de Zaida Carmina, y la no menos interesante Mi vacío y yo, de Adrián Silvestre, junto a Tchindas, de García y Serena, un documental que sigue a Tchinda Andrade, la transexual que ha dado nombre a todos los trans de la isla caboverdiana de San Vicente.
> Más información, horarios y precios en https://andalesgai.com/
Temas relacionados
No hay comentarios