Alta costura con mucha creatividad enraizada en la tradición de Marruecos
La Fundación Tres Culturas del Mediterráneo, el Ministerio de Asuntos Exteriores organiza los desfiles de alta costura con el patrocinio de Royal Air Maroc
Moda en la Fundación Tres Culturas
Cuando tradición y creatividad se dan la mano se afianzan programas como el de Alta Costura de Marruecos de la Fundación Tres Culturas del Mediterráneo. Durante dos días tejidos, cortes y patrones con una elegancia exquisita permiten que los sentidos viajen por todo el mundo admirando cómo la tradición y la vanguardia se dan la mano entre costuras. El caftán y sus variantes han estado siempre latente, incluso cuando no han estado sobre la pasarela.
Esa unión entre libertad creativa, imaginación y respeto por la tradición de la costura marroquí se paseó por el patio central de la Fundación Tres Culturas. El caftán de Nisrine Ezzaki Bakkali es un reflejo de esta historia. "He heredado este don de mi abuela, una tradición que ha viajado a través del tiempo para llegar con todo su esplendor, belleza y autenticidad", afirma. Un desfile "que destila magia porque crea una imagen que solo puede conseguir el caftán". A la hora de trabajar le influye todo, sobre todo lo que ve en los viajes.
"De Sevilla me encantan las puertas antiguas. Les voy haciendo fotos todo el tiempo. El caftán es una tradición que mira al futuro", afirma la diseñadora que ayer presentó la colección Nossa con los complementos de zapatos y bolsos de Bellehari. "No conocía la marca y la directora del proyecto de moda, Catalina Bejarano, nos ha puesto en contacto. Ha sido una conexión total, parecía que los había hecho para mis diseños. Me gustaría hacer más cosas juntos. Es muy creativo, como una mezcla de fuegos artificiales y simplicidad". Esta es una de las razones de este tipo de actividades, la creación de sinergias entre empresas españolas y marroquíes. En sus diseños hay mucha libertad porque "nacen del corazón".
De los tres diseñadores que pasaron ayer por la Fundación Tres Culturas, Saad Oudrassi es el único que reside fuera de Marruecos. Su madre era organizadora de bodas y su hermana Sara, que hacía caftanes, le introdujo en el mundo de la costura. Tras sus estudios de diseño en Casablanca pasó a París y, de allí a Kuwait donde trabajó como diseñador para la casa de alta costura La Bourjoisie. Años más tarde volvió a la capital francesa. Su trabajo como director artístico y creador de performance y espectáculos se nota en la puesta en escena de su desfile, que defiende en una escenografía que realza el carácter teatral y casi mágico de sus diseños. En Sevilla ha presentado su primera colección para hombres. Fiel a la cultura oriental de la que proviene, en sus trajes de noche predominan las transparencias y los tejidos ligeros.
El desfile de Fadila El Gadi con complementos de la sombrerería sevillana Maquedano. La diseñadora tiene como una de sus señas de identidad los bordados. No sólo en sus figurines, sino también en la creación de una fundación sin ánimo de lucro, la Escuela del Bordado en Salé, Rabat. Un proyecto que comenzó en 2014.
"El bordado para nosotros es más que un simple ornamento. Es un lenguaje; una expresión artística que transciende el tiempo. Cada punto, cada diseño lleva en si mismo el alma de la cultura marroquí. Desde milenarios, los y las marroquíes han podido aprovechar de este arte para ganarse la vida. Proteger este patrimonio es primordial para perpetuar la autenticidad de la moda marroquí y honrar el talento inestimable de nuestros artesanos", afirma Fadila El Gadi. Al dia de hoy, se han graduado 24 jóvenes, de los cuales al menos unos 20 siguen trabajando en la moda.
También te puede interesar
Contenido ofrecido por Cervezas Alhambra