¿Qué disse cabessa? se queda 'colgada' en el Falla
Chirigota de Roberto Leal
La chirigota del presentador Roberto Leal decepciona con un repertorio que no engancha y a la vez deslucido por sus fallos de interpretación.
Original idea con tipo de cazadores con sus trofeos dándole la réplica en la pared.
Decepcionante estreno de la chirigota ¿Qué disse cabessa?, del presentador alcalareño Roberto Leal, en las tablas del Gran Teatro Falla, donde dejó un cierto sinsabor pese a llevar una buena idea tras seis años de ausencia. Y es que, ya sea por la disposición de su original puesta en escena (la de unos cazadores a los que sus cinco trofeos, en altura, les dan la réplica de una pared), los nervios o lo que sea, los problemas de interpretación deslucieron aún más un repertorio que, de más a menos, tampoco les ayudó a conectar con el siempre agradecido público de preliminares del Concurso Oficial de Agrupaciones Carnavalescas de Cádiz (COAC). Que eso sí, los despidió con una ovación.
Con el presentador de Operación de Triunfo apoyando a su agrupación desde bambalinas, ocho cazadores aparecen sobre el escenario casi a oscuras. Se intuye que falta algo. Se hace la luz y cinco cabezas de animales (las de una cebra, un león, un rinoceronte, un antílope y un jabalí) cuelgan de una pared para dar la réplica a sus verdugos: "mojón pa ti, mojón pa ti, mojón a ti (...) Por mí jártate de carne, pero que sea de carne mechá". Así se desarrolla una presentación simpática que termina con un guiño de Leal: "pues cruza la pasarela".
Los primeros problemas del grupo empiezan a acentuarse en el primer pasodoble, una pieza homenaje a los desparecidos Manolo Santander y Juan Carlos Aragón. "Si caminito del Falla, mi corazón palpita. Está claro señores, gloria bendita para los cadistas". Con dos frases capitales engarzadas, una de cada uno, arranca una letra hecha a base de trozos de sus legados. Deja vu que se va a repetir hasta la saciedad este concurso pero que aún así no está mal llevado, con una música sencilla minada por algunos problemas de afinación, sobre todo en la parte final. Segundo pasodoble para la lucha de los jubilados por unas pensiones dignas en el que sufren el mismo problema interpretativo.
No suben el nivel los cuplés, y tampoco ayuda el estribillo, en el que los trofeos responden a sus interlocutores que lo difícil es cazar a sus hijas, "con la cara que tienen". En el primero, al guarda del cortijo, "que es tan bruto que aún paga en pesetas", le pagan un viaje a Madrid y acaba hiriendo a diez actores del musical de El Rey León, por lo "realistas que son animales". El segundo, algo más resultón, va a la sesión compartida con la comparsa Antonio Martínez Ares, al que van a dejar el teatro "calentito", con remate para la entrevista que su autor le hizo hace algunas semanas en Canal Sur. La repiten si cantan "juntos en cuartos".
No remonta el popurrí, que empieza al ritmo del Ciclo sin fin para clavar "a laaaaaaa cigüeeeeeña" que han cazado en la pared. La puntilla pincha al integrante cuya cabeza asoma arriba... Destaca la cuarteta a la ya tan famosa como jartible "¡Estefanía"!, a la que encarna el rinoceronte preguntando quién la llama tanto. Es el antílope, que está a su lado con sus dos cuernos bien puestos vía La Isla de las Tentaciones.
No parece que tengan mucho que dessir en cuartos.
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