Moretti contra la imparcialidad

Salir al cine

En Filmin, el documental ‘Santiago, Italia’, de Nanni Moretti, da voz a los exiliados chilenos en Italia para recordar el golpe de 1973 que truncó la utopía socialista y humanista del gobierno de Allende.

Moretti se enfrenta a un militar chileno para recordarle que él no es imparcial.
Moretti se enfrenta a un militar chileno para recordarle que él no es imparcial.

Puede que no le guste o interese mucho a don Ignacio Camuñas y a otros simpáticos revisionistas (y tergiversadores) de la Historia y la Guerra Civil este documental de Nanni Moretti que llega a España vía Filmin Filminpara reivindicar la voz y la memoria del exilio chileno en Italia, una nueva entrega (no tan menor como algunos afirman) del director de Palombella Rossa, Cario diario, Aprile, Il caimano o Mia madre en su ya veterano y continuado compromiso político con los ideales (también sus contradicciones y renuncias) de la izquierda de raíz marxista y humanista cuando ya pocos cineastas de prestigio se atreven a hacerlo desde sus acomodadas poltronas de autor.

Un documental hasta cierto punto ortodoxo y austero en sus formas (no podía ser de otra manera), pero siempre claro y pedagógico que utiliza el abundante material de archivo de la época y cede generosamente la palabra a los muchos exiliados chilenos que encontraron en la Italia ‘rossa’ de mediados de los 70 un segundo y solidario país de acogida después de salir huyendo del horror, la persecución política y las torturas ordenadas por aquella Junta Militar de Pinochet que destruyó a tiros, bombazos y descargas eléctricas el sueño utópico de una nación de largo arraigo democrático ilusionada con las conquistas civiles y sociales durante el periodo del mandato popular de Salvador Allende entre 1970 y aquel infausto 11 de septiembre de 1973 en el que el Palacio de la Moneda saltó literalmente por los aires con la presión y la connivencia de la CIA, los empresarios, la derecha política y los principales medios de comunicación del país.

Una palabra subjetiva, personal, precisa, elocuente, frontal y en ocasiones emocionada (como la de ese ciudadano ateo confeso que recuerda el importante papel de la iglesia católica chilena y el cardenal Raúl Silva Henríquez en la denuncia de la situación y su posicionamiento del lado del pueblo y el poder legítimo) con la que Moretti reconstruye la cronología de los hechos hasta llegar a esa Embajada Italiana en Santiago de Chile que serviría de plataforma de asilo y salida final del país para todos aquellos que consiguieron saltar su muro bajo de manera clandestina: trabajadores, cineastas (como Miguel Littín, Carmen Castillo o Patricio Guzmán), artistas, emprendedores, periodistas, hombres, mujeres y algunos niños de entonces que relatan hoy, desde la memoria nítida y la nostalgia contenida, un tiempo de ilusiones y vidas truncadas, miedo, terror y crimen organizado que los expulsó de sus hogares.

Una palabra que Moretti cede también a un par de militares presos por sus crímenes de la época, y que revela, en uno de los momentos más poderosos de su documental, cómo la imparcialidad no puede ser nunca el argumento para la re-construcción de la historia desde los discursos ideológicos y un presente enturbiado por la posverdad, las fake news, la propaganda y la justificación de lo injustificable. Esa misma que los Camuñas y sus palmeros de turno empiezan a vocear sin pudor esperando reabrir los anales que los verdaderos historiadores han dejado ya suficientemente claros y documentados.

Un buen fin de semana para asomarse al patio

No puede empezar mejor el fin de semana cinéfilo en el Patio de Diputación. Hoy jueves (siempre a las 22:15h.) se proyecta la que, para la crítica, fue la mejor película del pasado año, esa First Cow de Kelly Reichardt que viaja al corazón profundo de Estados Unidos a principios del siglo XIX para rastrear el origen multicultural de la nación en esa encrucijada de la historia en la que se atisbaba ya la deriva del capitalismo, todo ello observado a ras de suelo, desde los ojos de dos buscavidas y la vaca con la que aspirar a prosperar en sociedad.

Una imagen de 'Un amigo extraordinario'.
Una imagen de 'Un amigo extraordinario'. / M. G.

Mañana viernes 19 le toca a Hijos del sol, de Majid Majidi, fábula realista sobre la infancia dura, la educación de los parias y la búsqueda de (falsos) tesoros en el Irán contemporáneo. Para el sábado 20, está prevista la exhibición de Un amigo extraordinario, dirigida por Marielle Heller y protagonizada por Matthew Rhys y Tom Hanks. Hanks interpreta a Fred Rogers, estrella del entretenimiento infantil que es entrevistado por el periodista Lloyd Vogel, un trabajo que le lleva a analizar su propia vida. Ya el domingo 21, la cinta polaca de Malgorzata Szumowska Nunca volverá a nevar, que también pasó por el SEFF, propone una fábula contemporánea sobre el malestar de la clase media a través del periplo de un extraño sanador-masajista que visita a los vecinos de un barrio residencial acomodado.

El estreno de la semana: ‘Annette’

Presentada en el Festival de Cannes hace apenas un mes, donde obtuvo el premio a la mejor dirección, la nueva película de Leos Carax llega ya a la cartelera para poner a cantar y bailar a Adam Driver y Marion Cotillard las canciones compuestas por el mítico dúo Sparks en unos paisajes fantásticos y alucinados marca de la casa del autor de Mala sangre y Holy Motors. Poesía surrealista, amour fou, barroquismo y tragedia en una de las cintas más esperadas del año

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