Visto y Oído
Francisco Andrés Gallardo
Voces
La última "obra viva" de María José García del Moral y Mora, bajo el título Ámbito 4, se expone en la sede de la Fundación Amalio. Los que visiten la sala, hasta final de mes, comprobarán el despliegue artístico de esta pintora sobre las paredes del espacio. Un trabajo creativo que ha convertido los muros de la fundación en una original galería de tonos azulados.
Nacida en Granada y afincada en Sevilla, hija del célebre pintor Amalio García del Moral, María José García del Moral y Mora es doctora en Bellas Artes por la Universidad Complutense de Madrid. Actualmente, es presidenta de la Fundación Amalio y profesora de pintura en la Facultad de Bellas Artes de Sevilla. En su trayectoria, destacan numerosas exposiciones individuales en París, Roma, Madrid, Granada, Córdoba, Oviedo y Jaén. En cuanto a las exposiciones colectivas, entre otras, son relevantes la del Grand Palais du París y las de Taiwan.
En esta ocasión, el ámbito se presenta como una forma especial de reflejar el interior de la artista. Para ello, se apoya en un soporte también especial, las paredes de la habitación donde se realizarán, posteriormente, exposiciones itinerantes, con el inconfundible sello de sus azules y formas geométricas que se apoyan en murales y espejos.
"Buscando conceptos artísticos para intentar definir mis ámbitos, nos encontraremos con el de la performance o arte vivo. Mis ámbitos necesitan que el espectador se meta en el cuadro, que se observe, incluso que se inquiete al verse rodeado de paredes pintadas con calles conceptuales, paisajes imaginarios y ciudades soñadas. Todo ello y él mismo reflejado en el espejo de sí mismo", explica la artista cuando define la naturaleza de sus "ámbitos", y añade: "Calma y paz es lo que deseo que transmita mi obra en general, y mis ámbitos, en particular. Deseo que el visitante, envuelto en un azul armonioso se sienta bien y que, cuando salga, esa experiencia de haber navegado por esos mundos ciertos e imaginarios pase a los rincones de la memoria y allí permanezca".
La obra de la artista se expone en la sede de la Fundación Amalio. Constituida por el ilustre pintor en febrero de 1995, "para que mi obra perdure y no se disperse" (Amalio), el objetivo de la fundación es fomentar el estudio, la difusión y el cultivo del arte, especialmente de la pintura, además de dar una oportunidad a jóvenes artistas.
La fundación, que cuenta con un patrimonio de 365 cuadros sobre la Giralda pintados por Amalio, proyecta realizar actividades relacionadas con el mundo de la cultura como exposiciones, seminarios, conferencias…
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