La chirigota de los Alvarado sigue sin levantar cabeza en el COAC 2025

Con tipo de pacientes con disfunción eréctil, la agrupación de Cádiz del premiado chirigotero sevillano y su hermano no entusiasma en su estreno por un repertorio previsible y sin chispa.

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Un momento de la actuación de la chirigota Los auténticos pitorrisas.
Un momento de la actuación de la chirigota Los auténticos pitorrisas. / Lourdes de Vicente

La quinta sesión de preliminares del Concurso de Agrupaciones Carnavalescas de Cádiz (COAC) 2025 tuvo este lunes como única participación vinculada a la provincia a la agrupación de José Antonio Alvarado, uno de los pocos autores sevillanos que ha logrado cosechar premios en el Gran Teatro Falla. Ahora junto a su hermano David, y con un grupo de Cádiz, en esta edición presenta la chirigota Los aunténticos pitorrisas, una propuesta que no apasionó anoche en su estreno.

Y es que la idea que trae este año el chirigotero sevillano, de pacientes con disfunción eréctil que acuden a consulta, se queda muy corta a la hora de poner en pie un repertorio que se aleje de la redundancia y los intentos de golpes previsibles. Así, desde la presentación, queda patente el tipo de humor, con el tacto rectal como eje, al que va a agarrarse la agrupación, cuyo "muñequito no quiere mirar al cielo", por lo que es seguro "que ese tío va meterme el dedo en el ... ¡Ahhh! (...) y me dice que no duele, pero tú ten por seguro que eso huele". Acude en esa en primera pieza a parte de la música de la presentación de Las pito-risas, primer premio de chirigotas del año 2008, con la que juega también en su nombre: "qué está pasando, qué estoy sintiendo, que los urólogos se meten en mi cuerpo".

Se vienen algo arriba en los pasodobles, con "acordes muy sencillitos (...), cantaíto y sin cosas raras para que puedas enamorarte", pero ambos a temas carnavaleros. El primero a cómo conciben musicalmente y temáticamente su pasodoble, "que no hace falta cantar bonito como si fuéramos los triunfitos en una Feria, ni hacer reír sin ningún sentido: lo que hace falta es cantar con gracia a los problemas de la ciudad". Remantan sentenciando que lo hacen "así sin más, como me enseñó mi padre en su regazo, y, aunque me lleve otro latigazo, así es como voy a cantar". En el segundo enumeran los autores que regresan este año al concurso para acabar pidiendo que haya más "gaditanismo" en las letras, que no se muevan "sólo por el dinero" para no dar un mal ejemplo a la cantera, una crítica cuyos argumento flaquean si se escuchan los concursos infantiles y juveniles.

Flacidez de nuevo en unos cuplés a base de cupletinas que no funcionan para caerse por completo en un popurrí puro chicle de oda al pánico a que les metan el dedo en el culo, la viagra y un largo etcétera manoseado entorno a la potencia sexual masculina, con un peculiar canto vitalista de remate: "por eso levanta cabeza, que sólo se vive una vez nada más". Esto no hay que ni quien lo enderece.

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