¿Por qué La Campana de Sevilla se llama así?

La calle La Campana es una de las más concurridas de Sevilla, al encontrarse en el centro histórico de la ciudad. Esta calle comunica la plaza del Duque con la calle Martín Villa y en ella termina la calle Sierpes. Es también clave en la Semana Santa de la ciudad, al ser el punto desde el que las procesiones realizan su estación de penitencia. Además, es el hogar de una de las confiterías más conocidas de la ciudad que comparte el nombre de la calle y que lleva endulzando Sevilla desde el siglo XIX. Pero ¿de dónde procede el nombre de esta calle?

El origen de La Campana

Ahondando en los motivos por los que la calle pasó a tener el nombre por el que se le conoce ahora, el autor José Ángel Ríos(@joseangelrios92) ha escrito un hilo al respecto en Twitter/X.

Según José Ángel Ríos comenta en su hilo de publicaciones en la red social, la calle era conocida antes como calle de Pasteleros (o Pasteleros y Confiteros, según otras fuentes) por la presencia de importantes establecimientos de este tipo que se encontraban en esta calle. Según indica, hay que remontarse hasta 1666 para encontrar el primer uso del nombre actual de la calle. Sin embargo, hay referencias de esta calle, en documentos que datan incluso más de un siglo antes.

En el hilo se explica que, según Gonzálezde León, el nombre de la calle procede de un almacén que se ubica donde hoy está la famosa confitería. En dicho edificio había una campana que servía para avisar a los trabajadores y la gente que vivía en la zona en caso de emergencias, como un incendio. Respecto a la campana, Ángel Ríos destaca en su hilo, la campana no está documentada bibliográficamente, presuntamente por haberse perdido cuando se demolió el almacén.

Sin embargo, otros autores como Ángel José Hidalgo Garrido señalan que en realidad fue cedida a la iglesia Colegial del Salvador, para que fuera usada en caso de incendio. Ambos coinciden, que la solución para recordar la campana fue usar su silueta o una ilustración.

La calle La Campana ha cambiado de forma con el tiempo y la configuración que ahora tiene data del siglo XIX. A día de hoy uno de sus edificios más antiguos es el de la confitería La Campana, que data de 1885-1886.