Lo que no que hay que hacer para perder peso de forma sana
No seguir dietas estrictas y sí comer con cabeza o no quedarse en casa para evitar tentaciones son algunas de las recomendaciones para mantener un buen cuerpo
Termina el verano y la operación biquini que nunca se empezó se deja de lado por completo. El agobio de los meses previos a la época estival por ese incómodo michelín deja de serlo porque, total, con la llegada del otoño uno se empieza a forrar como una cebolla y los kilos importan entre poco y nada. Pero, aquellos que quieran lucir tipazo el próximo verano deben saber que la operación biquini, en el caso de que quieran que sea efectiva, debe empezarse desde septiembre. Así, el peso se perderá de manera progresiva y en junio no entrarán los agobios.
Empecinados por perder peso de la manera que sea, muchos recurren a metodologías dudosas para la salud. Kaiku Sin Lactosa comparte los consejos que no hay que seguir para mantenerse sano de cara a las próximas vacaciones. Todo se reduce a un conjunto de rutinas y dietas saludables (sin ser dietas) que se centran en la comida sana, lógica y equilibrada, y en una vida activa.
1. No practicar ejercicios que supongan gran esfuerzo
La primera de las reglas es muy sencilla de aplicar, sobre todo cuando se liberan tensiones. Cuando se empieza a hacer ejercicio, lo primero que viene a la cabeza es tratar de ponerse "fit" lo más rápido posible. Sin embargo, esta práctica es contraproducente, puesto que el gran esfuerzo que se hará al principio, unido a las agujetas, es un elemento desmotivante. Para mantenerse activo en vacaciones, nada como aprovechar el entorno para hacer ejercicio "sin pensarlo": paseos de 40 minutos por la playa o visitar una ciudad en bicicleta, pueden ser algunos de esos planes alternativos. En definitiva, ejercicios sencillos y fáciles de hacer en cualquier lugar.
2. No seguir dietas estrictas y sí comer con cabeza
Al igual que con el ejercicio, cuidarse y perder peso no consiste en dietas rápidas, de choque, con las que perder peso rápidamente pero cuyo efecto rebote hacen que se engorde lo mismo al poco tiempo. La clave para comer sano y mantener un peso adecuado está en el equilibrio: llenar los platos con verduras al vapor o la plancha, un hidrato como pan integral tostado, proteínas como la del pescado azul y de postre, un lácteo o una pieza de fruta.
En caso de comer fuera, el 'pescaíto' frito estará presente en muchos restaurantes, así que lo mejor será decantarse por sepia o pescado blanco a la brasa. Evitar las comidas fritas o rebozadas es un gran paso para mantenerse sano veraneando.
3. No beber únicamente agua
No sólo del agua vive el hombre, y es que hay muchos alimentos que son ricos en agua y que harán el beber agua algo más ameno que los reglamentarios ocho vasos de agua al día. En esta operación bikini «tardía» la idea es tomar mucha fruta como sandía, melón o melocotón. Llenar los platos de verde como espinacas o pepino. La leche sin lactosa es otro gran compañero a la hora de refrescarse en verano: batidos o helados caseros.
4. No quedarse en casa para evitar tentaciones
Puede parecer algo muy sencillo, pero con el calor muchas veces se opta por quedarse en casa y no salir hasta que se haya puesto el sol. Esta práctica puede llegar a ser contraproducente, ya que, además de fomentar el sedentarismo, en casa siempre se tiende a "pecar" con comidas poco saludables. Es importante mantenerse activo durante el verano, yendo a museos, saliendo a tomar algo o simplemente, acabando en una piscina. El aburrimiento es el peor enemigo de una alimentación saludable.
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