Cita con los dulces de los conventos de Sevilla en el Real Alcázar

El horario es de 10:00 a 18:30 en el Salón Gótico y la entrada es por el Patio de Banderas

Más de 280 variedades procedentes de 20 conventos estará a la venta en el Real Alcázar hasta el 6 de diciembre si quedan existencias

Cuarenta años de los dulces de las monjas como antesala de la Navidad

La exposición de dulces de los conventos en imágenes

Los turistas también se rinden ante los dulces de los conventos de clausura
Los turistas también se rinden ante los dulces de los conventos de clausura / José Luis Montero

Las luces de Navidad, los belenes y los dulces de los conventos en el Real Alcázar. Estos son los tres anuncios de que se acerca la celebración del Nacimiento de Jesús. Este año la fecha se ha adelantado por la celebración del Congreso Internacional de Hermandades y Piedad Popular y en lugar del puente de la Inmaculada, la exposición y venta de los dulces será hasta el día 6 de diciembre. 

Son cuarenta años de antesala dulce de la Navidad y 280 variedades de 20 conventos en elSalón Gótico del Real Alcázar a las que es imposible resistirse. Recetas con siglos de antigüedad como los bollitos de Santa Inés, que prácticamente se mantienen como en la Edad Media, conviven en las mesas con variedades sin azúcar, libres de gluten o sin lactosa. 

Mucha almendra, nueces, miel, hojaldre, huevo, azúcar y canela, ingredientes a los que en los últimos años se ha añadido el chocolate. Todo productos de primer a calidad realizados con cariño, totalmente a mano y con muchas oraciones. Yemas, pestiños, tortas, turrones, mantecados. El mismo nombre pero con distinto apellido: de las jerónimas, de las dominicas, de las mercedarias, de las clarisas. Cada convento tiene su propia receta y se nota. Por eso cada año llegan hasta el Real Alcázar buscando los bizcochos marroquíes de Osuna o las tortas inglesas de las clarisas de Carmona.

Algunos de los productos que se venden.
Algunos de los productos que se venden. / José Luis Montero

“Lo importante no es lo que se venda, que normalmente se agota todo el producto, sino que sirve para recordar que las monjas tienen sus tornos abiertos todo el año. De hecho, para los conventos es tan importante la venta que se realiza como la visibilidad que se da a los dulces que elaboran durante todo el año”, explicó Claudia Hernández, organizadora de la venta de dulces de los conventos de clausura. 

Los dulces tienen el sello de calidad Ora et Labora, que garantizan un producto elaborado de una manera totalmente artesanal. Luisa es una de las voluntarias que atienden a los que se acercan a comprar los dulces al Real Alcázar. Conoce los productos de las clarisas de Marchena: mazapán, chulapillas (hecha de almendras, azúcar y cacahuete) o las tejas con un 50% de almendras y las yemas. Este año estas monjas traen como novedad turrones de sabores tan variados como vainilla, fresa o te matcha. 

El público acude cada año fiel a su cita con los dulces de los conventos.
El público acude cada año fiel a su cita con los dulces de los conventos. / José Luis Montero

En la provincia hay 34 conventos de clausura con 500 monjas. Los 20 conventos que exponen sus dulces en la muestra traen este año más de 280 variedades. Más de 22.800 cajitas de exquisiteces; unos 10.000 kilos de dulces. De ellos, siete son de Sevilla: San Leandro (agustinas), Santa Paula (jerónimas), Santa Inés (clarisas), San Clemente (cistercienses), Madre de Dios (dominicas), Santa Ana (carmelitas) y Santa María de Jesús (clarisas) y 13 de la provincia de Sevilla: jerónimas de Constantina y Morón, clarisas de Alcalá, Estepa, Marchena, Morón y Carmona, dominicas de Bormujos, mercedarias descalzas de Marchena y de Osuna, concepcionistas franciscanas de Osuna y carmelitas de Osuna y de Utrera. 

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