Día del lector: cuatro libros ambientados en Sevilla

Cada 24 de agosto se celebra el Día del Lector en conmemoración al escritor Jorge Luis Borges, quien se consideraba, más que un escritor, un lector y que falleció tal día como hoy. Esta celebración, que es de gran importancia en Argentina, viene cargada de eventos en torno a este literato y a la lectura, especialmente en el país sudamericano.

Desde Vivir en Sevilla no nos hemos querido perder esta oportunidad para hablar de cuatro libros que están ambientados en la ciudad y que en muchos casos no son tan conocidos como otras obras de la literatura.

Venganza en Sevilla, de Matilde Asensi

Ambientada en el año 1607, la novela gira en torno a la figura de Catalina Solís, una mujer que juró a su padre acabar con los Curvo y para llevar a cabo esta venganza elige una de las ciudades que en el siglo XVII gozaba de una gran riqueza: Sevilla. La Catedral, la Giralda y la Torre del Oro son algunos de los escenarios clave que aparecen en la novela, que encandilará a todos aquellos que disfruten con un buen libro de aventuras.

El ciego de Sevilla, de Robert Wilson

El protagonista de esta novela es Javier Falcón, un detective de homicidios que debe acabar con un asesino que está generando mucho impacto en Sevilla. El autor no se decantó por ningún tópico y decidió meter en el libro todas las tradiciones sevillanas como la Semana Santa, la Feria de Abril y los toros. También se puede ver una miniserie de televisión basada en la novela.

Los últimos caminos de Antonio Machado, de Ian Gibson

El hispanista Ian Gibson en esta ocasión recorre los últimos años de Machado a través de su poesía, sus testimonios y caminos que lo llevaron, como a muchos otros intelectuales, al exilio (y también a la muerte) en suelo francés.

Voz de vieja, de Elisa Victoria

Elisa Victoria debutó con la novela Vozdevieja con una historia protagonizada por una abuela y una nieta durante el caluroso verano sevillano. Marina (o Vozdevieja, como la llaman en el cole) se debate entre la niñez y la adolescencia en el asfixiante verano que siguió a la Expo del 92. Es una novela algo escatológica pero con muchos detalles que hacen viajar al lector al pasado de la ciudad.