Manuel Carrasco desata la locura en el concierto sorpresa de Sevilla
El artista onubense, que publica este viernes 'La cruz del mapa', sorprende a sus fans sevillanas con un concierto en la Plaza de España
La expectación era máxima. Desde que Manuel Carrasco anunciara a través de sus redes sociales, con un día de antelación, su concierto sorpresa en Sevilla, sus seguidoras enloquecieron. La combinación era perfecta: Manuel Carrasco, nuevo disco y Plaza de España. El resto estaba hecho.
Con una legión de seguidoras que desde bien temprano comenzaron a hacer acto de presencia por las inmediaciones de la Plaza España, Manuel Carrasco sólo tuvo que ponerle banda sonora a una noche que se antojaba mágica. Nada complicado para el artista onubense, que tiene una relación muy especial con Sevilla. "Esta primera cruz del mapa tenía que ser aquí porque yo tenía que venir a darle una caricia a Sevilla en forma de canción", así presentaba sus credenciales el cantante, que ya tenía ganado al público antes de entonar la primera canción. En deuda con Sevilla, a la que le regaló una noche Olímpica hace un par de años, el artista le devolvió el regalo a la ciudad que siempre ha sido "su talismán".
Tambores de guerra, un himno entre sus seguidoras, abría la veda al recital que vendría después. En ocho canciones, el cantante supo concentrar toda la esencia del más extenso de sus conciertos. Ya no, Yo quiero vivir, Amor planetario y Uno x uno, clásicos más que coreados, pusieron bocabajo la Plaza de España. Palmas, vítores y un público que haciendo de coro no dejó de arropar al cantante. Incondicionales, las fans dejaron constancia de que para ellas lo nuevo no resulta desconocido.
Presentadas a través de sus redes sociales (de la misma forma en la que el artista convocó el concierto) las nuevas canciones del disco se corearon como si fueran temas de toda la vida. Déjame ser y Llámame loco no dejaron indiferente a nadie. "Qué bonito cantáis, Sevilla", decía un Manuel Carrasco orgulloso de su público. Pero el colofón final lo puso su tema de presentación, con el que el artista, además, cerró el concierto. Una reivindicación a las raíces andaluzas y al tan denostado acento hizo Carrasco con Me dijeron de pequeño. "Sevilla, que nuestro acento es nuestro acento", sentenció.
Emocionado y en éxtasis, como le sucede cada vez que se sube a un escenario, Manuel Carrasco puso la miel en los labios a un público ávido de concierto. "Sevilla te quiere, Sevilla te quiere", coreaban desde las primeras filas del escenario hasta la fuente del centro de la plaza. El artista les devolvía el guiño con palabras de cariño. "A uno cuando lo quieren de esta manera y le ocurren estas cosas tan excepcionales le llegan al corazón", respondía el artista. Normal que no lo dejaran marcharse y al grito de "bulería, bulería", le pidieran otro tema más. Con la promesa de volver pronto "en esta nueva cruz del mapa", Manuel Carrasco hacía soñar a las 22.000 almas (unas 2.000 se quedaron fuera), según fuentes oficiales, que le acompañaron en su noche de presentación.
Guardado con celo, tanto por parte del Ayuntamiento como por parte de Universal, el concierto resultó ser una sorpresa, a pesar de que saltara la liebre el día antes de celebrarse. Preparado en tiempo récord y con una afluencia masiva, sólo se produjeron, según fuentes municipales, ocho asistencias sanitarias, de las cuales dos necesitaron de traslado hospitalario aunque sin ninguna gravedad.
El artista, que ya había caldeado el ambiente en redes sociales, podría haber cantado Pin Pon es un muñeco que la entrega de su público habría sido la misma. Fieles y entregados, los fans llevaron su locura hasta la propia puerta por la que cantante desalojaba el recinto. Nunca un nombre se ha coreado con tanta fuerza. Y así, al calor de un público ferviente, Manuel Carrasco le dio a Sevilla su regalo de Reyes anticipado.
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