Ruta por los crímenes, robos y secuestros históricos de la crónica negra de Sevilla

Ubíquense en el verano de 1903 a las orillas del río Guadalquivir. Miembros de un cuerpo descuartizado comienzan a aparecer a lo largo de la ribera. Parece la narración de un nuevo thriller de Netflix, pero sucedió en Sevilla, conmocionó a la ciudad y los periódicos de la época así lo registraron. La crónica negra de la ciudad desde el siglo XVIII hasta mediados del XX es el tema de la ruta guiada que los investigadores de Sevilla a la Carta proponen durante el mes de octubre. Un trabajo que trasciende lo anecdótico y que refleja hechos históricos alejados de "otras visitas guiadas basadas en historias de fantasmas o leyendas que se alejan de los hechos reales", comenta el investigador y diseñador de la ruta Rafael Díaz. Crímenes, robos, secuestros y accidentes que marcaron tres siglos de la ciudad y que aún muchos desconocen.

No hace falta irse a la ficción para que los vellos se ericen con sucesos dignos de película. Una vez más, la realidad supera a la ficción: "Esta no es una ruta paranormal o de miedo, es un apasionante recorrido basado en documentos históricos, que te permite conocer una época tan insegura en la que era lógico salir siempre acompañado de tu navaja", relata Díaz.

Son varios los puntos marcados por un grave incidente que se visitan a lo largo del recorrido de esta ruta, que arranca el sábado 1 de octubre y que se desarrolla en la zona de Triana, el Arenal y la zona monumental del Casco Histórico. Múltiples escenarios de crímenes y sucesos reales contados al anocher que se presentan acompañados de expedientes, pistas y periódicos de la época como pruebas.

Crimen en la Punta del Diamante

Entre la calle Alemanes y la Avenida de la Constitución, donde en la actualidad se encuentra un Starbucks, se encontraba la llamada Punta del Diamante. Allí, en 1933, durante la II República, el joven torero Rafaelito Bienvenida fue asesinado. Un niño, de linaje taurino, que, tras una acalorada discusión fue asesinado de dos tiros por el administrador y hombre de confianza de los Bienvenida. A día de hoy, sigue siendo un misterio el verdadero motivo del crimen.

Descuartizador de Sevilla

En el verano de 1903, a orillas del Guadalquivir, aparecieron miembros de un cuerpo descuartizado. En esta ruta, la parada llega al Arenal, justo en la calle General Castaños, donde, según las pesquisas, tras el asesinato, trasladaron el baúl con el cuerpo. Nunca se supo la identidad del cadaver del que, finalmente, se deshicieron desmenbrándolo y arrojándolo a lo largo de la ribera del río.

Alcalde del crimen

En el entorno de la calle Sierpes y la Plaza de San Francisco, aparecen los hechos más truculentos del siglo XVIII. Concretamente, en la calle Jovellanos se hace parada para rememorar la historia del ilustrado que le da nombre. No muchos saben que el ilustrado realizó sus primeras tareas profesionales en Sevilla como Alcalde del Crimen, figura funcionaria encargada de la investigación y juzgar los crímenes.

Un bandolero descuartizado

También ubicados en el siglo XVIII, se reseña el caso del famoso ilustrado y juez Francisco de Bruna (con calle cerca de la Plaza San Franciso), quien persiguió y buscó al famoso bandolero Diego Corrientes. Juzgado y condenado a la horca, su cuerpo fue descuartizado y repartido por los lugares donde el bandolero cometió sus fechorías.

Robo en el Hotel Cecil y últimos asesinados con garrote vil

En la Plaza Nueva, donde en la actualidad hay un edificio administrativo se la Junta de Andalucía, en 1959 se ubicada el Hotel Cecil. Una noche, dos encapuchados cometieron un robo y dejaron un policía muerto por disparo. Rápidamente, se buscaron a los culpables y fueron sentenciados, sin realmente quedar demostrado que fueran los que cometieron los hechos. Fueron los dos últimos sentenciados a muerte en Sevilla con garrote vil. El ejecutor fue Bernardo Sánchez Bascuña, verdugo titular en Sevilla entre 1949 y 1972. Fue también verdugo de los sentenciados en el famoso crimen de las estanqueras en Sevilla de 1956.

Tragedias en el tranvía

Muchas son las tragedias recogidas hasta mediados del siglo XX a causa del tranvía. En esta visita guiada destacan el impacto del mismo con el paso de palio de la Virgen de la O en la calle San Jorge en 1943 (una placa recoge en el lugar el suceso), el choque en la calle San Jacinto, que ocurrió cuando el tranvía bajaba por el puente de Triana, o el apuñalamiento del tratante de ganado Joaquín Baena en el travía a la altura del Altozano.

Historias de la cárcel del Pópulo

La antigua cárcel del Pópulo, actual mercado del Arenal, se construyó para cerrar la Cárcel Real (sede hoy de Caixabank en la calle Sierpes). De este espacio se cuentan muchas historias, pero una de las más populares gira en torno a las saetas que los presos cantaban desde las ventanas al paso de palio de la Esperanza de Triana.

Envenenamientos

Curiosos resultan dos envenenamientos registrados en el siglo XIX. "Estos casos han sido extraídos del Archivo Municipal; hay que tener en cuenta que muchos expedientes desaparecieron tras el incendio de la Real Audiencia, actual Fundación Cajasol", cuenta el investigador Rafael Díaz. Uno con horchata y otro con chocolate (una pareja le ofrece chocolate a su conyuge y resulta envenenado), son los peculiares casos de envenenamientos registrados.

Robos en la Catedral

Dos fueron los robos más importantes acaecidos en la Catedral. Por un lado, es atacado el cuadro de Murillo de San Antonio en la capilla bautismal y se corta una parte del lienzo que apareció más tarde en venta en Nueva York. Por otro, en los años 50, robaron las joyas de la Virgen de los Reyes. El ladrón huyó en tren con destino a Francia y al sentirse acorraldo por la policía comenzó a arrojar las joyas a las vías del tren.

Secuestro y asesinato de un niño en el Hotel Madrid

En la Plaza de la Magdalena se ubicaba el famoso Hotel Madrid. El hijo del propietario de 4 años fue secuestrado y asesinado en 1868. En la Iglesia de la Trinidad se encuentra el monumento funeario del pequeño.

El huerto del francés, el primer crimen mediático en la prensa española

En 1904, en Peñaflor, se produjo el primer crimen mediático de la prensa española. La historia arranca con dos hombres que, bajo la excusa de jugar una timba, atraen a sus presas hasta el lugar donde posteriormente son asesinados y los criminales se quedan con el dinero. La Guardia Civil, en la búsqueda de un desaparecido, finalmente descubre en el huerto donde los cadáveres eran enterrados un total de seis muertos. Los dos culpables (uno de ellos francés, de ahí el nombre de los crímenes del huerto del francés) fueron trasladados a la cárcel de Pópulo y sentenciados a garrote vil.

Inscripciones en la ruta

Apta para mayores de 14 años, los interesados en inscribirse en la ruta, que se celebra los sábados 1, 15 y 29 de octubre, a las 20:00, deben contactar con www.sevillalacarta.com/sevilla-criminal o en el teléfono 663 065 090. El precio es de 8 euros por persona (menores de 10 años gratuitos) o precio especial para grupos concertados.