Las mujeres del vino
Mucho han cambiado las cosas, y las mujeres trabajan, deciden y triunfan en el mundo del vino tanto en España como a nivel internacional
En el mundo del vino, hace no tanto tiempo, el papel de la mujer se veía relegado a un segundo plano. Pero esto afortunadamente ha cambiado, y para bien. Hoy, aunque queda mucho por hacer, la mujer ha logrado avanzar dando grandes pasos, y en lo que al vino se refiere hemos pasado de la época absurda en la que la mujer tenía prohibido el acceso a las bodegas a ser testigos de proyectos vinícolas que están comandados por mujeres que, con esfuerzo, tesón y sabiduría, están haciendo vino en casi todos los rincones del planeta.
Así como se habla además de que los vinos honestos de hoy, estas referencias que se alejan de los grandes mercados, esos vinos con personalidad que respetan el medio, la tradición, los valores de una zona y unas costumbres arraigadas... son vinos en los que se nota la mano del elaborador, esta impronta que siempre queda en los aromas y sabores de un vino existe quizás de forma distinta pero no por ello menos importante en los que son elaborados por mujeres. No se confundan: no estoy hablando de vinos femeninos. Estoy hablando de vinos hechos por ellas, con su carácter, su estrategia, sus decisiones.
Hoy quiero rendir un pequeño homenaje a cinco grandes mujeres del vino. No están todas las que son -necesitaría muchas páginas para citarlas a toda- pero son todas las que están… Y si no, véanlo por ustedes mismos.
Empezamos en la DO Ribera del Duero, en las Bodegas de Vega Sicilia, en Valbuena de Duero, Valladolid. Es el vino español de mayor prestigio mundial, sinónimo de exclusividad, que en 2014 cumplió 150 años. Las botellas que salen cada año de estas bodegas no llegan a las 350.000. Alrededor de 130.000 son del emblema de la casa, el Vega Sicilia Único. Detrás de este vino está la enóloga María Begoña Jovellar, de 48 años. Un hito para una mujer en la enología española.
Xandra Falcó, con una amplia formación internacional en enología y en marketing, es directora general de Pagos del Marqués de Griñón y maestra de almazara. Compagina la labor en campo y en bodega con su labor comercial en el extranjero. En declaraciones a un medio digital (Bodeboca) decía que "ser la heredera de una marca vinícola tan respetada en nuestro país como Marqués de Griñón es una responsabilidad y un peso sobre los hombros". Es curioso cómo el binomio padre-hija funciona muy bien en bodegas de talla mundial como Gaja, Antinori o Frescobaldi (tres de las más prestigiosas bodegas italianas).
A Cristina Forner la apodan La gran dama del vino español. Forner, presidenta de las bodegas Marqués de Cáceres, es una de las mujeres más representativas del vino en el país. Es la cuarta generación de una familia de bodegueros, se crió entre chateaux y viñas de Burdeos (su familia es propietaria de Château Camensac en Haut Médoc), y hace 30 años decidió establecerse en España para preservar la imagen de la bodega que fundó su padre, quien le pidió que se encargara de la expansión exterior de la marca. Objetivo conseguido: la bodega exporta a 120 países y su marca es conocida y reconocida a nivel nacional e internacional.
Marisol Bueno, viticultora desde 1979, como presidenta y fundadora de Pazo Señorans (DO Rías Baixas), apostó por la elaboración de vinos de gama alta y su exportación tanto a mercados emergentes como convencionales. Sus vinos se encuentran en las cartas extranjeras más prestigiosas del mundo, consiguiendo un particular reconocimiento a los vinos de esta región. Reconocimiento por el que también luchó durante los 21 años que presidió la DO Rías Baixas (1986-2007).
Mireia Torres pertenece a la quinta generación de una de las grandes familias internacionales del vino: Bodegas Torres. Después de llevar la dirección técnica de la empresa durante 6 años, desde 2010 lleva la dirección de las bodegas Jean Leon y Torres Priorat. Desde 2015 es también directora de I+D+i del grupo familiar. Compagina su actividad como presidenta de Qalidès, agrupación de bodegas del Penedès, que impulsa una viticultura sostenible y ecológica con el entorno. En 2015 asumió también el cargo rotativo de presidencia del Primum Familiae Vini, una asociación compuesta por 11 de las bodegas centenarias más prestigiosas de Europa, como Antinori, Pol Roger, Baron Philippe de Rothschild, entre otros. De hecho, Bodegas Torres ocupa este año el primer lugar como bodega más admirada, entre una lista de 50 de todo el planeta, según la revista Drinks International. Sus afamados vinos, que pueden encontrarse en más de 140 países, se elaboran en ocho denominaciones de origen españolas distintas y, en el ámbito internacional, en bodegas y viñedos de Chile y de Estados Unidos. Fíjense cómo han cambiado las cosas que su tía, Marimar Torres, se marchó de España a EEUU para dedicarse allí a la vitivinicultura, pues estaba convencida de que en la España de los años 60 "siempre hubiera sido la hija de Miguel Torres y, al morir su padre, la hermana de Miguel Torres" y la única forma de ser ella misma era irse a otro país.
Ojalá nunca ninguna mujer con talento tenga que marcharse fuera para desarrollarlo y, en lo que al vino se refiere, podamos seguir disfrutando de su sabiduría y su sensibilidad.
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