Cuatro alimentos verdes que no deben faltar en tu dieta
Los alimentos de esta tonalidad, como las espinacas o el pepino, reportan muchos beneficios a la salud
La gran variedad de colores presentes en las frutas y verduras se deben a una serie de fitronutrientes, que funcionan como un químico natural para proteger la planta de efectos externos. Cada color indica una abundancia de nutrientes específicos, de ahí que los alimentos verdes entren dentro de una categoría específica.
En este caso, los alimentos de color verde como las espinacas, la lechuga, el brócoli o los pimientos verdes, son ricos en ácido fólico e isoflavonas que, entre otras cosas, trabajan como antioxidantes depurando el organismo, evitando el riesgo de enfermedades cardiovasculares y mejoran la salud ósea.
Antes de indagar en las mejores prácticas para introducir alimentos de color verde sin problema en un menú saludable, es importante conocer qué ofrecen estos alimentos y sus características nutritivas. Entre los alimentos más consumidos, destacan las espinacas, la manzana verde, el brócoli y el pepino.
Cuatro alimentos, cuatro beneficios
En el caso de las espinacas, esta verdura puede tomarse en crudo o cocinada, y es una gran fuente de hierro, calcio, magnesio y ácido fólico, lo que le aporta beneficios a la hora de reforzar huesos y el sistema inmunológico.
Por su parte, la manzana verde, si se toma con piel, hace de cepillo de dientes natural. Además, esta fruta contiene mucha fibra, lo que le hace perfecto como alimento saciante antes o después de las comidas.
En el caso del brócoli, este alimento, que se ha convertido en el enemigo de los niños, es una gran fuente de antioxidantes y vitamina C, que mejoran la elasticidad de la piel y favorece la producción de colágeno.
Por último, el pepino es un alimento perfecto para el verano, gracias a su contenido en agua. Cargado de vitaminas y propiedades antiinflamatorias, es perfecto para tomar en ensalada e incluso para infusionar agua.
Elaboraciones sencillas y refrescantes
Gracias a la diversidad de elaboraciones de estos alimentos, siguiendo unos sencillos pasos o hábitos se pueden introducir sin ningún problema. Pueden formar parte de la base de batidos o smoothies como las espinacas o el pepino, que les aportan todos los nutrientes y el característico color verde.
En cremas de verduras, el calabacín o el puerro son los reyes y, además, si se elaboran con leche o nata sin lactosa, se aligera el plato pero con todos los beneficios y textura de incorporar un lácteo a una crema o batido.
Emplear las hojas de la lechuga en lugar de tortitas de maíz para preparar rollitos con pollo a la plancha, verduritas o queso sin lactosa también es una buena opción. Preparar salsas rápidas verdes, como un pesto de espinacas y aguacate, y en sopas o cocidos no olvidar las hierbas frescas como el cilantro o el perejil, además de aportar sabor, son muy digestivas.
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