El hambre con las ganas de comer
Día de la Alimentación Solidaria
La Fundación Alimentum, que engloba a 25 empresas de alimentación y bebidas, celebró el IV Día de la Alimentación Solidaria para ayudar a frenar el desabastecimiento de los Bancos de Alimentos cada verano
“En julio, más de la mitad de los comedores de invierno se cierran en España. Y de América llega gente que afirma venir de vacaciones pero no, vienen por necesidad, necesitan comer, y muchos llegan con estudios y una alta cualificación laboral. También en verano, la gente tiene más disponibilidad para llegar a España desde África”. Sor Josefa Pérez Toledo, directora del comedor social de María Inmaculada de las Hijas de la Caridad, el más antiguo de Madrid, describe sin tapujos un problema que va a más cada verano en nuestro país. Sí, se junta el hambre con las ganas de comer.
Y más si cabe en Andalucía, donde unas 1.700 asociaciones se acogen a los Bancos de Alimentos para dar de comer a unas 400.000 personas cada año.
Sí, el espíritu solidario, como aquel chico del anuncio, también suele volver a casa por Navidad. Pero es en verano cuando esos Bancos de Alimentos de España están más necesitados.
La Fundación Alimentum, que integra a 25 empresas líderes en el sector de la alimentación, respondió a tamaña urgencia con la instauración del Día de la Alimentación Solidaria, que celebra desde hace cuatro años cada 8 de junio. Y esta vez lo festejó donando para la ocasión 200 toneladas de comida y bebida a los Bancos de Alimentos del país.
María del Hoyo-Solórzano, directora de la Fundación Alimentum, vivió tan señalado día con sentimientos encontrados: su satisfacción por la fecunda labor de recogida de cereales, legumbres, zumo, conservas o lácteos se topa con la evidencia de que el esfuerzo debe ser aún mayor.
María del Hoyo-Solórzano. Directora de Fundación Alimentum
"Los españoles somos muy solidarios, pero hay que desestacionalizar esa iniciativa generosa”
“Los españoles somos muy solidarios, estamos a la cabeza de Europa, lo demostramos en donaciones de órganos y también con otro polo de primera necesidad, los alimentos. En la Gran Recogida del último año, España recogió 21 millones de kilos, prácticamente la mitad de ese fin de semana en toda Europa”, destaca María con orgullo.
“El problema –prosigue–, es que somos más solidarios en Navidad que en otras épocas del año, de ahí nació esta iniciativa del Día de la Alimentación Solidaria, para intentar desestacionalizar esa iniciativa generosa y poner énfasis en el verano, que coincide con una mayor demanda según nos dicen desde Fesbal (la Federación de Bancos de Alimentos de España, que engloba a 55 bancos) y los comedores sociales”.
Miguel Fernández, director general de Fesbal, asiente junto a María del Hoyo-Solórzano. “Las campañas navideñas llenan nuestras despensas para cuatro meses a lo máximo. Agradecemos que la Fundación Alimentum nos done esos 200.000 kilos, un millón de raciones. Hay que sensibilizar y concienciar no sólo a particulares, también a nivel corporativo, por eso hago un llamamiento a las empresas para que se vayan uniendo cada vez más a la fundación tanto en la donación de alimentos como en la acción dentro de la cadena intermedia”.
Con la cadena intermedia, se refiere a los agentes encargados de canalizar, distribuir y hacer llegar a los necesitados los kilos y kilos de comida y bebida recepcionados. Lo explica la directora de la fundación: “Para distribuir las donaciones, subyacen necesidades que van desde los vehículos de transporte hasta el mobiliario de oficina, el sistema de refrigeración de un almacén para no romper la cadena de frío o la modernización del cuadro eléctrico de un comedor social. Si alguien estudia cambiar de ordenador, que piense en nosotros para prescindir del antiguo...”.
Tan primordial es ese nexo, que la Fundación Alimentum ha querido hacer este año un reconocimiento especial a esas organizaciones intermediarias. Fesbal trabaja con 7.402 entidades benéficas, desde Cáritas a Cruz Roja o Aldeas Infantiles, comedores sociales, parroquias… la gestión de ellas es vital para que los alimentos y bebidas lleguen a 1,2 millones de esos beneficiarios que cada año tienen que hacer uso de, por ejemplo, los comedores sociales.
Durante el pasado 2018, las aportaciones a los 55 Bancos de Alimentos se entregaron 151.645.441 kilos de comida y bebida, que se tradujeron en 758.227.205 raciones.
Estas cifras reposan en la labor del personal de plantilla y de los miles de voluntarios que colaboran con los Bancos. En 2018 estaban adscritos un total de 3.247 voluntarios estables y a ellos se unieron más de 130.000 voluntarios durante el pasado año para acciones periódicas, como la Gran Recogida Nacional de Alimentos.
Educar contra el despilfarro de comida es clave
Cada europeo desperdicia unos 115 kilos de comida al año de media. En la UE, el 20% de la producción alimenticia va a la basura. Y el despilfarro aumenta un 10% en verano, cuando más urgen las donaciones. Pedro Mariscal, director de Fesbal en Ceuta y Melilla, destaca las iniciativas de su organización al respecto: “Hay que insistir en concienciar sobre cómo usar los alimentos mediante cursos en colegios. Compras un paquete de lentejas de un kilo, usas la mitad y dejas en un rincón el sobrante, las desdeñas y compras un paquete nuevo… El 42% del despilfarro de alimentos de Europa se produde en los domicilios. Hacemos cursos en los coles, un pequeño asume el papel de líder que conciencia a los demás compañeros. También emprendemos cursos para que los padres recuperen el hábito de cocinar y saber usar la comida para aprovecharla, en estos tiempos de tanta comida precocinada.
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