¿Sabías que la estructura de madera más grande del mundo está en Sevilla?
Se trata de una construcción que está en el centro de la ciudad pero no todo el mundo sabe que está hecha de este material.
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A pesar de que se trate de una construcción de grandes magnitudes y esté ubicada en un lugar muy céntrico de Sevilla, no todo el mundo que visita el El Metropol Parasol, conocido popularmente como las Setas de la Encarnación, sabe que su estructura está hecha de madera y que se trata, además, del monumento más grande del mundo fabricado con este material.
La estructura de Las Setas de la Encarnación, llamadas así por encontrarse en la plaza del mismo nombre, fue parte del proyecto ganador de un concurso abierto organizado por el Ayuntamiento de Sevilla para llevar a cabo la rehabilitación de dicha plaza. Este lugar de Sevilla había contado, antaño, con un mercado de abastos que fue demolido. De entre las 65 propuestas presentadas el jurado eligió el innovador proyecto Metropol Parasol, diseñado por el arquitecto alemán Jürgen Mayer. Este fue inaugurado el 27 de marzo de 2011 tras seis años de construcción debido a diferentes dificultades.
Esta obra cuenta con 3.500 piezas de madera laminada de abeto finlandés unidas por casi 3.000 nudos y 16 millones de tornillos y tuercas. Tiene una altura de 28,5 metros y unas dimensiones de 150 x 70 metros. La elección de este material para su composición no fue fortuita ya que, además de ofrecer un diseño estético único, se trata de un recurso sostenible.
El diseño de las Setas tomaba como inspiración los ficus centenarios de la Plaza de San Pedro y las bóvedas de la Catedral de Santa María de la Sede de Sevilla. La obra se construyó con la intención de alojar un mercado en su interior, como el que hay en la actualidad, y de que en su parte alta hubiera un gran mirador.
Durante la construcción del Metropol Parasol se descubrieron restos arqueológicos que datan del siglo I al VI, incluyendo mosaicos romanos y vestigios de la época islámica y fue uno de los motivos por los que el proyecto se tuvo que parar. Estos hallazgos se integraron en el Antiquarium, un museo subterráneo que permite a los visitantes viajar en el tiempo y explorar las raíces de la ciudad.
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