Tejer vida y esperanza desde el voluntariado de Caixabank
Tejer une a generaciones. Las abuelas cuentan historias mientras que la lana va tomando forma de chaleco y bufanda y las madres enseñan cómo es mejor echar los puntos para que el resultado final no quede apelmazado. Cuando se teje, el movimiento casi mecánico, permite hablar y comentar. En 2018, un grupo de 26 voluntarias de CaixaBank en Sevilla crearon ‘Tejer Esperanza’, un proyecto que, a través de la costura y de talleres repercute en las familias de personas, sobre todo niños, que tienen largos periodos de ingresos en centros hospitalarios.
Desde su creación no han parado de ayudar a los demás aguja y ovillo en mano. Han elaborado turbantes de punto para la Asociación Española Contra el Cáncer (AECC), confeccionado pulpos de lana para recién nacidos y bebés prematuros, Los Pulpos de la Vida, como los llaman, han impartido talleres de costura a jóvenes, o han elaborado mantas para personas mayores que se encuentran en residencias, entre otros. Actualmente, y desde hace un año y medio, elaboran prótesis de mama de punto para mujeres enfermas de cáncer.
Arancha Tomé Muguruza y Josefa Acevedo son dos de las 22 voluntarias de Caixabank que participan en esta actividad. Todas son mujeres. "Empezamos en el Hospital Virgen del Rocío porque iba de voluntaria con Andex", recuerda Arancha Tomé. "Allí detectamos la necesidad que tenían de llenar el tiempo, sobre todo de los padres y madres que querían tener una actividad para ellos. A través del voluntariado de Caixabank comenzamos el proyecto para enseñarles a tejer a aquellos que quisieran", recuerda Arancha.
Actualmente colaboran con Andex y la planta de oncología pediátrica del Virgen del Rocío. "Comenzamos haciendo trajecitos para los muñecos pelones que vendían, luego hicimos pulpos de lana para los recién nacidos. Apoyados por esta asociación, además de enseñar a tejer a los padres, a los pequeños le mostramos cómo hacer cosas más sencillas como los pompones.
"Tanto los padres como los niños preguntan continuamente cuándo vienen las tejedoras. Llevamos el material que, por cierto, algunas veces nos donan otras tejedoras. Cuando más hicimos fue durante la pandemia. Fue entonces cuando empezamos a hacer los trajecitos para los muñecos de Andex, los turbantes para la Asociación Española Contra el Cáncer y los pulpos para los bebés prematuros", explican.
Cuando se teje, lo mejor es seguir "lo que vaya pidiendo la lana" y, en este caso, de la entrega de los turbantes para AECC surgió la idea de hacer prótesis exteriores de mama para las prendas", una opción muy cómodas para las mujeres que se han sometido a mastectomías u otros procedimientos en la mama. "En 2020 hicimos unas 300".
Josefa tejía desde pequeña. "Cuando Arancha me dijo que podríamos hacer esta actividad nos apuntamos. Íbamos todos los miércoles. Las dos estábamos en la junta directiva del voluntariado de Caixabank". Pero lo que más destacan es lo mucho que disfrutan "tejiendo y acompañando a la gente, cuando ves que hay personas buenas dispuestas a dar su tiempo por los demás".
Temas relacionados
No hay comentarios