Rock de la tierra con la banda Malabriega

Llevan desde 2009 improvisando, investigando y jugando a mezclar estilos musicales. En 2016 lanzaron su primer EP, La Duda, compuesto por cuatro canciones, y ahora sacan al mercado su primer trabajo discográfico, Fiebre. Ahora, la banda sevillana Malabriega presenta su disco en un concierto mañana a las 21:00 en la Sala Even (C/ José Díaz, 5).

Compuesta por Juan Castro, la voz de la formación; Joaquín Sainz, a la guitarra eléctrica; Sergio Carmona, al bajo; Raúl Gómez, a la batería; Manuel Soto, Noly, a la guitarra flamenca, y Luis Oria, la banda surgió como un proyecto que buscaba abordar distintos géneros, como el rock, el flamenco o el jazz. Durante unos años la banda cambia de integrantes a la par que actúa en algunos locales. Pero no es hasta 2014 cuando Malabriega se estabiliza y se asienta con sus actuales miembros para emprender un proyecto de mayor envergadura. "Tras establecer las bases decidimos sacar nuestro primer EP, que tuvo muy buena acogida por parte del público. La gente nos escuchó y se empezó a preguntar quiénes éramos", comenta Joaquín Sainz. Con un concepto musical que bebe del rock andaluz, Malabriega se define como una banda de fusión de estilos. "Nos gusta llamarlo rock de la tierra, porque hemos cogido las herramientas que bandas míticas como Triana o Medina Azahara tenían en su día pero le hemos dado un punto más actual. Ellos jugaron con el rock sinfónico y la mezcla de estilos, al igual que nosotros, aunque el resultado no es el mismo", apunta el responsable de la guitarra eléctrica. Sin cerrarse a nada, estos jóvenes consideran que su estilo resulta muy enriquecedor y que, en función de quién lo escuche, puede tener mayores reminiscencias de un género u otro. "Para los flamencos hacemos flamenco fusión, para los rockeros rock progresivo y para los amantes del rock andaluz nos enmarcamos dentro de ese género", apunta Joaquín Sainz para reflejar la variedad de estilos que aglutina Malabriega.

Embarcados en un proyecto musical en un contexto más complejo para las nuevas formaciones, Malabriega se suma a las bandas que recurren a la autoproducción para sacar un trabajo. "Las reglas del juego han cambiado y hasta las grandes bandas producen sus propios discos. Nosotros estamos muy contentos porque el resultado es justamente el que queremos y de eso se da cuenta la gente cuando escucha Fiebre", asegura Sainz. Así, este trabajo se compone de 12 temas donde tienen cabida sonidos muy modernos que mantienen el equilibrio entre todos los estilos. Algo que se nota a la perfección en sus directos, donde proyectan "toda la ilusión y fuerza" con la que presentan su primer trabajo.