Esta es la comida más típica de Sevilla, según la revista 'Viajar'

España es un auténtico paraíso gastronómico donde cada provincia atesora una riqueza culinaria única. El país ofrece una amplia variedad de platos típicos que reflejan la identidad y tradición de cada región. En bares y restaurantes, estos manjares se sirven con orgullo, haciendo gala de la calidad de los ingredientes locales y de las técnicas culinarias transmitidas de generación en generación.

En este contexto, la revista Viajar se ha embarcado en un interesante viaje culinario para descubrir la comida más típica de cada provincia española. Una tarea ardua, dada la riqueza culinaria del país, pero que ha dado como resultado una selección de platos que representan la esencia de cada lugar.

En el caso de Sevilla, la elección ha sido especialmente complicada. La capital andaluza es un auténtico bastión gastronómico, con una oferta culinaria amplísima que abarca desde tapas y raciones hasta platos de alta cocina. Sus bares y restaurantes son famosos en toda España por la calidad y variedad de sus propuestas, que van desde los clásicos hasta las creaciones más vanguardistas.

El gazpacho "gana" en Sevilla

La revista ha destacado que la comida más típica de Sevilla es el gazpacho, la famosa sopa fría elaborada a base de tomates, pimientos, pepinos, ajo, pan, aceite de oliva, vinagre y sal. Este plato es un clásico del verano andaluz, refrescante y nutritivo, ideal para combatir el calor de la región. En concreto, destacan que sería "un crimen" no mencionar este plato. Por otra parte, también destacan el cazón aliñado, los huevos a la flamenca y el bacalao con tomate.

Comidas más típicas en otras provincias andaluzas

La gastronomía andaluza es rica y variada, tal y como señala en su análisis la revista 'Viajar'. En Huelva, los protagonistas son los chocos, gambas y, sobre todo, el inigualable jamón de Jabugo, acompañado de unas deliciosas fresas de Lepe, que representan el 95% de la producción nacional.

En Cádiz, el plato estrella es el pescaíto frito, acompañado de otras delicias como el cazón en adobo, ortiguillas fritas, papas con choco y las emblemáticas tortillitas de camarones. En Málaga, el verano se disfruta con un refrescante ajoblanco, una sopa fría de almendras, ajo y pan, a menudo servida con uvas o melón.

Granada ofrece una experiencia culinaria única con sus famosos piononos, la tortilla de Sacromonte, el remojón granadino y las exquisitas berenjenas con miel. En Córdoba, la cocina mediterránea se saborea en platos como el salmorejo, flamenquines y la japuta en adobo.

Jaén, capital mundial del aceite de oliva, destaca con la refrescante pipirrana, una ensalada veraniega elaborada con productos de la huerta y, a menudo, acompañada de atún y huevo cocido. Finalmente, en Almería, destacan los gurullos, pequeños trozos de masa usados en guisos, como el de liebre en la comarca de Tabernas, y el famoso chérigan, una rebanada de pan con alioli y variados ingredientes, que es el aperitivo más popular de la provincia