José Robles: Más de 80 años en una vida dedicada a los demás desde el sacerdocio
Homenaje
Las hermandades de San Esteban y la Virgen de la Luz crearon hace años la beca Don José Robles para los seminaristas
Es tan barrio como puede ser la Casa de Pilatos, el rezo en la ventana del Cristo o la misma Puerta de Carmona. El director espiritual de la Hermandad de San Esteban ha cumplido 87 años desde que abrió los ojos por primera vez en su querido Puerto de Santa María. Casi toda una vida atendiendo a los vecinos de este barrio antiguo que poco a poco se va desvaneciendo. Años en los que no sólo ha mantenido la socarranería portuense, sino que también le ha añadido un cuarto y mitad de guasa sevillana bien entendida.
La puerta de su casa, esa misma que ahora pretenden que se cierre, ha estado siempre abierta. Es cierto que una placa indicaba las horas de despacho, un adorno que nunca hizo falta. Cualquiera llamaba al timbre y le oía bajar las escaleras corriendo para, casi sin preguntar, abrir la cancela. O, simplemente, en los múltiples paseos de cura andarín al que le gusta tomar el pulso de la ciudad, saludar y empezar una conversación con cualquiera de los vecinos.
Ochenta y siete años dice el carnet de identidad. Pero no en su cabeza. Una mente inquieta que esconde al niño travieso pero bueno que tuvo que ser en su infancia. Siempre dispuesto a aprender, a discutir sobre la actualidad, ávido lector de periódicos, apasionado de la historia más reciente de España y un precursor. Antes, muchos años antes de que el Papa Francisco solicitara a sus sacerdotes "que olieran a oveja", él ya había pastoreado bastante poniéndose, en muchas ocasiones, muy cerca, tanto que era una más.
El 1 de octubre de 2020 la Hermandad de San Esteban le concedió la máxima distinción prevista en sus Reglas: hermano honorario. Más de 50 años llevando las directrices religiosas de una hermandad de penitencia en Sevilla sin haber existido nunca ningún roce es digno de premio en esta ciudad.
Ha conseguido llevar a Dios a muchas personas con su empeño en reconocerlo en cada hombre, en la necesidad de darle dignidad a cada ser humano. Cuando con 11 años ingresó en el seminario menor de Sanlúcar de Barrameda, tenía clara su vocación. Por eso pasó inmediatamente al de Sevilla, donde estudió Filosofía (ese amor por pensar) y Teología. Cuando se ordenó sacerdote, en 1959, pasó por las parroquias de Nuestra Señora de Guía (La Pañoleta), el Cerro del Águila y el Sagrario. En 1970 es nombrado rector del templo de San Esteban, cargo que desempeñó hasta agosto de 2020, aunque hay muchos vecinos que habrían preferido que permaneciera en él.
Preocupado por esa dignidad de la persona, que como siempre ha defendido “empieza por un trabajo digno”, fue delegado diocesano de Pastoral Social y uno de los impulsares de la Fundación Cardenal Spínola de Lucha contra el Paro, que ha apoyado numerosos proyectos laborales con los que personas en dificultades económicas han podido salir adelante con su trabajo.
Además desde hace trece años la hermandad de la Virgen de la Luz y la de San Esteban crearon la beca Don José Robles Gómez, rector de la iglesia de San Esteban en su honor. Don José Robles, como se le conoce en todo el barrio de la Puerta de Carmona, es un hombre bueno de los que acercan a Dios a los que están alejados de Él.
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