El mundo de la fantasía vuelve con ImaginariumColor y nuevos estilos para vestir al hombre

IMAGINARIUM

Tamaño y exclusividad definen el nuevo concepto de la firma Imaginarium, que inaugura nueva tienda en Sevilla. Ubicada en pleno centro de la ciudad, en una de sus grandes vías comerciales, la cadena de juguetes da forma a una antigua casa palacio creando un espacio de más de 450 metros cuadrados que la convierten en la más grande en Andalucía.

La nueva tienda, que abrirá al público a partir de mañana, incluirá una amplia exposición de juegos y juguetes de 0 a 10 años, así como nuevos espacios dedicados al niño distribuidos en dos plantas.

Imaginarium ha querido conservar la arquitectura del edificio e incorporar el patio andaluz de la antigua casa en su interior, para que pequeños y mayores recorran, disfruten y compartan el tiempo en familia.

Un nuevo formato exclusivo y que, por el momento, tan sólo está presente en la tienda de la calle Serrano, en Madrid. De este modo, la compañía mantiene sus puntos de venta habituales y los combina con este gran espacio donde prima un concepto más innovador y de mayor interacción con el cliente.

Tiendas con más amplitud y más atractivas. Dos plantas con ocho espacios completamente dedicados al mundo infantil, en las que se podrán encontrar accesorios de puericultura y productos para el aseo, descanso y alimentación del bebé. Todo ello con un trato personalizado y el asesoramiento de sus empleados.

Acorde con su línea más didáctica, se dedicará un espacio para la nueva librería internacional, donde los pequeños se transportarán a un entorno mágico que reúne una selección de títulos infantiles en diferentes lenguas pensados para dar respuesta a los lectores más exigentes: pre-lectura para los más pequeños, literatura clásica adaptada para niños, juegos de palabras, libros de adivinanzas, de actividades...

Para los nostálgicos se ha conformado el museo del juguete, en el que encontrar una exclusiva selección de juguetes de antaño: antiguos vehículos de carreras, robots, norias y otros artilugios realizados en chapa.

Pupitres, estanterías, sistemas de almacenaje, sillas y adhesivos decorativos para que los niños disfruten de ese pequeño rincón que es su habitación. En alimentación: zumos naturales, purés infantiles, pastas alimenticias y chocolates sin aditivos. Y para aprender la hora qué mejor que de la mano de los hermanos Flik Flak.

El color, la ilusión y la fantasía llenan el nuevo Imaginarium.

CHAQUETA DEL MONO

Un toque divertido y moderno define La Chaqueta del Mono, un espacio lleno de color que busca ofrecer nuevos estilos y, sobre todo, comodidad a la hora de vestir al hombre.

Roza el año de vida y, de momento, es la única tienda con la que cuenta Emilio Ayala, quizás por ese miedo a despersonalizar un proyecto que nació para mostrar nuevas líneas y tendencias que rompieran con el corte tradicional que prima en la moda masculina. "Nosotros viajamos mucho y queremos ofrecer al hombre los colores, las tendencias y las formas que visten hoy día".

Colores atrevidos y muchos estampados en sus camisas y chaquetas que se combinan con el resto de complementos. Pulseras en plata de París, calcetines con motivos divertidos traídos de Londres y una nueva colección de carteras que, en pocas semanas, llegarán de Italia. También firmas americanas y japonesas que dan forma a una línea atrevida y personal.

Música francesa e italiana de los 70 suena en la tienda mientras Consuelo Dorado termina de colocar las últimas prendas. Emilio, que ha bebido del espíritu empresario de su familia, nunca pensó abrir una tienda de moda. "Pero sentía la necesidad de crear un espacio donde el hombre pudiera encontrar algo más, donde el color y las nuevas formas se combinarán por qué no con un traje de corte más clásico".

Fueron unos amigos de Navarra (dueños de la boutique Cocoa) quienes le animaron en su idea de crear este pequeño rincón donde conviven lo clásico y lo moderno, lo serio y lo informal, lo divertido y lo discreto. Características que se reflejan a su vez en su decoración, pues "mientras la entrada es más sobria y sencilla todo el color se concentra en el interior, en las prendas".

Colecciones grandes pero con pocos números aportan ese toque único y propio que busca Emilio, que mantiene un ambiente muy familiar y cercano con sus clientes. Como asegura Consuelo: "Nos conocemos por los nombres". ¿Lo que más demandan? Las camisas. ¿El cliente? De todas las edades porque no sólo la gente joven es atrevida a la hora de vestir. ¿Dónde más explorar? "Iremos a Australia".