Salir a comer: Un café con alma de barrio

Vista general del Café del Valle, ubicado en el barrio de Los Remedios y que abre desde el desayuno hasta la noche.
Vista general del Café del Valle, ubicado en el barrio de Los Remedios y que abre desde el desayuno hasta la noche.
Ángela Serrato

24 de abril 2014 - 01:00

CAFÉ DEL VALLE

La historia de los hermanos Jesús y Miguel Ángel Tudela Esteban comienza lejos del barrio de Los Remedios, donde ahora regentan juntos un local fuera de lo común. Concretamente, en su Mérida natal, donde nacieron y vivieron antes de que el segundo partiera hacia Sevilla para estudiar y trabajar como arquitecto y el primero hacia Madrid, donde trabajó en locales tan conocidos como el Café del Nuncio, en La Latina. Hace unos años, los hermanos decidieron emprender juntos una aventura empresarial que los llevó a abrir el 21 de diciembre de 2012 el Café del Valle, un establecimiento con alma de barrio que ha conquistado a sus vecinos.

La jornada en el Café del Valle empieza a primera hora de la mañana con una carta de desayunos que incluye pan artesano (con seis levaduras y cereales además de su versión integral) para las tostadas, un café especial y hasta cuatro tipos de leche (incluida la de soja y sin lactosa). Un espacio luminoso gracias a su amplia cristalera y una decoración cuidada hasta el más mínimo detalle ayudan a que el local se haya convertido en cita obligada para vecinos del barrio, por lo que es frecuente verlo lleno a la hora del desayuno.

A media mañana comienzan a entrar los primeros clientes en busca de algo para picar y la carta del local -que sólo sirve platos que no necesitan de cocina- está llena de sugerencias que conjugan lo tradicional y el toque diferente que sus dueños han procurado siempre para él. Así, entre el listado de montaditos, las recetas más clásicas ceden espacio a otras más innovadoras, siendo el vegetal (verdura a la parrilla, lechuga y tomate) y el de pollo con mostaza de dijon los que más aceptación tienen. También las ensaladas están entre los platos favoritos de los asiduos al Café del Valle, que saben también que los ibéricos (sobre todo el queso) de los hermanos extremeños es algo que hay que probar al menos una vez.

La carta de vinos del local reúne clásicos (riojas, riberas y ruedas) e incorpora algunas referencias de vinos andaluces y extremeños. Todos se sirven por copa y están seleccionados para que sean maridados con la carta del establecimiento.

Pero si hay una hora de visita obligada al local - la comida se sirve en cualquier momento del día o de la noche- es la de la merienda. Las tartas son, sin duda, las grandes protagonistas de este momento -los hermanos recomiendan probarla de zanahoria-, ya que son elaboradas de manera artesanal en varios obradores locales.

Los zumos y batidos de fruta natural que se preparan en el momento o la extensa carta de tés para tomar en frío o en caliente son otros motivos para pasar la tarde en el Café del Valle. Al ritmo de un discreto hilo musical a base de jazz, el día da paso a la noche en el local, que hace más tenue su iluminación para los que quieran disfrutar de una primera copa en él. En la carta: una quincena de cócteles y hasta 20 tipos de ginebra.

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