Cinco churrerías del centro de Sevilla en las que tomar unos 'calentitos' auténticos
Estas churrerías tienen especial demanda durante la Navidad y la Semana Santa.
Los churros, o calentitos, como se conocen en Sevilla, son unas espirales elaboradas a base de harina, agua y sal que se fríen a muy alta temperatura. En Sevilla y en la mayoría de lugares de España se suelen servir en dos momentos del día: durante los desayunos y las meriendas. En muchas ocasiones se acompaña de una taza de chocolate espeso en la que se moja el calentito. En otras se acompaña con azúcar blanca.
Gracias a su amplia tradición, la hispalense cuenta con numerosas churrerías en la que hacen esta elaboración de forma inimitable. Desde Vivir en Sevilla hemos seleccionado cinco de las calenterías sevillanas más famosas del centro de la ciudad.
Churrería San Pablo
Se trata de una de las churrerías más populares de la ciudad. Tan es así que acaba de recibir uno de los Soletes con solera de la Guía Repsol. Se encuentra en la calle Murillo, número 26, y leva trabajando este producto desde los años 50. Cuentan con un local pequeño en el que las colas de personas esperando su cartucho son visibles desde primera hora de la mañana.
La Centuria
La Centuria es uno de los bares más conocidos en la ciudad, especialmente durante la Madrugá sevillana en Semana Santa. Se encuentra, a fecha de noviembre de 2024, en la misma plaza de Encarnación en Sevilla, pero el próximo 2 de diciembre de este año se trasladará a la calle Imagen.
El Comercio
El Comercio, ubicado en la calle Lineros, 9, en pleno corazón de Sevilla, cuenta con los que presumen de ser los churros más largos Su horario es de 7:30 entre semana, menos los sabados, que abre a las 8:00. En su puerta suele haber una rueda de churros para que el que quiera pruebe.
Kiosco Los Especiales
Junto al puente de Triana, en la orilla de Sevilla, se encuentra uno de los puestos de churros más míticos de Sevilla. Su lugar estratégico lo convierte en una de las calenterías de más demanda especialmente en Navidad y Semana Santa. En este puesto venden tanto churros de rueda como de papas, rellenos o lazos mojados de chocolate. Estos se pueden acompañar de un chocolate caliente o café y se pueden tomar allí mismo, junto a la barra, o llevarlos para degustarlos por el camino o en algunos de los lugares que hay en el Muelle de la Sal, con vistas privilegiadas al puente.
Calentería 1860
En La Puerta de la Carne, junto a la entrada del Barrio de Santa Cruz, La Calentería ha estado dando vida a la ciudad desde 1860. Actualmente ubicado en el antiguo Palacio de Buenavista (S. XVI), ofrece una amplia terraza con vistas a los Jardines de Murillo desde donde saborear sus clásicos calentitos.
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