"Quiero que el público se enamore de la canción otra vez tratándola de otra manera"

Manolo García | Cantante

El músico trae a Sevilla, dentro de su gira 'Acústico, acústico, acústico', un concierto más íntimo en el que rescata los clásicos y sus nuevos temas

El cantante Manolo García en el concierto que ofreció el pasado año en Sevilla. / Juan Carlos Vázquez
Paco Muñoz

11 de octubre 2019 - 13:42

Manolo García recala en Sevilla el viernes 11 y el sábado 12 de octubre en el Auditorio de Fibes (21:30). Un concierto que agotó el papel hace varios meses y que mostrará a un Manolo García más íntimo que de costumbre regalando un espectáculo de más de tres horas de duración (puede que más "si nos da el punto") en el que sus mejores canciones, las de siempre y las de ahora, vuelven a sonar con una visión renovada que busca especialmente la sorpresa del público.

Y aunque esta vez no habrá guitarras eléctricas ni bajos ni baterías, Manolo García no estará solo en el escenario: siete músicos (toda su banda), un magnífico diseño de luces y una envolvente escenografía, diseñada por el propio García, acompañan al músico barcelonés en esta gira de casi sesenta conciertos y cuyo título, Acústico, acústico, acústico, es por sí solo toda una declaración de intenciones.

-Después de casi 40 años sobre los escenarios, ¿Por qué una primera gira acústica precisamente ahora?

-Porque he pensado que era un buen momento. Nunca lo había hecho. Siempre he trabajado el tema eléctrico, tanto en sitios grandes como en pequeños (como teatros y auditorios), siempre hemos tocado rock y pop con sus bajos, dos e incluso tres guitarras, baterías, y de repente un día… A ver, es cierto que cuando la gira del año pasado estaba acabado me sentía un poco triste (en plan: joder, ya se acaba esto…) así que pensé que tenía que inventarme algo para seguir. Yo me lo paso muy bien en las giras, me gusta, pero claro, no hay cosa más espantosa que hacerse pesado, así que para seguir debía hacer algo diferente. Y bueno, lo hice y la verdad es que me lo estoy pasando muy bien. Por fin escucho mi voz, me dejan cantar -ríe-, no me quedo afónico… Estoy muy bien, la verdad, muy a gusto.

-¿Y el público cómo la está recibiendo?

-Pues muy bien también. Hemos encontrado un modo para que el concierto sea ameno a pesar de no ser corto. La verdad es que estamos metiéndonos en 3 horas y pico, casi cuatro alguna noche que nos da la pedrada. Desde el principio tuve claro que quería acústico, pero no un concierto para que saliera yo solo con unos pocos instrumentos. Quería llevar a mi banda entera, que para mí son amigos además de compañeros, y no concebía empezar una gira sin ellos, o con solo una parte. Así resulta lógicamente un espectáculo más ameno, sonora y visualmente.

-¿Es el sonido lo que encuentra diferente el público que asiste a los conciertos de la gira?

-Sí, el sonido y también las versiones. Las canciones, como Rosa de Alejandría, San Fernando…, no tienen nada que ver con lo que están acostumbrados. Hay unos giros diferentes, arreglos diferentes, una forma de tratarlas diferente. Muchas de las personas que acuden a mis conciertos me han visto muchas veces. Me conocen por delante, por detrás, desde arriba y desde abajo.. y hay que sorprenderlos. Por eso muchos temas ni siquiera los conocen hasta que no entra la voz. Ese sorprender de nuevo para mí es el reto. Intentar que se enamoren de la canción otra vez tratándolas de otra manera.

-¿Esa sorpresa es lo que tratas de proteger cuando pides en los conciertos que lo no graben, o al menos que no lo suban a internet?

-Esa podría ser una razón, pero es menor. Resumiendo, creo las tecnologías han invadido nuestro mundo. Youtube, Google y todo este rollo no nos han pedido permiso. Han decidido que ya no hay discos, que la gente tiene que escuchar la música en sus móviles, pagando o sin pagar (que esa es otra historia) pero sin preguntarnos. A mí nadie me ha dicho: ¿Manolo, quieres dejar de vender discos?... Tengo derecho a soltar un gallo en un concierto sin que puedan verlo no sé cuantas personas y se rían de mí, o a decir un chiste o una broma en un concierto sin que se saque de contexto... Yo pido por favor, no prohíbo, no requiso… Mandar unas imágenes con un sonido infame, una cámara mala, una mano por ahí y otra por allá… Eso no es compartir un concierto.

-La cosa es que es difícil encontrar, por ejemplo en Youtube, vídeos de tus últimos conciertos. ¿Cómo se consigue que te hagan caso?

-Porque lo pido por favor y porque yo siempre he respetado mucho a la gente. Creo que el público ha entendido que pienso en ellos, en los que van a los conciertos y me permiten seguir en mi oficio, esta maravilla de ser músico… Si eres serio con tu propuesta cotidiana ante ellos, si eres coherente, ellos te respetan. A cambio, ellos también me piden cosas y yo las hago.

-La gira se presenta como un recorrido por toda tu carrera. ¿Cómo se condensan 37 años de canciones en un concierto?

-Me ha costado mucho, porque es un repertorio extenso. Si sumo sólo las canciones de mis discos tengo unas 200, y es difícil elegir. Al final acabas dejando de lado aquellas que están un poquito más atrás en el ranking y tocando las más conocidas, de la manera que te he contado: retocándolas, dándoles otro aire, modelándolas… Así he conseguido meter un poquito de todos los discos míos, algún tema puntual de El Último, etc.

-Para que esta entrevista la lea muchísima gente, debería preguntarte por el problema de Cataluña. ¿Qué te dice eso?

-¿Qué me dice? Pues mira, te voy a echar un balón fuera, y lo voy a hacer con argumentos que creo que son de peso. Las cuestiones políticas deben arreglarlas los políticos, y no deben incluir en ellas a la población, no deben crispar, que es una palabra muy de moda ahora. El tema de Cataluña lo tienen que arreglar ellos políticamente. Pero hay otro punto de vista... Si ese problema va a más y no se acaba ya con él, pronto no habrá necesidad de hablar de Cataluña, sí o no, ni de si este presidente o este otro… El cambio climático es la madre de todos los problemas. Hasta que no escuche y vea a los políticos hablar de cómo van a solucionarlo y de cómo van a hincarle el diente a cómo mejorar la vida de la gente, el tema social (paro, salarios, vivienda)… Hasta entonces no quiero contestar a esa pregunta, porque antes me tienen que contentar a mí ellos.

-Volvamos a la música. Sigues de gira y ya estás preparando un nuevo disco. No hay pausa.

-Sí, estamos grabando ya nuevas canciones. Empezando el disco, así que estoy como un niño en un parque. Para el año que viene pretendo sacar un libro de poemas, de escritos, y seguir trabajando. El que hace lo que le gusta no quiere parar. Hay que descansar, por supuesto, porque no puedes ponerte enfermo de ser tan feliz (risas). Pero a mí me gusta vivir un poco cada día, no espero a tener unas vacaciones para descansar. Un rato con los amigos, una comida con los compañeros, y así un poquito cada día… Hay que vivir la vida, y no vivirla en un ¡ay!, sino en un ¡hoy!

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