Cuarenta años de los ‘dulces de las monjas’ como antesala de la Navidad en Sevilla
Más de 280 variedades procedentes de 20 conventos estará a la venta en el Real Alcázar desde la tarde del 3 hasta el 6 de diciembre
Dulces de convento en Sevilla: dónde comprarlos y cuáles probar
En 1985 comenzaba una aventura. La exposición y venta de dulces de las monjas de los conventos de clausura. Desde esa primer muestra en el Instituto Francés hasta ahora han cambiado muchas cosas como la ubicación y el número de participantes. Lo que no solo ha permanecido sino aumentado cada año es la acogida por parte de los sevillanos y visitantes. Muchos aprovechan del 3 al 6 de diciembre para anticipar la compra de mantecados y dulces que acompañarán muchas comidas en Navidad.
A partir de las 15:00 del 3 de diciembre y hasta el día 6 el Salón Gótico delReal Alcázar acogerá la exposición y venta de los dulces de conventos de clausura de Sevilla y provincia. El primer día estará abierta hasta las 18:30. Del 4 al 6 el horario será de 10:00 a 18:30.
Los conventos que participan
En Sevilla y provincia hay 34 conventos de clausura con cerca de 500 monjas. Los 20 conventos que exponen sus dulces en la muestra traen este año más de 280 variedades, que suponen más de 22.800 cajitas de exquisiteces; unos 10.000 kilos de dulces.
De ellos, siete son de Sevilla:
- San Leandro (agustinas),
- Santa Paula (jerónimas)
- Santa Inés (clarisas)
- San Clemente (cistercienses)
- Madre de Dios (dominicas)
- Santa Ana (carmelitas)
- Santa María de Jesús (clarisas)
- Jerónimas de Constantina
- Jerónimas de Morón
- Clarisas de Alcalá Estepa, Marchena, Morón y Carmona
- Dominicas de Bormujos
- Mercedarias descalzas de Marchena y de Osuna
- Concepcionistas franciscanas de Osuna
- Carmelitas de Osuna y de Utrera.
Este año, la Magna ha hecho que se adelante unos días la celebración de la exposición. Desde la organización recuerdan además que durante todo el año se pueden comprar estas delicias en los tornos de los conventos. Productos cien por cien naturales cuyas recetas tienen siglos de antigüedad. Auténticos alimentos gourmet que son económicos, gustan a todos y que se pueden enviar, desde la clausura, a cualquier punto de España.
Las monjas de clausura no salen a pedir a la calle, no tienen subvención de ningún tipo, ellas viven de su trabajo y de las limosnas que reciben. En la diócesis de Sevilla hay 34 conventos dedicados a la oración. Su lema es Ora et Labora.
Es más, consumir productos de las monjas es una forma de valorar, conservar y perpetuar el rico patrimonio gastronómico y cultural. Los dulces de los conventos de clausura de Sevilla cuentan con el Sello de Calidad: “Sevilla Ora et Labora”. Para eso tienen que estar hechos en los obradores de los conventos, por monjas de clausura que trabajan en oración y silencio. Se trata de productos exquisitos desarrollados con autenticidad en comunidades de paz y entornos únicos. Están elaborados de forma artesanal: todos sus productos son elaborados a mano con paciencia y dedicación.
Recetas de siglos de antigüedad
Muchas de estas recetas tienen siglos de antigüedad, son joyas de nuestra gastronomía. Especialidades que son parte importante de la historia de la ciudad. Ua muestra gastronómica de la mezcla de influencias de todas las culturas que han pasado por Sevilla. Todo, además con una sencilla y cuidada presentación, acorde con el estilo de vida de las monjas y siguiendo la tradición. Envasados y etiquetados cumpliendo con la normativa en calidad y seguridad alimentaria obligatoria.
La actividad principal de las monjas de clausura es la oración contemplativa. Es por lo que tan solo elaboran dulces y otros productos artesanos para su subsistencia. No tienen una producción industrializada.
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