¿Qué hace una clásica muñeca Marín gigante llenando la plaza de Callao de Madrid?

Durante años las muñecas Marín, las clásicas "gitanaspa encima del televisor" acompañaron muchos hogares. Ahora una de ellas de ocho metros de longitud está causando expectación en la plaza de Callao en Madrid. Y no es para menos. Ocho metros de una figura vestida con peineta blanca, clavel rojo y una bata de cola roja con lunares blancos, como no podía ser de otra forma.

No le falta un detalle. El pelo negro recogido en un moño, los brazos a punto de palmear y el cuerpo ligeramente girado para empezar a bailar. Desde que se ha puesto en la plaza no ha dejado de protagonizar vídeos de tiktok, post de Instagram y mensajes de Whatsap. Para los más jóvenes, de hecho, es la gitana del Whatsapp. Los que ya peinan canas (por mucho que se acuda a los tintes) es la figurilla típica de los bares en los que las tapas aún están escritas en pizarras y de las tiendas de recuerdos. Seguramente será la muñeca que más ha viajado. Hubo una época en la que era el regalo típico de los guiris que pasaban por España para sus familias. Alguna que otra ha adornado más casas en Francia e Inglaterra que en Sevilla o Cádiz.

Un enero con mucha moda flamenca en Sevilla con We love Flamenco y Simof que ha llegado en cierto modo hasta Madrid con volantes, lunares y mucho arte en forma de la conocida y clásica muñeca Marín, que hace décadas conquistó el mundo desde su fábrica de Chiclana de la Frontera.

Para los que se queden con ganas de conocer aún más sobre la "gitana de la tele", el Museo del Vino y de la Sal, situado en la Plaza de las Bodegas de Chiclana, alberga una exposición permanente en homenaje a José Marín Verdugo, creador en 1928 de la Fábrica de Muñecas de Marín; pero también a su familia y en especial a su hija, Anita Marín, y el de los trabajadores de la fábrica. La empresa mantuvo su actividad hasta 2014, año en el que se puso fin a una producción que duró 86 años.