El confort de lo sostenible

El nuevo hotel La Parada del Marqués combina tradición y diseño industrial en una rehabilitación eficiente

1. Uno de los patios interiores donde se observan las galerías con ventanales y cierres tradicionales. 2. La directora del establecimiento hotelero Rocío Ustarán.     3. Zona común decorada, entre otros elementos, con puertas convertidas en mesas.
1. Uno de los patios interiores donde se observan las galerías con ventanales y cierres tradicionales. 2. La directora del establecimiento hotelero Rocío Ustarán. 3. Zona común decorada, entre otros elementos, con puertas convertidas en mesas. / Reportaje Gráfico: Belén Vargas
A. F.

14 de febrero 2018 - 21:41

El número 45 de la calle Marqués de Paradas ha sido hasta hace unos días una antigua casa sevillana. Ahora, luce renovada por dentro y por fuera para acoger a un nuevo establecimiento hotelero que, bajo el nombre La Parada del Marqués, tiene la particularidad de pertenecer a ese 1% de las edificaciones que alcanzan la clasificación energética A. Una respetuosa rehabilitación y la apuesta por la sostenibilidad marcan la singularidad de este hotel, que también se distingue por ser de los pocos que cuentan con una plantilla 100% femenina.

Al frente del inmueble, Rocío Ustarán, quien tras más de 25 años de experiencia en la gestión turística, en los que ha podido conocer las necesidades y preferencias de los turistas que visitan la ciudad, se adentra en un nuevo proyecto "ilusionante". "El confort y la atención personal a los huéspedes es nuestra máxima. Queremos que se sientan como en su propia casa", detalla. Una veintena de habitaciones, cada una con sello propio y luz natural, permite que el trato al cliente sea más cercano. Además de las habitaciones, los huéspedes pueden disfrutar de diferentes espacios como patios, balconadas, terrazas, salones... Instalaciones remozadas y modernas que hacen merecedor al lugar de la mejor distinción energética y convierten en alojamiento singular.

Para poner en marcha el hotel, a diario trabajan en él siete personas contratadas, además de la propia directora. Experiencia, cualificación y juventud se funden en un equipo compuesto por mujeres.

El proyecto ha obtenido el apoyo de los Fondos Europeos (Feder) acogiéndose a la Orden de Incentivos Industriales de la Junta de Andalucía que gestiona la Agencia IDEA. De la coordinación de los equipos de trabajo y el diseño de la identidad corporativa se ha encargado la empresa de creatividad estratégica Asesoramientos Únicos, especializada en hostelería y restauración.

De la rehabilitación de esta casa histórica se ha hecho cargo PRP Arquitectos. En la vivienda de tres plantas y techos de gran altura se han recuperado y mantenido todos los elementos originales posibles: como sus suelos de mármol e hidráulicos, la puerta de la entrada, los artesonados, la galería privada de la primera y segunda planta, las antiguas paredes de ladrillo, la escalera principal y la secundaria, el torreón en la azotea... A ello, se han aportado elementos estructurales de carácter industrial y las más modernas instalaciones de climatización, aislamiento acústico y térmico, iluminación led de última generación y energía termosolar.

Los espacios comunes se distribuyen en tres patios abiertos, un patio en planta baja que ya estaba cerrado en la edificación original, amplios distribuidores en primera y segunda planta con suelos hidráulicos y office de planta, una azotea/solárium desde la que disfrutar de las vistas de la ciudad, un amplio salón de estar y una sala de desayunos.

La tradición y lo industrial vuelven a fundirse en la decoración. Realizada por Fusté Studio, se caracteriza por la mezcla de muebles tradicionales, el cambio de uso de materiales ya existentes como puertas convertidas en mesas, espejos o cabeceros, el lucernario, paños de azulejos colocados decorativamente en las paredes… y toques industriales. Se combinan materiales como hierro, papel, madera y ladrillo. Una decoración fresca muy vinculada a los espacios de una casa señorial andaluza con elementos naturales de tradición regional (como la nea, los colores claros en madera y los suelos hidráulicos) pero usados con una visión renovada.

Cada habitación cuenta con luz natural, baño y cama doble y posee una decoración única. Destacan siete habitaciones premium familiares aptas para hasta cuatro personas y una habitación en planta baja adaptada a minusválidos. Diez disponen de un espacio privado que amplía su estancia por medio de balconadas, corredores, patios y terrazas privadas. El torreón, situado en la azotea, es la suite. Cada planta del edificio está diseñada en una gama cromática: planta baja, en color azul; primera planta, en color amarillo; segunda planta, en color verde, y tercera planta, en colores terracota.

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