¿Cómo ahorrar en la cesta de la compra?
Cocinar en casa y en grandes cantidades para congelar después lo que sobre, entre los trucos más comunes
La cuesta de enero quedó atrás pero el ahorro no es sólo cuestión de un mes. Entre los numerosos gastos anuales, la cesta de la compra es uno de los más importantes y cuantiosos. Mirar la cuenta y no caer en sobresaltos puede pasar a convertirse en algo esporádico si se consiguen disminuir los gastos en la compra del supermercado.
Comer bien y barato no son conceptos contradictorios. Aquí una serie de recomendaciones, de manos de la marca de Kaiku Sin Lactosa, para lograrlo.
Comprar alimentos de temporada
Menor impacto medioambiental, menor coste, y más sabor. Las frutas y verduras de temporada se hacen esenciales a la hora de ahorrar en el supermercado y evitar alimentos tratados en exceso con pesticidas y conservantes.
Estar al día del calendario de alimentos de temporada permite comprar verduras y frutas en su punto perfecto y natural de maduración.
Cocinar (de verdad) en casa
Fijarse como propósito de año nuevo cocinar más en casa y acudir menos al restaurante de la esquina permitirá ahorrar dinero y, sobre todo, mantener una alimentación saludable y equilibrada.
Una regla sencilla para preparar el tupper perfecto es incorporar una base de carbohidratos como arroz integral, una parte de proteína (pollo, salmón o ternera) y otra de fibra (vegetales y verduras). De postre, algo ligero y fácil de llevar como un yogur y una pieza de fruta. De esta forma, se controlan tanto los ingredientes como las cantidades, asegurando un plato equilibrado y saludable.
Comprar a granel
Comprar a granel y evitar mayoritariamente productos que vengan pelados y cortados. Los frutos secos a granel salen a mejor precio que comprarlos en bolsas ya preparadas.
Otro consejo es aprovechar los alimentos para distintas elaboraciones: los huesos de un pollo o la parte menos comestible de las verduras, son bases perfectas para elaborar caldos o sopas que además se puede congelar para aprovechar más adelante. Bueno con uno mismo, con el bolsillo y con el medio ambiente.
Practicar el 'meal planning' y congelar
Practicar el meal planning o lo que es lo mismo, plantear menús semanales y prepararlos con antelación evitará el momento "no tengo nada de cena" que se traduce en "pedir comida a domicilio". Además, al cocinar en grandes cantidades un día y congelar las sobras, no existen excusas para no comer sano y, sobre todo, rápido.
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