La ventana
Luis Carlos Peris
Reventa y colas para la traca final
Tratamiento médico
Verano y los olores y sudores entran en acción. Evitarlos es misión casi imposible, pero saber cómo abordar el exceso de sudoración –que va más allá de las altas temperaturas– sí puede ayudar o paliar sus efectos. La doctora Elena Jiménez, especialista en cirugía plástica, reparadora, medicina estética y directora de la clínica Elena Jiménez ofrece algunas pautas para abordar la hiperhidrosis con éxito.
La hiperhidrosis es una producción excesiva de sudor, independientemente de la temperatura del ambiente. Las zonas más afectadas suelen ser axilas, palmas de las manos, plantas de los pies y la región cráneo-facial, aunque en algunos casos puede ser generalizada. Afecta a hombres y mujeres por igual y suele aparecer antes de los 25 años.
Jiménez indica que cuando moja su ropa en ciertas zonas por gotas de sudor, si limita su forma de vestir, cuando se ves obligado a usar ropa ancha y negra y si el sudor interfiere en sus relaciones sociales y/o laborales y afecta a tu autoestima.
A grandes males, grandes soluciones. Es mejor utilizar ropa ancha y tejidos de algodón, seda o lino y evita los tejidos artificiales: dificultan la evaporación del sudor y retienen el agua. La recomendación es acudir al médico de Atención Primaria para que le derive al especialista adecuado. En función del tratamiento indicado podrá ser uno u otro.
Existen diferentes tratamientos como la iontoforesis, fármacos orales como los anticolinérgicos, el láser o la cirugía y la toxina botulínica tipo A. Esta toxina botulínica tipo A está indicada para la hiperhidrosis primaria de la axila severa y persistente, resistente a tratamiento tópico. Sus efectos en las axilas duran alrededor de 7 meses. En las axilas, los pinchazos pueden producir pequeñas molestias y en ocasiones se aplica frío antes de comenzar con el tratamiento. Es fácil de aplicar, se inyecta en pequeñas dosis. Se realiza de forma ambulatoria en tan sólo 20-30 minutos. La toxina actúa bloqueando las señales nerviosas que regulan la producción de sudor por las glándulas sudoríparas. El 75% de las personas mostró resultados positivos y se encontraban satisfechas cuatro semanas después del tratamiento. El 89% de las personas tratadas se mostró satisfecha con los resultados en la primera semana y el 93% estaba contenta en la semana 162.
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