Poitier: elegancia y compromiso

Salir al cine

Llega a AppleTV+ un documental sobre Sidney Poitier, la primera estrella negra del cine mundial y figura comprometida con los derechos civiles. Billy Wilder protagoniza un estupendo ciclo de otoño en Cinesur MK2 Nervión.

Una imagen de Sidney Poitier de los años 60.
Una imagen de Sidney Poitier de los años 60.

El pasado 6 de enero de fallecía a los 94 años Sidney Poitier, la primera gran estrella negra del cine mundial, el primer afroamericano en ser nominado (Fugitivos, 1958) y ganar el Oscar al mejor actor protagonista (Los lirios del valle, 1963), hombre de rectos e inquebrantables valores morales e intachable comportamiento público, batallador incansable por los derechos civiles dentro y fuera de la pantalla, modelo y faro para toda la comunidad negra norteamericana, especialmente dentro del mundo del espectáculo, aunque no exento de algunas críticas internas que lo acusaron de interpretar una nueva y complaciente versión del Tío Tom.

Ya por entonces estaba en marcha este documental-homenaje que llega ahora en exclusiva a AppleTV+, un trabajo dirigido por Reginald Hudlin y producido por la todopoderosa Oprah Winfrey, que aparece también emocionada entre los numerosos entrevistados ilustres (Denzel Washington, Morgan Freeman, Spike Lee, Halle Berry, Robert Redford, Barbra Streisand, Quincy Jones o Lenny Kravitz) que reconocen y agradecen su legado, y que recorre la vida y la carrera del actor y comprometido activista desde sus humildes orígenes en las Bahamas hasta sus más recientes condecoraciones por parte de la profesión (un nuevo Oscar honorífico a toda la trayectoria en 2002) o del mismísimo Presidente Obama (Medalla de la Libertad en 2009).

Un trabajo de corte inevitablemente hagiográfico, con generoso material de archivo y formato ágil que tiene su principal valor en los testimonios postreros del propio Poitier, que se revela una vez más como fascinante contador (o fabulador, qué más da) de sí mismo capaz de relatar a cámara, con una voz, una dicción, un sentido del ritmo y una gramática impecables, la historia de su vida y sus principios como si de un gran relato novelesco se tratara.

Da gusto escuchar y observar al viejo y elegante Poitier contando sus andanzas infantiles en Cat Island, su salida adolescente hacia Estados Unidos en busca de prosperidad, su primer y duro encontronazo con una sociedad racista (el episodio en Florida con el KKK resulta especialmente sobrecogedor), su paulatina toma de conciencia política, el recuerdo constante de los principios inculcados por sus padres, sus primeros oficios precarios en Nueva York, el descubrimiento de la interpretación como gran vocación, su llegada al cine de la mano de Mankiewicz (Un rayo de luz, 1950), su insobornable ética profesional por reivindicar papeles que dignificaran y normalizaran a los de su raza, ahí están esos grandes títulos que abrieron sendero como París Blues, Un retazo de azul y la exitosa trilogía consecutiva formada por Rebelión en las aulas, En el calor de la noche y Adivina quién viene a cenar esta noche, las tres de 1967, sus debilidades como esposo y sus virtudes como padre, su amistad, también política y con vaivenes, con Harry Belafonte, su paulatina retirada de la interpretación en los 70, consciente ya del anacronismo de su perfil frente al empuje de la blaxploitation, o su reinvención como director y productor independiente de comedias comerciales de éxito.

Un otoño con Billy Wilder en Cinesur MK2 Nervión

De auténtico acontecimiento cabe hablar cuando un cine comercial se vuelca en la programación de un nutrido ciclo de quien fue y es uno de los más grandes cineastas de todos los tiempos, Billy Wilder (1906-2002), heredero de Lubitsch y la tradición centroeuropea en el exilio norteamericano, guionista antes que fraile, ganador de seis Oscar, maestro esencial de la comedia, director de obras maestras del género como Con faldas y a lo loco (1959), El apartamento (1960) o Uno, dos, tres (1961), pero también efectivísimo y todoterreno director de estudio capaz de firmar (auto)retratos implacables del mundo del cine como El crepúsculo de los dioses (1950), obras clave del cine negro como Perdición (1944) o títulos que no han perdido un ápice de actualidad en su mirada crítica al mundo del periodismo como El gran carnaval (1951).

Todos ellos, también otros como Sabrina (1954), con Audrey Hepburn, Testigo de cargo (1957), con Marlene Dietrich y Charles Laughton, y la deliciosa Irma la dulce (1963) encarnada por Shirley McLaine, se podrán ver los martes de octubre, noviembre y diciembre en las renovadas salas de MK2 Nervión, una oportunidad única para disfrutarlo y redescubrirlo en pantalla grande o darlo a conocer a las nuevas generaciones.

Llega la Fiesta del Cine

Impulsada por la Federación de cines de España, la Federación de Distribuidores y el Ministerio de Cultura, la ‘Fiesta del Cine’ hará posible que los próximos 3, 4, 5 y 6 de octubre, previa inscripción online (fiestadelcine.com), el público pueda acudir al cine a precios más que populares (3,50 euros la entrada), una estupenda iniciativa para celebrar en pantalla grande algunos estrenos recientes de la cartelera y, muy especialmente, el último cine español.

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