Reflejo de un barrio de trabajadoras
La residencia Flora Tristán pone en marcha una exposición con fotos de mujeres del Polígono Sur
Una mujer sonríe detrás del mostrador de un quiosco de chucherías, otra despacha naranjas en el mercadillo de los jueves y una modista posa en su taller de costura. También hay una médico con su bata blanca, profesoras con sus alumnos y puede verse, incluso, a María del Mar González, la comisionada del Polígono Sur. Todas ellas están reflejadas en la exposición fotográfica organizada ayer por la residencia Flora Tristán, de la Universidad Pablo de Olavide, con motivo del Día Internacional de la Mujer, conmemorado el pasado 8 de marzo.
"Son las mujeres trabajadoras de este barrio en el sentido más amplio, es decir, las empleadas y las amas de casa", apuntó Mari Carmen Maguilla, coordinadora de intervención social de la residencia. La calle Dolores Ibárruri, entre la avenida de la Paz y el barrio de Las Letanías, fue el lugar elegido para colocar la muestra, titulada Mujeres que iluminan el Polígono Sur. Los troncos de los árboles sirvieron como soportes para colgar las fotografías, que fueron realizadas a mediados de febrero por residentes y empleados de la Flora Tristán, junto con otros colaboradores.
Raquel Lorenzo y Natalia Barbancho -dos becarias de la residencia, situada muy cerca de la plaza Dolores Ibárruri- fueron dos de las encargadas de recorrer los distintos barrios del Polígono Sur para buscar a esas mujeres trabajadoras. "Muchas nos decían que no estaban arregladas para la ocasión pero, cuando les contamos para que eran las fotos, se prestaban encantadas", explicó Barbancho. Por su parte, Lorenzo contó que la iniciativa también ha servido para que las residentes y trabajadoras de la zona "se valoren a sí mismas". Después de haber participado en el fotomaratón, Natalia Barbancho y Raquel Lorenzo coincidieron en que la mayoría de negocios del Polígono Sur son regentados por mujeres, al igual que el sector femenino también domina los puestos de trabajo en colegios, institutos y centros de salud, entre otras instituciones. Estas dos jóvenes, que cursan estudios de Trabajo Social y Educación Social, están muy satisfechas de haber trabajado en inciativas como la de ayer durante su estancia en la residencia: "Vivir en la Flora Tristán e involucrarte en el barrio es muy enriquecedor. Aprendes mucho de los vecinos del Polígono Sur", afirmó Barbancho.
La exposición no fue el único motivo por el cual esta plaza estuvo tan concurrida durante la tarde de ayer. La residencia universitaria también organizó una merienda para favorecer la convivencia de los vecinos. El café corrió a cargo de la Flora Tristán, mientras que las mujeres llevaron dulces para acompañarlo, en una muestra del cumplimiento de la misión integradora para la que fue creado, entre otros objetivos, este centro dependiente de la Olavide.
No sólo las habitantes del Polígono Sur acudieron a la cita en la calle Dolóres Ibárruri. María del Mar González también estuvo presente para hacer hincapié en la importancia que tienen para la oficina del comisionado del Polígono Sur las actividades que la residencia Flora Tristán pone en marcha: "Es una herramienta de transformación del barrio, ya que trabaja con muchos colectivos de la zona".
La oficina que Rodríguez lidera también quiso colaborar en el programa de actos. De este modo, el equipo de educación del comisionado impulsó una gymkhana educativa centrada en la igualdad para los más pequeños: "Los niños y las niñas tienen que demostrar que saben doblar y tender la ropa, ademas de hacer las camas, pero también queremos que entiendan que tanto hombres como mujeres pueden realizar cualquier tipo de tarea, apuntó Isa Retamino, trabajadora de la oficina del comisionado.
Durante toda la tarde, el goteo de familias que se acercó a la zona fue continuo. La muestra, que volverá a exponerse dentro de la Flora Tristán durante las celebraciones del décimo aniversario de su creación, era el principal atractivo. "Es una iniciativa muy bonita y creativa, pero, sobre todo, muy real. Refleja la diversidad del Polígono Sur, las comunidades gitana, paya y africana", señaló una vecina de la barriada Murillo.
Después de las clases de "baile activo", que condujo Sergio Mendoza -trabajador del servicio de deportes de la Olavide y antiguo residente de la Flora Tristán-, los actos se cerraron con la lectura de un manifiesto y el encendido de bengalas en un guiño al título de la exposición: Mujeres que iluminan el Polígono Sur. Un barrio en el que cuentan las trabajadoras.
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