Recomendaciones para cuidar los pies cuando hace calor en verano
La elección de un calzado transpirable y la visita al podólogo son fundamentales para prevenir dolencias, hinchazón o mal olor
Con la llegada de la primavera y el calor la salud de los pies puede verse resentida. La elección de un calzado adecuado y la visita a un especialista son los mejores aliados para que no exista ninguna patología que se pueda agravar en verano.
Adiós al zapato cerrado pero con precaución
Según explica Noelia Chaqués, podóloga del Hospital Vithas Nisa Virgen del Consuelo de Valencia, "durante el mes de mayo normalmente dejamos de utilizar un calzado más cerrado y ajustado y lo sustituimos por otro más abierto, pero es fundamental tener en cuenta algunos aspectos en esa elección para evitar poner en riesgo la salud del pie".
Calzado transpirable, siempre
El calzado siempre ha de ser de piel. Un calzado transpirable permite que el pie no se recaliente y de esta forma evitar la aparición de hongos y otros problemas dérmicos, así como el exceso de sudoración o la aparición de uñas encarnadas. "Se abandona el uso de calcetines de algodón y se sustituye por calcetines de media sintéticos o dejamos el pie en contacto directo con el zapato -agrega Chaqués-, y por eso hay que evitar los materiales sintéticos de tela o plástico que favorezcan un exceso de sudoración ya que en el caso de que el calzado no sea confortable y el pie no esté adecuadamente tratado e hidratado, aparecen las dolorosas ampollas o rozaduras" y subraya "con las zapatillas deportivas, se debe limitar su uso a la práctica deportiva y mejor con calcetines de algodón. Este tipo de calzado facilita la sudoración y el recalentamiento del pie, siendo un buen caldo de cultivo para los hongos".
Visitar al especialista, imprescindible
La visita al podólogo en este cambio estacional es muy recomendable. "El calor normalmente acentúa el dolor en juanetes y dorso de los dedos o propicia la aparición de helomas interdigitales (ojos de pollo) entre los dedos". Además, agrega Chaqués, es fundamental que el especialista elimine posibles durezas, helomas u otras patologías dérmicas que existan, así como dar el tratamiento adecuado para evitar las grietas en los talones".
Hidratación diaria y buena higiene en las uñas
Otra de las pautas que Noelia Chaqués recomienda es el cuidado diario en casa a nivel de hidratación y la ingesta de agua para mantener la dermis hidratada. Debemos hidratar todo el pie exceptuando la zona interdigital. Tal como puntualiza la podóloga, "sin olvidar además una buena higiene en las uñas, mantenerlas siempre bien cuidadas, cortadas y limpias; y como se quieren lucir normalmente en esta época pintadas, mucho cuidado con la elección del esmalte para que no se amarilleen y poner siempre un protector base antes de pintarlas".
Usar jabón neutro y calzado de cuero
La hinchazón de pies por el calor y el mal olor son otros de los problemas típicos de la primavera. Chaqués explica que "la bromhidrosis, la afección propiciada por bacterias que generan el mal olor de los pies, no es sólo típico del invierno al verse favorecido por el calzado cerrado, pues en primavera la humedad y el calor también es caldo de cultivo de estas bacterias, por ello es muy importante realizar una higiene diaria de pies, utilizar un jabón neutro o antibacteriano para reducir la sudoración y usar calzado hecho con materiales como el cuero".
La importancia de elegir un buen calzado
"En conclusión, afirma Chaqués, para evitar los problemas en los pies en ésta época, es importante una buena elección del calzado. Debe de sujetar bien el pie, por empeine y talón, y evitar las de tipo manoletinas o mocasín. Los calcetines deben de ser más finos y de algodón, y sobre todo evitar las fibras sintéticas".
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