El bebedero para perros más antiguo de Sevilla, una construcción del siglo XVII

Este bebedero se encuentra en la entrada del Hospital de la Caridad y se construyó para las mascotas que acompañan a sus dueños a esta institución.

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La fachada de la iglesia del Hospital de la Caridad.
La fachada de la iglesia del Hospital de la Caridad. / Juan Carlos Muñoz

Sevilla cuenta con numerosos rincones que guardan historias curiosas y muy desconocidas. Desde calles con estatuas de mármol de la que han surgido leyendas hasta casas que dicen estar encantadas o lugares que han servido de inspiración para crear algunas de las óperas más conocidas sobre la ciudad.

Uno de los sitios que más desapercibidos pasan se encuentra junto a la puerta del Hospital de la Caridad, ubicado en el Casco Antiguo, y se trata del bebedero para animales más antiguo de la hispalense.

La historia del bebedero

Para comprender la historia de este bebedero es necesario conocer la del Hospital de la Caridad. Esta institución fue fundada en el siglo XVII por el aristócrata Miguel Mañara, quien preocupado por la situación de las personas pobres en Sevilla impulsó de un hospicio y dos enfermerías en las que pudieran ser atendidos. En muchos otros hospitales no admitían a indigentes enfermos, por lo que Mañara decidió crear un espacio donde se pudiera curar a esos enfermos en la propia Hermandad de la Santa Caridad. Fue tal la obra caritativa de Mañara que aun a día de hoy sigue activa.

El hospital cuenta con tres grandes salas, que se construyeron aprovechando las Atarazanas Reales de la época de Alfonso X El Sabio. En uno de los patios del hospital hay una placa de cerámica que recuerda que Mañara pasó allí los últimos días de su vida.

Junto a la puerta del hospital, ubicado en el número 3 de la calle Temprado, en el barrio del Arenal, se puede observar una zona en la que en ocasiones hay grandes maceteros que adornan la fachada del edificio. Junto a ellos, en el suelo de la entrada, se puede observar una hendidura de color negro que tiene agua en su interior.

Aunque pasa desapercibido se trata del bebedero para perros más antiguo de la hispalense. Este se construyó para que las mascotas que acudieran junto a sus dueños al hospital tuvieran un lugar en el que poder beber. A pesar de que no hay constancia documental de cuándo se hizo dicho bebedero, se sospecha que pudo construirse cuando se hizo la obra del edificio, por lo que también podría datar del siglo XVII.

A pesar de los años que tiene, tanto el hospital como este bebedero siguen funcionando a día de hoy, por lo que quien pasee por la zona podrá observar cómo en él siempre hay agua.

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