Bares en Sevilla con las tres 'B': bueno, bonito y barato

Comer en Sevilla es sinónimo de ir de tapas, especialmente si se acompañan de algún vino casero o de una cerveza bien fría. Sin embargo, en la ciudad hispalense hay tantos bares de diferentes estilos que en ocasiones es difícil elegir los mejores, sobre todo si se quiere comer bien, degustar productos típicos de la tierra y hacerlo en un ambiente de barrio, de los de siempre, en los que los precios de antes se han mantenido, al igual que sus recetas.

Aunque parezca una tarea casi imposible en la capital sigue habiendo muchos establecimientos que reúnen todas estas características, si bien es cierto que cada vez es más complicado dar con ellos. Para quienes anden perdidos y busquen bares que reúnan las tres 'B' (bueno, bonito y barato), aquí dejamos algunas sugerencias que suelen ser populares entre los propios sevillanos y sevillanas.

Casa Morales

Casa Morales, ubicada en la calle García de Vinuesa, número 11, se fundó en el año 1950, por lo que se trata de uno de los bares con más solera de la ciudad. En su oferta destacan las tapas tradicionales como las espinacas con garbanzos o el bacalao con tomate, las chacinas y salazones o los platos de cuchara, como las patatas con chocos o los fideos a la marinera.

Este sitio es tan conocido en Sevilla que por él han pasado famosos de la talle de Rosalía. La decoración de este lugar junto a la calidad de su cocina y sus precios lo convierten en una apuesta segura para tapear por Sevilla.

Taberna Coloniales

La Taberna Coloniales, con dos establecimientos en la ciudad, uno en la calle Fernández y González (muy cerca de la Catedral de Sevilla) y otro en la plaza Cristo de Burgos (con terraza) es famosa por servir platos contundentes a precios muy competitivos. Entre sus opciones encontramos el manjar blanco, con pollo y nata, solomillo al whisky, croquetas caseras, algunos tipos de frituras o patatas bravas, entre otras opciones, todas igual de buenas y baratas.

El único inconveniente de este sitio es que, gusta tanto, que es imposible llegar y coger mesa sin esperar, pero merece la pena guardar la cola para entrar.

Casa Casimiro

En la Avenida de Coria y colindando con el barrio trianero de El Tardón se encuentra este emblemático bar que mezcla la comida tradicional andaluza con la gallega. De aquí son especialmente famosos sus calabacines fritos, su pulpo a feira (a la gallega, como se dice en Sevilla) o sus papas arrugás con mojo picón. Cuentan, además, con muchas otras preparaciones caseras como croquetas o flamenquines a precios de infarto. El local es pequeño por dentro pero cuenta con una gran terraza por lo que se convierte en la opción perfecta para la hora del almuerzo en los días soleados del invierno.

Las Golondrinas

También en Triana se encuentra uno de los establecimientos más emblemáticos del barrio: Las Golondrinas. Sus inicios se dieron en el año 1962 y posteriormente el bar fue traspasado, en 1980, a Paco Arcas, un cartero que trabajaba por la zona. En la actualidad el bar ha pasado a manos de su familia, que consiguió abrir un segundo local en la calle Pagés del Corro y que hoy se ha convertido en el más conocido. De aquí son especialmente famosos sus champiñones rellenos o el solomillo.

Casa Ricardo

Los amantes de las croquetas no podrán irse de Sevilla sin probar las de Casa Ricardo, ubicada en la calle Hernán Cortés, número 2. Aunque cueste trabajo hacerse con un hueco para poder comer en este bar, merece la pena la espera. Sus croquetas están consideradas como unas de las mejores de la ciudad. El bar cuenta con una decoración muy sevillana, con estampas e imágenes cofrades en sus paredes y con música de Semana Santa de fondo. Además de las croquetas también hay piononos de bacalao, canelones, solomillo al Pedro Ximénez o camembert frito con arándanos.