El fotógrafo Héctor Garrido expone su trabajo 'Cuba Iluminada' en el Antiquarium
Hasta el 12 de diciembre, puede visitarse la muestra que recoge un centenar de retratos de músicos, escritores, bailarines y atletas cubanos
Durante los últimos diez años el fotógrafo onubense Héctor Garrido ha retratado a más de 250 personas fundamentales del arte y la cultura de Cuba. Ese trabajo puede verse en una exposición en el Antiquarium. Son los iluminados de un país que ha hecho de la cultura y el arte una de sus señas de identidad. Cuba Iluminada es un recorrido en primera persona por los rostros que esconden las pasiones y los desgarros que quedan plasmados en los cuadros, en los libros, en las músicas y en el cine de la Cuba de hoy.
La exposición Cuba Iluminada llega a Sevilla después de un largo itinerario que la ha llevado a visitar, entre otras ciudades, La Habana, Madrid, Huelva, Bilbao y la mayoría de las capitales de provincia de Cuba. Durante ese viaje, el autor ha querido ir despojando a la exposición de todos los elementos superfluos y pesados que la mostraban como una obra acabada y cerrada. Así, para reivindicar su carácter inacabado, su alma de work in progress, a partir de su exhibición en Madrid decidió eliminar el enmarcado, los vidrios y el paspartús y dejar las fotografías exentas de todo adorno, tal y como aparecen en el momento de haber sido concebidas. Y es así como la exposición desembarca ahora en Sevilla, en Antiquarium (setas de la Encarnación), donde permanecerá hasta el 12 de diciembre de 2020.
Cuba Iluminada es también un libro catálogo, publicado por la Editorial Rueda (Madrid), donde se recogen los retratos realizados en los primeros siete años del proyecto. Desde entonces, Héctor Garrido ha seguido creando esos "retratos con vistas al interior", como le gusta llamarlos. Cuba Iluminada, en palabras de Héctor Garrido "es uno de los proyectos que más me ha influenciado, quizá porque buscando en el interior de las personas que posaban para mí, he acabado removiendo, desordenando completamente mi propio interior".
Fruto de estos años de proyecto, Garrido terminó recogiendo su equipaje para mudarse a vivir a La Habana, donde ha residido de forma permanente durante los últimos años. Dejaba tras de sí más de un cuarto de siglo en Doñana, dedicado a la fotografía y la naturaleza y habitando, como un moderno Robinsón, dentro de la Reserva Biológica de Doñana, en la aislada casa de Martinazo: "Aislada de las perturbaciones y de la velocidad del mundo sin sentido en que vivimos. Martinazo fue más que un hogar. Para mi representa el crecimiento íntimo, mi madurez como persona y mi apertura como artista. Después de 25 años, el día que cerré la puerta del lugar donde más tiempo he vivido, sentí -no sin dolor- que había cerrado un ciclo necesario y que comenzaba un camino en el que, desde entonces, pisaría de otra manera. Como realmente ha sido desde entonces".
Las fotografías de Héctor Garrido se hicieron muy conocidas a partir de su colaboración en la película de Alberto Rodríguez La Isla Mínima (2014) donde creaban un ambiente mágico bajo los títulos de crédito del arranque de la narración. Eran parte de otro de los grandes trabajos de Héctor Garrido: la fotografía aérea.
Durante casi treinta años ha estado sobrevolando en compañía de su amigo y piloto Hans Nerlinger los paisajes más singulares para convertirlos en todo un abecedario sobre la gramática con la que se expresa la naturaleza. La búsqueda ha sido el uso de la geometría como lenguaje y, más concretamente, la geometría fractal: un pilar para entender toda su trayectoria. Cuatro de sus libros de fotografía están dedicados a esta forma de expresión que para Garrido es "el lenguaje con que se expresa la naturaleza, la gramática con que se construye todo lo que no es de origen artificial. Es por eso que visualmente son tan parecidos la hoja de un árbol y una cárcava excavada por la lluvia, nuestro sistema neuronal y las raíces de un árbol".
La exposición Cuba Iluminada reúne 100 fotografías del proyecto y un video donde los propios fotografiados narran, desde su particular punto de vista, cómo se desarrollaron las sesiones fotográficas. Entre los fotografiados en esta selección se encuentran músicos como Chucho Valdés, Silvio Rodríguez o Pablo Milanés; entre los escritores, Leonardo Padura, Pedro Juan Gutiérrez o Carilda Oliver; entre los bailarines Alicia Alonso, Carlos Acosta o Viengsay Valdés; entre los pintores, Fabelo, Sosabravo o Rancaño; y entre los atletas, Javier Sotomayor, Félix Savón o Ana Fidelia Quirot. En fin, todo un universo de rostros imprescindibles para comprender toda la profundidad y la singularidad del arte y la cultura de un país tan cercano, a pesar de la distancia, como Cuba.
El fotógrafo Héctor Garrido
De origen andaluz y de influencia caribeña, evita encasillarse en el marco de una sola profesión, ya que le encanta experimentar en diversas formas de arte. Teniendo en cuenta su mayor producción, podría definirse como fotógrafo. Nacido en Huelva en 1969, es residente en La Habana, desde 2016. Ha desarrollado una amplia trayectoria en la que destacan sus trabajos artísticos sobre la geometría de la superficie terrestre y sus series de retratos de ilustres personalidades del arte.
Durante veintisiete años ha trabajado en Doñana para el Consejo Superior de Investigaciones Científicas de España, compaginando la gestión del Banco de Imágenes de Doñana con los censos de aves aéreas en el Parque Nacional. Durante sus años trabajando para el CSIC, ha realizado el acompañamiento fotográfico de diversas expediciones, que le han llevado a trabajar y viajar por todos los continentes del planeta. Fruto de ello han sido múltiples publicaciones y exposiciones, siempre profundamente comprometidas con la conservación de la naturaleza y la salud del Planeta.
Después de haber sido uno de los pocos habitantes de la Reserva Biológica de Doñana durante más de veinte años, se ha trasladado su residencia a Cuba. Ahora compagina su trabajo artístico con la dirección, junto a su esposa Laura de la Uz -actriz-, de un nuevo espacio generador de arte, donde tiene su estudio / galería: Artehotel Calle 2, en La Habana.
Ha publicado 22 libros sobre fotografía y divulgación científica, entre los que se encuentran Fractales, anatomía íntima de la marisma y Cuba Iluminada (ambos Editorial Rueda, Madrid). Publica sus fotos con regularidad en revistas y libros de todo el mundo.
Ha realizado varias colaboraciones en el cine, entre las que destacan las películas La Isla Mínima (A. Rodríguez, 2014) -donde realizó las impresionantes fotografías aéreas de la cabecera del título- y Sergio y Sergei (E. Daranas, 2017 ) -donde aporta su singular punto de vista sobre la forma de percibir la superficie del Planeta-.
Ha recibido un buen número de premios y reconocimientos internacionales y muchas de sus fotografías se estudian en colegios y escuelas de fotografía.
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