Pokémon de una noche de verano

De Central Park a la Plaza de España. La oleada del videojuego móvil de realidad aumentada, inspirado en la serie 'anime' que invadió los hogares de los niños españoles en 1999, ha irrumpido con virulencia en la vida cotidiana de los sevillanos. Tras su primer mes de vida y con más de 100 millones de descargas alrededor del mundo, se extiende desde bares y terrazas hasta piscinas, parques e incluso edificios monumentales del casco histórico como la Giralda. Todos los rincones de la provincia han sido invadidos por los monstruos de bolsillo de Pokémon Go, tras los que se erige un ejército de cazadores ansiosos por atrapar las criaturas virtuales siguiendo los pasos de Ash, Misty y Brock, los míticos personajes de la serie.

No es difícil identificar a sus jugadores. Éstos han sustituido la indumentaria clásica de la mochila, la gorra y la pokéball por el teléfono móvil (con GPS y conexión wifi incluida, claro está) y un entusiasmo gamer nunca antes visto en las calles de Sevilla, que les lleva incluso a fotografiarse junto a sus conquistas. La base de su éxito radica en la sinergia entre el mundo virtual y su inmersión directa en nuestro entorno más cercano, que unido al fenómeno fan Pokémon, ha traspasado las fronteras y métodos de interacción habituales entre el usuario y la pantalla.

De este modo, niños, jóvenes y adultos han abandonado el estereotipo anclado al sofá y al mando de la consola, emprendiendo curiosas rutas por los distintos barrios de la ciudad. Juan Carlos Serrato y Carlos Pérez, jóvenes de 27 y 26 años, aprovechan el respiro térmico que brinda la noche para recorrer en moto el trayecto Santa Justa-Buhaira-San Bernardo-Prado San Sebastián-Puerta Jerez y perseguir a estas criaturas niponas. Ambos afirman que se trata de un videojuego “muy entretenido y sociable” que cumple con creces su finalidad. Juan Carlos también aprovecha sus mañanas libres para recorrer la Plaza de España o pasear junto al río con su pareja, con la que comparte este pasatiempo. Como cazadores habituales del videojuego, estos amigos de la infancia señalan que el valor añadido de la nostalgia incrementa su atractivo.

“Es muy divertido cuando estás en un sitio con mucha gente acumulada y aparece uno raro”, como fue el caso del Flareon que alborotó la Puerta de Jerez al cundir la “euforia colectiva” entre los maestros pokémon, explica Juan Carlos. Sin embargo, sonríe al recordar como su amigo Carlos no pudo hacerse con él por problemas en el GPS “que hacen que mi posición salte a lugares en los que no estoy, aunque a veces me beneficie”, apunta el perjudicado.

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Andalucía no ha dudado en sumarse a la fiebre de Pikachu y su séquito. Entre las variopintas iniciativas empresariales se hallan los diseños militares de la marca sevillana María Magdalena; la suculenta propuesta gaditana de Croquémon Go; y la posibilidad de viajar virtualmente por el califato de Córdoba con la appVirTimePlace.

Es innegable que Pokémon Go ha marcado un punto de inflexión en el mundo del juego móvil que guiará los trazos del futuro de la industria. Sus récords lo prueban. En tan sólo una semana desde su lanzamiento en EE UU la app logró 10 millones de descargas, lo que finalmente ha derivado en unos ingresos de 200 millones de dólares en su primer mes de vida.

Sin embargo, la polémica no es ajena a sus jugadores. Las redes han recogido una avalancha de catastrofismo y alarma social ante episodios particularmente llamativos de accidentes, violencia y adicción que dejan ver la cara más negativa del fenómeno. A su vez, las caricaturas sobre la esclavitud virtual y las distracciones con las que narcotizamos nuestro tiempo se han propagado. Ante estas críticas, Carlos y Juan Carlos instan al respeto, matizando que “todo en exceso es dañino” y comparando el tiempo invertido en Pokémon Go con el que la sociedad emplea en las redes sociales o disfrutando del deporte rey.

Trucos para primerizos

La fiebre por Pokémon Go ha disparado el ingenio de sus usuarios. Al instalar la aplicación, aparecerán Charmander, Bulbasaur y Squirtle para que el cazador elija un primer Pokémon, aunque no muchos conocen que si los esquivan y continúan caminando, será el legendario Pikachu quien lo haga. Estos avispados cazadores también emplean artimañas para acelerar el contador de la incubadora de los huevos de dos, cinco y diez kilómetros viajando en vehículos a menos de 25km/h, práctica nada recomendable por motivos de seguridad vial.

Asimismo, la lucha en los gimnasios tiene “trampa”. Es preferible conquistar varios centros cercanos, como los tres de la Giralda, para después cobrar las 10 monedas por gimnasio evitando la restricción de 21 horas de espera entre ganancias.