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Diez palacios de Sevilla que pasan desapercibidos pero que son obras de arte

La casa del Pumarejo cumple 20 años como BIC sin obras a la vista. / José Ángel García

Sevilla cuenta, entre sus calles, con numerosas construcciones que tienen un gran legado histórico y que son auténticas joyas arquitectónicas. Desde sus casas de vecinos con patios centrales repletos de flores hasta fachadas majestuosas que llaman la atención de todo el que pasa junto a ellas, la ciudad hispalense cuenta también con un gran legado palaciego. A diferencia de lo que se puede entender por palacio, en la capital andaluza las casas de este tipo son de menor tamaño pero de una gran riqueza digna de ver, ya que muchos de ellos son visitables.

Palacio de los marqueses de La Algaba

El Palacio de los marqueses de La Algaba se encuentra en la Plaza de Calderón de la Barca, en el Casco Antiguo de Sevilla. Se construyó en el año 1474 por Juan de Guzmán, primer Señor de la Algaba, y es uno de los exponentes del arte mudéjar civil en Sevilla. A lo largo de los siglos ha tenido diversos usos: como teatro (se llamaba Teatro Hércules) como casa de vecinos o como cine de verano. En la actualidad alberga el Centro de Arte Mudéjar de Sevilla y a lo largo del verano celebra noches de música y teatro.

Palacio de los marqueses de La Algaba / Wikimedia

Palacio de Lebrija

Se encuentra al inicio de la calle Cuna y se construyó como una casa señorial sevillana en el siglo XVI. Sin embargo no se empezaría a considerar una obra de arte arquitectónicamente hablando hasta que la Condesa de Lebrija, enamorada de la arqueología, compró la casa familiar y la restauró. En ella atesoró una colección de mosaicos romanos y piezas arqueológicas de diferentes épocas que son todo un legado histórico en la actualidad.

La condesa de Lebrija compró el palacio en 1901 y tardó 13 años en reformarlo por completo.

Casa de los Pinelo

Este edificio, orignal del siglo XVI, se encuentra en la calle Abades y fue construido para el canónigo de la catedral hispalense, don Diego Pinelo. Era una de las casas palacio más importantes de la ciudad y como tal en su interior había elementos de gran riqueza que provenían de la arquitectura renacentista italiana. En la actualidad, el edificio acoge las Real Academia Sevillana de Buenas Letras y la Academia de Bellas Artes de Santa Isabel de Hungría. Está en el Casco Antiguo de la ciudad.

Uno de los patios que conforman la Casa de los Pinelo. / Juan Carlos Vázquez

Palacio de Villapanés

Este palacio se encuentra en la calle Santiago y en la actualidad alberga un hotel de lujo. Fue construido en el siglo XVIII y supone una de las mayores manifestaciones de la arquitectura barroca civil en Sevilla. De él llama la atención especialmente su patio central con columnas de mármol y unas elevadas palmeras palmeras. Se dice que el patio de las Conchas de esta casa palacio fue el punto de partida original de la Ruta Xacobea Vía de la Plata, en cuya fuente los peregrinos debían lavar sus manos antes de arrancar su periplo.

Casa Palacio del Pumarejo

Esta casa-palacio, ubicada en la plaza del Pumarejo, fue la residencia del conde Pedro Pumarejo, un mercader que traía sus productos de la India. Posteriormente se usaría como residencia para niños huérfanos, como casa de vecinos y, en la actualidad, como centro social. Fue construido en el siglo XVIII y actualmente está declarada Bien de Interés Cultural, conmemoración que lo protege ante los intentos de varias empresas privadas de adquirirlo para convertilo en un hotel.

La casa del Pumarejo cumple 20 años como BIC sin obras a la vista. / José Ángel García

Palacio de Monsalves

Fue construido en el siglo XX como residencia del Marqués de Aracena a partir de un proyecto de Aníbal González y si por algo se ha hecho famoso en los últimos años es porque sirvió de escenario para la serie de televisión Allí abajo. Se planea que en el futuro este edificio sea una ampliación del Museo de Bellas Artes de Sevilla. 

Imagen del Palacio de Monsalves. / Juan Carlos Muñoz

Palacio de Altamira

Don Diego López de Stúñiga fue la persona que ordenó en el siglo XIV que se levantara este edificio, que pasaría siglos más tarde a formar parte del Condado de Altamira. El palacio tiene ciertas similitudes con el palacio mudéjar de los Reales Alcázares. Actualmente es la sede de la Consejería de Cultura del Ayuntamiento de Sevilla y está declarado Bien de Interés Cultural

Palacio de Altamira / Wikimedia

Palacio del marqués de la Motilla

Se trata de uno de los edificios más llamativos del centro de la ciudad porque parece de origen medieval pero lo cierto es que cuando se construyó se trató de imitar la arquitectura del Palacio Vecchio de Florencia. Este palacio se erigió en el siglo XX ante la obligación de ensanchar la calle Laraña.

Palacio del marqués de Motilla / José Ángel García

Palacio de Miguel de Mañara

Situado en la judería, en este palacio renacentista nació Miguel de Maraña, impulsor y benefactor de la Hermandad y Hospital de la Caridad. A comienzos del siglo XX se convirtió en fábrica de corcho, almacén de hilaturas y colegio. A día de hoy, es la sede administrativa de la Dirección General de Bienes Culturales de la Junta de Andalucía.

Palacio de Mañara, ubicado en la judería. / D. S.

Casa de las Sirenas

Es un palacete residencial del siglo XIX, de estilo francés, ubicado en plena Alameda de Hércules. Su construcción fue ordenada por Lázaro Fernández de Angulo, marqués de Esquivel, quien después la vendió, llegando a ser abandonada en la década de 1980.

Tras su abandono y gran deterioro, en 1992 fue restaurado por el Ayuntamiento y actualmente es el Centro Cívico del Distrito “Casco Antiguo”.

Casa de las Sirenas / Wikimedia

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