Setas sí, pero con cuidado

Temporada de recogida de setas

Las setas son un plato delicioso, pero también peligroso si se desconocen

Recolección de setas

Dicen los especialistas en setas que, ante la duda, no coger nunca las setas ni los hongos y, que siempre hay que ir con mucha prudencia a la hora de salir al campo con la idea de hacer un buen salteado con las setas que se recojan.

Por eso, algunos recomiendan que, aún estando seguros de que el fruto es comestible, siempre es conveniente guardar un trozo del ejemplar por si hay algún tipo de intoxicación. Y, a la hora de recogerlas, es mejor llevar guantes.

En todo caso, lo mejor, es no dejarse llevar por el entusiasmo y tener la suficiente prudencia para que el día de campo no se convierta en una noche en el hospital ( en el mejor de los casos, porque hay setas y hongos cuyo consumo es mortal).

Por eso, es necesario acudir a un experto micólogo o a varias guías antes de tomar una decisión.

Lo que está claro es que cuando se trata de la salud, o incluso de la vida, las creencias populares no son una garantía suficiente.

Algunas comunidades autónomas y ayuntamientos disponen de servicios de análisis, a veces gratuitos, donde se puede comprobar con total seguridad si las setas son tóxicas.

También algunas sociedades micológicas ofrecen en temporada un servicio de asesoramiento e identificación

Setas mordidas

En todas las salidas al campo con la cesta en el brazo y la navaja en la mano hay alguien que dice que si las setas están mordidas por animales son comestibles. Es un grave error.

Puede que sean un manjar delicioso para los habitantes del bosque no quiere decir que tengan el mismo efecto en los humanos.

La plata o los ajos como alarma

Es falso que durante la preparación de las setas, si se hierve con una cuchara o utensilio de plata y éste se vuelve negro la seta es tóxica, y si la plata no se ennegrece es comestible. Es una creencia que no tiene fundamento.

Algo similar ocurre con los ajos y cebollas, que se oscurezcan al hervir con las setas corresponden más al componente del fruto que a su toxicidad.

El veneno no desaparece

Las setas tóxicas lo son siempre. El veneno no se desvanece si se cuecen, se dejan en vinagre o salmuera o se cocinan bien.

Los colores

Al contrario que ocurre con muchos animales, los cambios de color en la seta no indica su veneno. De hecho, los níscalos, que no son tóxicos, cambian de color al partirlos, mientras que la Amanita falloides, que puede ser mortal, no cambia de color.

Lugar de nacimiento

Existe la creencia generalizada que las setas que nacen en la madera son comestibles todas, algo totalmente falso. Hay algunas que sí y otras que no.

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