El diseño propio como marca en el armario

En una cuidada estética tanto acústica como decorativa trabaja cada día Álvaro González-Palomino entre las paredes de Tees, su tienda de camisetas personalizadas situada en el pasaje de la calle Rioja. La cultura de la camiseta le sorprendió en distintos viajes, en los que tanto él como su hermana Meme se dejaban conquistar por este auténtico arte con el que se han iniciado en la pequeña empresa. Álvaro, que siempre ha trabajado por cuenta ajena y ha residido en ciudades como Dusseldorf y Colonia, muestra ahora los frutos de un mes de trabajo propio: "El 80% de la gente que entra, compra". El boca a boca, las ofertas de encargos colectivos y las más de 400 imágenes de archivo que componen el catálogo de la tienda son buena parte del éxito de Tees. Asesora a los clientes, "a veces me dan carta libre con el diseño". En este mes de trabajo, el pedido más raro que le han hecho, según cuenta, es el de "un chico que quería sorprender a su suegra en su cumpleaños llevando una camiseta con su cara estampada". Álvaro, un sevillano sin acento y con la licenciatura de Derecho bajo el brazo, tiene muy claro que hay que adaptarse a las necesidades del consumidor, por lo que aceptan dispositivos USB con diseños personales listos para estampar en camisetas de una variada gama cromática. También pueden adquirirse económicos complementos de todo tipo y, a partir de septiembre, más prendas a personalizar de cara a la temporada de invierno.