El primer crimen mediático de la historia de España se dio en Sevilla en 1904

Los conocidos como "crímenes del huerto del francés" tuvieron lugar en la localidad sevillana de Peñaflor a comienzos de 1905, después de que se denunciaran algunas desapariciones que tenían relación entre sí. Este caso cobró tanta importancia que no solo la prensa local se hizo eco de ellos, sino que también se le dio cobertura desde otros medios nacionales e incluso internacionales, lo que convertiría a los crímenes de Peñaflor en el primer caso mediático de la historia de España.

Cronología de los hechos

Los crímenes de Peñaflor se destaparon en diciembre de 1904, pero estos se habrían venido sucediendo, en realidad, desde 1898, seis años antes de que salieran a la luz.

Juan Andrés Aldije Mommejá, conocido como "El Francés" llegó a la localidad de Peñaflor en el año 1882 procedente de la ciudad francesa de Agen. En el municipio sevillano adquirió una finca con un huerto y unas casas que fue reconstruyendo con el paso de los años gracias al dinero que obtenía de algunos negocios clandestinos.

Fue allí, precisamente, donde comenzaría a organizar timbas ilegales a finales del siglo XIX junto a su socio José Muñoz Lopera. Este se encargaba de embaucar a viajeros y comerciantes para que se desplazaran hasta el cortijo y participaran en las partidas clandestinas. Cuando llegaban al recinto nada se volvía a saber de ellos, puesto que tanto El Francés como Muñoz Lopera acababan con sus vidas para quedarse con su dinero.

No sería hasta noviembre de 1904 cuando la mujer de Miguel Rejano, natural de Posadas (Córdoba) denunciaría la desaparición de su marido en las inmediaciones de esta finca, según había argumentado un testigo. En diciembre de ese mismo año la Guardia Civil se adentró en el cortijo de El Francés y allí descubrieron, tras algunas excavaciones, la presencia de cinco cuerpos, entre ellos el del desaparecido Miguel Rejano. Todos ellos habían sido asesinados de un fuerte golpe en la cabeza con una barra de hierro y sepultados entre cascotes y cal viva.

Al conocer que lo habían descubierto, El Francés huyó a Portugal, pero se entregó al enterarse de que su esposa estaba detenida. En sus declaraciones judiciales, tanto este como Muñoz Lopera se culparon mutuamente. Excepto la última víctima, ninguna otra pudo ser identificada hasta que los asesinos confesaron los hechos. Estos fueron reconocidos como José López Almela, Benito Mariano Burgos, Enrique Fernández Cantalapíedra, Federico Llamas de la Torre, Félix Bonilla Padilla y Miguel Rejano Espejo.

Según calculó la Guardia Civil, robaron a las víctimas un total de 28.300 pesetas, lo que en la actualidad vendría a suponer unos 120.000 euros.

El juicio

El juicio por los hechos tuvo lugar en Sevilla en marzo de 1906. El caso había generado tanta expectación que los periodistas de medios nacionales e internacionales se agolpaban para conocer lo sucedido. Tanto Juan Andrés Aldije Mommejá como José Muñoz Lopera fueron condenados a seis penas de muerte, una por cada uno de los cadáveres encontrados.

Ambos fueron ejecutados el 31 de octubre de 1906 mediante garrote vil en la Cárcel del Pópulo de Sevilla, situada en el actual Mercado del Arenal de la ciudad. El funeral se celebró en la iglesia de la Magdalena costeada por los hermanos de la Santa Caridad, que según la tradición asistían a los condenados a muerte en sus últimas horas. 

Los Crímenes del Huerto del Francés fue el primer caso de este tipo que se hizo mediático en España. Casi todos los periódicos publicaron ediciones especiales y enviaron reporteros a Sevilla para hacer su seguimiento.