Cómo identificar las setas más tóxicas de Sevilla
Antes de recolectar para cocinar, es fundamental saber distinguir las especies que pueden provocar cuadros graves en la salud e incluso provocar la muerte
Asesorarse y saber reconocer los distintos tipos de setas y hongos, claves para evitar la intoxicación
Tanto en la Sierra Norte de Sevilla como al sur, en el entorno de La Puebla del Río, hay abundancia de especies de setas comestibles, otras tantas son setas tóxicas y otras, simplemente, que no se comen bien porque no tienen calidad gastronómica alguna, por su mal olor o sabor, su poca carnosidad o su pequeño tamaño. Para todas, saber identificarlas puede ser la diferencia entre salvar la vida o perderla.
De entre todas ellas, las más peligrosas, obviamente, son las setas tóxicas, que pueden producir desde un leve síntoma gastrointestinal a un severo cuadro tóxico que dañe el riñón y el hígado.
Según Francisco Sánchez Iglesias, presidente de la Asociación Micológica Hispalense Muscaria, insiste que en "las setas tóxicas son las primeras que hay aprender a reconocer. Aunque la tendencia de cualquier aficionado que empieza es aprender a identificar las setas comestibles, lo realmente importante es conocer aquellas que pueden dañar nuestra salud. Hay multitud de setas tóxicas que además pueden aparecer mezcladas o creciendo junto a las especies comestibles, por lo que la identificación individual de los ejemplares que vamos a consumir es una norma imprescindible".
¿Cuáles son las setas tóxicas de Sevilla?
Es fundamental, antes de salir a recolectar setas al campo, tener una formación micológica que permita identificar los ejemplares tóxicos de los que no lo son o ir acompañado de alguien que sí tenga la instrucción suficiente.
La oronja verde
La Amanita phalloides es la seta tóxica que pasa por ser la responsable de los problemas de salud más graves por su consumo, incluso con resultado de muerte. Se trata de una seta relativamente abundante, que podemos encontrar fructificando en otoño e invierno en cualquier bosque. Es la típica seta con anillo, carnosa, con olor agradable y de color verdoso.
La oronja blanca
Otra amanita cuyo consumo es muy peligroso es la oronja blanca (Amanita verna), una seta blanquecina de aparición primaveral, que puede ser confundida con un gurumelo y cuya ingesta puede causar también problemas muy graves de salud.
La seta engañosa o pérfida
La seta engañosa o pérfida (Entoloma sinuatum=E. lividum) es otra especie que por su aspecto amable, su carnosidad y su abundancia puede darnos un susto, ya que su consumo provoca cuadros gastrointestinales muy graves. Puede aparecer entre la hojarasca en cualquier tipo de bosque.
Amanita Muscaria
Quizás una de las setas más conocidas es la Amanita muscaria, la seta de los enanos. Se trata de una seta tóxica de un vistoso color rojo, cuyo consumo puede provocar malestar gastrointestinal y alucinaciones. La podemos encontrar en invierno entre la hojarasca en cualquier clase de bosque.
Chlorophyllum molybdites
Llama la atención la aparición en los últimos años de una seta proveniente del continente americano, donde produce frecuentes intoxicaciones, por su confusión con los gallipiernos (Marcrolepiota procera), una seta comestible muy apreciada y consumida habitualmente. Se trata de Chlorophyllum molybdites, que cuando maduran los ejemplares se tiñen sus láminas de verde oscuro.
Hay que tener cuidado por tanto con los ejemplares jóvenes de esta seta, con aún conservan las láminas blancas y pueden confundirse con una macrolepita. Habitualmente podemos encontrarlos en céspedes de parques y jardines.
¿Cómo identificar las setas tóxicas?
Francisco Sánchez Iglesias, presidente de la Asociación Micológica Hispalense Muscaria, señala que "la mejor manera de recolectar setas de forma segura y responsable es dirigirse a las asociaciones micológicas locales, donde podrán asesorarnos y donde los no iniciados tendrán la oportunidad de estar en contacto con otros aficionados más expertos".
La regla básica para la identificación de setas venenosas o no comestibles es que "no hay reglas". La única forma de saber si una seta es tóxica o no es ponerle nombre, es saber decir qué especie es la que se ha encontrado. Una vez identificada, se debe recurrir a una buena guía micológica o al asesoramiento de un experto para saber si es o no comestible.
"En esto de la recolección de setas la experiencia se va adquiriendo poco a poco, tenemos que aprender de cada salida al campo. Es muy importante también estar siempre alerta, no relajarse, y seleccionar una a una, sin prisas, cada ejemplar de setas que pensamos preparar en la cocina para consumirlas", concluye el experto.
También te puede interesar
Contenido ofrecido por Cervezas Alhambra