La Frida expone platos de realismo culinario mexicano
Gastronomía
El establecimiento de la calle Betis, pasada la pandemia, se vuelca con una propuesta distinta y genuina en su nueva carta
La Frida, una propuesta de gastronomía mexicana que, esta vez sí, en su caso se vuelca en el genuino recetario del vasto y rico país tricolor, estrena carta. El recinto está enclavado en el 41 de la calle Betis, un local decorado a la última y con gusto, inspirado en motivos identitarios de México. Abrió en 2020, justo antes de que la pandemia torciera su destino. Y por ello redobla ahora su esfuerzo por que Sevilla disfrute de la verdadera gastronomía de un país con tan reputada cocina. Su chef es Fernando Cattivelli.
“Vamos a recurrir a ingredientes autóctonos de México, por supuesto, pero también le haremos un guiño a los ingredientes mediterráneos para dar personalidad a la propuesta, y las proteínas animales serán de aquí también”, detalla el cocinero.
Y los platos salen sin remisión. Una ostra de Normandía con emulsionado de epazotl (epazote), “una hierba con notas de laurel, perejil, menta”, enumera Cattivelli. Le suceden unas gorditas, plato de la cultura prehispánica hecho con masa de maíz, trigo o harina de garbanzo que en su caso se rellena de steak tartar de black angus. Un original y sabroso aguachile rojo y negro de pecho de wagyu. Ceviche no de pescado, sino de huitlacoche (hongo del maíz). Totopos con quesos mexicanos y trufa rallada. Dos tacos, uno de birria de cordero y otro, excelente, de corazón de atún, cacao y chile suave. Rachada (entraña alta a la parrilla) con puré de plátano macho y queso. Merluza al pil pil. Y de postre, chocolate de olla, delicadísimo. Paella de arroz con dulce de leche de cabra, o bombones de chocolates pintados a mano, presentados en una caja de madera y con sorpresa: unos pican y otros no.
La Frida tiene intención de ir retocando la carta cada seis meses. Y el picante es comedido, como suele ser habitual en Sevilla con los restaurantes inspirados en países donde los chiles son protagonistas. Quienes quieran emociones fuertes, de todos modos, tienen salsas hot con chiles más subidos de capsaicina, como el fantasma.
El establecimiento completa su propuesta con exposiciones de pintura, en su compromiso de difusión de la cultura.
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