Día Mundial de la Poesía: poetas y poetisas sevillanas que marcaron un antes y un después en nuestra historia

Sevilla cuenta con numerosas firmas de prestigio que se dedicaron al género lírico y cuyos poemas se siguen estudiando en la actualidad

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Poetas y poetisas sevillanas a lo largo de la historia
Poetas y poetisas sevillanas a lo largo de la historia

El Día Mundial de la Poesía tiene lugar, cada año, el 21 de marzo. Esta fecha conmemora una de las formas más preciadas de la expresión e identidad lingüística de la humanidad. La Unesco adoptó por primera vez el 21 de marzo como Día Mundial de la Poesía durante su 30ª Conferencia General en París en 1999, con el objetivo de apoyar la diversidad lingüística a través de la expresión poética y fomentar la visibilización de aquellas lenguas que se encuentran en peligro, ya que el género lírico es una de las formas de comunicación más comunes a todas las culturas.

Como señalan desde la Unesco, este día es una ocasión para honrar a los poetas y poetisas, revivir tradiciones orales de recitales de poesía, promover la lectura, escritura y enseñanza de la poesía, fomentar la convergencia entre la poesía y otras artes como el teatro, la danza, la música y la pintura, y aumentar la visibilidad del género lírico en los medios.

Sevilla, como cuna de la cultura y la tradición en todo el país, cuenta con algunas firmas de poetas muy conocidos cuyas obras han perdurado hasta nuestros días. Algo que no sucede de manera tan evidente en el caso de las poetisas, a pesar de que sus escritos sean de gran calidad. Por eso hoy, para conmemorar el Día de la Poesía, desde Vivir en Sevilla hemos querido rescatar las voces de varios poetas y poetisas sevillanas que han marcado un antes y un después en la historia de la Literatura.

Antonio Machado

Antonio Machado
Antonio Machado

Antonio Cipriano José María Machado Ruiz, conocido como Antonio Machado, nació en Sevilla en el año 1875 y moriría en Francia en 1939. Fue dramaturgo, narrador español y un poeta emblemático de la Generación del 98.

Realiza sus estudios en la Institución Libre de Enseñanza y posteriormente completa su formación en los institutos San Isidro y Cardenal Cisneros. Realiza varios viajes a París, donde conoce a Rubén Darío. Su vida adulta se desenvuelve entre Madrid y la capital francesa hasta que fallece su mujer, hecho que le afectará profundamente. Pide el traslado a Baeza y desde ahí vuelve a vivir en Segovia y Madrid.

Durante los años veinte y treinta escribe teatro en colaboración con su hermano Manuel. En la Guerra Civil Machado no permanece en Madrid ya que es evacuado a Valencia en noviembre de 1936. Al poco tiempo se traslada a Rocafort donde permanece hasta abril de 1938 participando en algunas publicaciones republicanas. En 1939 marcha a Barcelona, desde donde cruza los Pirineos hasta Colliure. Allí fallece al poco tiempo de su llegada.

Poema de Antonio Machado

Abril galán

Mientras danzáis en corro,

niñas cantad: "Ya están

los prados verdes,

ya vino abril galán."

A la orilla del río,

por el negro encinar,

sus abarcas de plata

hemos visto brillar.

Mientras danzáis en corro,

niñas cantad: "Ya están

los prados verdes,

ya vino abril galán."

Gloria de la Prada

Gloria de la Prada
Gloria de la Prada

Gloria de la Prada es una poeta, narradora, compositora e intérprete de coplas española del primer tercio del siglo XX, que nace en Sevilla en 1886 y muere alrededor de 1951. Se educó en la capital hispalense y durante la edad adulta se trasladó a Madrid, donde pasó la mayor parte de su vida laboral, aunque siempre sin olvidar la tierra que la vio nacer y crecer.

Su reconocimiento como poetisa se debe a la publicación de diversas recopilaciones de cantares, en su mayoría de inspiración andaluza. Algunos de sus poemas aparecieron previamente publicados en la revista Nuevo Mundo.

Distintos autores hicieron crónicas de las obras de Gloria de la Prada, y tras la Guerra Civil se le olvida como a tantas otras autoras. Su obra, basada en el folclore andaluz y neopopulista, raramente pasaba de seis versos. Según la autora, la copla habita en las raíces del pueblo y es allí donde puede encontrar su origen más auténtico, frente a otro tipo de géneros poéticos de carácter más intelectual. Su visión disruptiva y su crítica a la desigualdad existente entre hombres y mujeres pueden hacerse notorias en algunos de sus poemas. Incide en la dependencia femenina del amor frente al desapego o indiferencia masculinos.

Letras de Gloria de la Prada

Coplas andaluzas, 1930

Soy como me da la gana

y como me place ser

Mujer hasta las entrañas

¡Mujercita de una vez!

El querer no tiene trabas

ni retrocede jamás

se quiere porque se quiere

esta es la sola verdad.

Gustado Adolfo Bécquer

Gustavo Adolfo Bécquer
Gustavo Adolfo Bécquer

Gustavo Adolfo Bécquer nació en Sevilla en 1836, fruto del matrimonio entre José María Domínguez Bécquer y Joaquina M.ª Bastida. Su nombre original era Gustavo Adolfo Domínguez Bastida, pero el poeta adoptó el segundo apellido paterno, Bécquer.

Su padre fue un estimable pintor sevillano cuyos antecesores habían emigrado a España en el siglo XVI. El hermano del poeta llegó a ser un reconocido pintor y realizó el retrato más conocido de Gustavo Adolfo.

En 1846 Bécquer quedaría huérfano tras la muerte de su padre y tuvo que ingresar en un internado para hijos de familias nobles sin recursos económicos. Inició estudios de Náutica, pero no los continuó. Es en este momento cuando empieza a crear su obra. Tras la muerte de su madre, Gustavo Adolfo se iría a vivir con su madrina, quien tenía una biblioteca copiosa que le abriría las puertas a seguir leyendo y escribiendo.

Bécquer se hizo aprendiz de un pintor en 1850 y dos años después continuó sus estudios de pintura en el taller de su tío Joaquín. A los 18 años, en 1854, Bécquer dejó sus estudios de pintura y se trasladó a Madrid. Allí escribió algunas obras literarias de gran importancia. A los 21 años se enfermó de tuberculosis y este hecho marcaría el resto de su trayectoria, ya que nunca terminó de recuperarse.

Bécquer pasó tiempos de gran penuria y nunca logró éxito económico en su vida. Comenzó a escribir las Cartas desde mi celda en 1864, durante una estancia de reposo en el monasterio de Veruela, donde el poeta se había refugiado para reponerse después de otro ataque de tuberculosis. Tras algunas desgracias con su mujer y una vida marcada por su enfermedad, Gustavo Adolfo Bécquer acabaría perdiendo la vida a los 34 años.

Poema de Gustavo Adolfo Bécquer

Rima XXX

Asomaba a sus ojos una lágrima

y... mi labio una frase de perdón;

habló el orgullo y enjugó un llanto,

y la frase en mi labio expiró.

Yo voy por un camino, ella por otro;

pero al pensar en nuestro mutuo amor,

yo digo aún: ¿Por qué callé aquel día?.

Y ella dirá: ¿Por qué no lloré yo?. Es cuestión de palabras, y, no obstante,

ni tu ni yo jamás,

después de lo pasado convendremos

en quién la culpa está

¡Lástima que el amor un diccionario

no tenga donde hallar

cuando el orgullo es simplemente orgullo

y cuando es dignidad!

Julia Uceda

Julia Uceda
Julia Uceda

Julia Uceda nace en Sevilla en 1925. Se licenció en la Universidad de Sevilla, donde ejerció la docencia y obtuvo el doctorado. Fue profesora universitaria en la Universidad de Cádiz y catedrática de Literatura Española en la Universidad de Michigan entre 1965 y 1973. Tras residir unos años en Irlanda, regresó definitivamente a España, instalándose en Galicia para fundar la editorial Esquío. Estudiosa y poeta, es una escritora poco conocida respecto a sus compañeros masculinos a pesar de que su obra poética sea importante.

Su primera obra, Mariposa en cenizas, apareció en 1959 y tras esta sería galardonada con multitud de premios como el accésit del Premio Adonais de poesía o el Premio Nacional de Poesía en 2003 por la publicación de una antología de sus obras completas titulada En el viento, hacia el mar, además de otros muchos a lo largo de su trayectoria. En 2021, recibe la Medalla de Oro al Mérito en las Bellas Artes.

Ha publicado artículos de investigación en varios medios especializados hispanos y estadounidenses y su obra ha sido traducida a varios idiomas como el portugués, inglés, chino y hebreo.

Como crítica, su trabajo se puede encontrar en revistas especializadas de España, Italia y Estados Unido y es miembro correspondiente de la Real Academia Sevillana de Buenas Letras. La antología poética de Julia Uceda está a disposición de todos los ciudadanos y ciudadanas a través de la página web de la Junta de Andalucía.

Poema de Julia Uceda

El Secreto

Os alejáis de nuevo —libros, papeles, líneas de lo real—; huís bajo el ruido circundante. Me volvéis a las sombras

de nuevo. a lo perdido

entre voces y manos de niños,

bajo el roto aspirar de las estrellas. Bajo su jadear de polvo casi eterno. Mis ojos no son míos si miro

mi habitación, mi ropa abandonada, el papel en que escribo lo que sé,

lo que aprendí a zarpazos de silencio. no me conozco en mí, ni me conozco cuando me llaman: Julia.

Julia... ¿Quién eres? dónde

estás, por qué túnel

has huido. Por dónde

muelen tus pasos la desierta sombra. Qué conoce tu frente,

qué tu mirar de olvido por la yerba.

Luis Cernuda

Luis Cernuda
Luis Cernuda

Luis Cernuda Bidón nació en Sevilla en 1902 y murió México en 1963). Poeta español de la Generación del 27, fue un apasionado de la poesía desde niño, cuando leía a Bécquer. Años más tarde, emprende sus estudios de Derecho en la Universidad de Sevilla, donde su profesor de literatura, Pedro Salinas, le anima a participar en tertulias y a leer a escritores españoles del Siglo del Oro.

En 1925, tras licenciarse en Derecho, Juan Ramón Jiménez publica sus primeros poemas en Revista de Occidente y unos años más tarde en los que va reuniendo éxito, conoce a Federico García Lorca. En 1930 comienza a trabajar de librero y en los años sucesivos escribe varias obras de suma importancia. Durante la Guerra Civil española vive exiliado en Inglaterra, donde termina Las nubes (1940), un libro de poesía sobre la Guerra Civil española, así como otros títulos. En 1947 parte rumbo a Estados Unidos para ejercer como profesor de Lengua y Literatura Española.

Ya en su periodo de madurez, se traslada a vivir a México y ven la luz sus obras Variaciones sobre tema mexicano (1952), Poemas para un cuerpo (1957) y Desolación de la Quimera (1962). Fallece en México el 5 de noviembre de 1963. Su obra ha sido traducida al inglés, francés, italiano, alemán, neerlandés, polaco, portugués, rumano, hebreo, sueco, griego, serbio, eslovaco, árabe y latín.

Poema de Luis Cernuda

Contigo

¿Mi tierra?

Mi tierra eres tú.

¿Mi gente?

Mi gente eres tú.

El destierro y la muerte

para mi están adonde

no estés tú.

¿Y mi vida?

Dime, mi vida,

¿qué es, si no eres tú?

Mercedes de Velilla

Mercedes de Velilla
Mercedes de Velilla

Hija de José de Velilla y Pons y Dolores Rodríguez y hermana del también poeta, José de la Velilla. Abelardo López de Ayala la conoció el año 1868 en casa de sus padres y la animó a escribir. Lo mismo Luis Vidart y Concepción Estevarena, de quien fue gran amiga. Su libro de poemas Ráfagas (1873) fue elogiado por Luis Montoto y obtuvo un premio de honor en la Exposición Bético-Extremeña, celebrada en Sevilla en 1874. En 1876 consiguió el primer premio en el Certamen Poético celebrado por la Academia de Buenas Letras de Sevilla, con su oda A Cervantes.

Tras morir su padre de forma repentina cuando iba con ella al teatro Eslava de Sevilla, Mercedes decidió dejar de escribir durante varios años y al quedar sin familia próxima, su situación económica empeoró. El Ateneo de Sevilla dio una velada en su honor en 1897. Abrió una escuela en Camas que no le permitió mantener a su familia. Méndez Bejarano, que había elogiado su poesía, le ofreció su casa y le gestionó una pensión del gobierno. En el año 1912, el periódico La Tribuna discutía sobre la necesidad de concedérsela. Murió en la miseria en 1918. A pesar de los trágicos acontecimientos que marcaron su vida, Mercedes de Velilla colaboró en numerosos medios locales de la época y en otros de tirada nacional.

Poema de Mercedes de Velilla

A LA GIRALDA

A tu sombra nací, Giralda mía,

y con el aire que te besa aliento;

de su arte soñador te hizo portento

la árabe raza triunfadora un día.

De la reina gentil de Andalucía

eres la maravilla y ornamento,

y te elevas gallarda al firmamento,

y esplendes a la luz que el sol te envía.

Yérguete siempre en mi nativo suelo,

y, al mágico vibrar de tus campanas,

olvide mi ciudad tristeza o duelo.

De alzarte entre los ángeles te ufanas;

que a tu vértice tienes los del cielo,

y al pie las hechiceras sevillanas.

Vicente Aleixandre

Vicente Aleixandre
Vicente Aleixandre

Vicente Aleixandre y Merlo nace en Sevilla en 1898 muere en Madrid en 1984. Destaca por ser un poeta perteneciente a la Generación del 27. Recibe el Premio Nobel de Literatura en 1977.

Su infancia transcurre entre Málaga y Madrid. Estudia Derecho y Comercio y durante unos años es profesor en la Escuela de Comercio de Madrid, especializándose en Derecho Mercantil. Su amistad con Dámaso Alonso y sus inquietudes literarias le llevan a leer y a estudiar a los grandes poetas de la literatura universal, como Bécquer y Rubén Darío.

Fue una grave enfermedad en su etapa adulta lo que lo llevó a escribir varias poesías que serían publicadas en las revistas culturales más importantes de la época, consiguiendo gran éxito. Ahí empieza su amistad con los otros componentes de la Generación del 27, como Federico García Lorca y Luis Cernuda. En 1934 recibe el Premio Nacional de Literatura.

Tras la Guerra Civil permanece en España y en 1949 es nombrado Académico de la Lengua. Desde entonces se convierte en maestro y protector de los jóvenes poetas españoles, que acuden a visitarle con frecuencia a su casa de Madrid, donde organiza tertulias literarias.

En 1977 recibe el Premio Nobel, con el que se reconoce universalmente su obra y, en cierta manera, la de toda la Generación del 27. Ese mismo año es condecorado con la Gran Cruz de Carlos III.

Poema de Vicente Aleixandre

Vida

Un pájaro de papel en el pecho

dice que el tiempo de los besos no ha llegado;

vivir, vivir, el sol cruje invisible,

besos o pájaros, tarde o pronto o nunca.

Para morir basta un ruidillo,

el de otro corazón al callarse,

o ese regazo ajeno que en la tierra

es un navío dorado para los pelos rubios.

Cabeza dolorida, sienes de oro, sol que va a ponerse;

aquí en la sombra sueño con un río,

juncos de verde sangre que ahora nace,

sueño apoyado en ti calor o vida.

Concepción de Estevarena

Concepcion de Estevarena
Concepcion de Estevarena

Rafaela María de la Concepción Ana de la Santísima Trinidad Estevarena y Gallardo, conocida como Concepción de Esteverana, nació en 1854 en la calle Siete Revueltas de Sevilla. Su obra tuvo poca divulgación en su tiempo debido a que sus herederos aseguraron que perseguirían a que reimprimiera sus creaciones sin permiso.

Su hogar era modesto y su madre murió cuando ella apenas tenía un año. Su padre, de avanzada edad respecto a Concepción, coarta su vocación de poeta, prohibiéndole escribir versos. A pesar de que ella le prometió que no lo haría, cuando él no estaba Concepción aprovechaba para escribir en las paredes, memorizar las rimas y borrarlo todo.

Su padre fallece en 1875 y tras esto Concepción pierde la casa y tiene que mendigar para enterrarlo. Sale de Sevilla el 8 de octubre de ese año y llega a casa de un pariente en Jaca un mes después, teniendo que parar en Madrid para reposar por una tisis pulmonar.

Los Velilla serán su segunda familia y un estímulo para su poesía. Una de sus tres cartas antes de morir es para Mercedes Velilla y Rodríguez, poeta. Oculta su enfermedad hasta la carta del 22 de abril del 76. Alega que escribe versos desde el 73 como hábito, pero últimamente no tiene entusiasmo. Escribe sus últimos poemas al tiempo que confiesa su enfermedad y muere debido a la tisis. El acta de fallecimiento recogió que "muere soltera de 22 años dedicada a ocupaciones domésticas sin testar".

Poema de Concepción de Estevarena

Ayer y hoy

-¿Qué es la existencia, y qué es un juramento?

-te dije ayer, y respondiste tú-:

-un juramento es dar la fe de un alma,

y la vida es amor, amor y luz.

Hoy, lo mismo que ayer, yo te pregunto

y sonriendo me respondes ya:

-Un juramento, un eco que se pierde;

la vida, horas que llegan… y se van.

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