Así ha sido la boda de Eugenia de York
Boda real
Una ventolera deslució la ceremonia en la capilla de San Jorge de Windsor con una novia que optó por las líneas sencillas
Menos es más, como se sabe. Sin la tiara de York y con un vestido de líneas sencillas, la princesa Eugenia de York, nieta de la reina Isabel II de Inglaterra y segunda hija del príncipe Andrés,fue una elegante y lucida novia en el castillo de Windsor, azotado por el viento, toda una ventolera, en esta típica mañana londinense de viernes otoñal. La princesa ha dado el sí en la capilla de San Jorge al empresario Jack Brooksbank, tras ocho años de noviazgo, ante más de 800 invitados, con rostros famosos como Kate Moss (con minifalda), Robbie Williams o Cara Delevingne. Y entre los pajes, el príncipe Jorge y la princesa Carlota, hijos de los duques de Cambridge. Entre las ausencias, la duquesa de Cornualles, esposa del príncipe de Gales, con otro compromiso nupcial en Escocia.
En las comparaciones, no es lo mismo la boda de la hija del príncipe Andrés que del primogénito Carlos, como sucedió en mayo con los duques de Sussex y, por ejemplo, el desfile de la carroza fue mucho más reducido de tiempo. Aunque fuera un enlace ‘menor’, fue una jornada vivida con alegría por los ingleses y punto de encuentro de la nobleza británica. En la ceremonia cantó Andrea Bocelli y leyó la hermana de la novia, la princesa Beatriz.
El vestido de la novia
La novia, acompañada del brazo de su padre, lucía un vestido blanco roto de Peter Pilotto y Christopher De Vos, con pendientes de diamantes y esmeraldas regalo del novio, y una tiara Greville Kokoshnik, cedida por la abuela. Con doble escote, el vestido no ocultaba, por deseo expresa de la contrayente, la cicatriz de una operación infantil. En el vestido estaban grabados símbolos como el cardo, la flor de Escocia y guiño de la pareja; un trébol, emblema irlandés por la madre de la novia;y la rosa de Inglaterra.
Eugenia y su padrino accedieron a la capilla en un Rolls, minutos después de la última invitada en llegar, la reina y su marido. Isabel II lucía un traje color celeste de Angela Kelly, mientras que la princesa Catalina optó por un conjunto burdeos de Alexander McQueen, con pamela de Givenchy y Meghan un traje azul de Noel Stewart.
Tras la ceremonia la pareja se subió a la carroza cubierta que ya llevó a los duques de Sussex. La novia tiene 27 años y el novio, 31. Se conocieron en una estación invernal suiza en 2010 y anunciaron su boda en Nicaragua este año. La boda la ha pagado la familia real pero los gastos de seguridad han corrido por parte del fisco británico, lo que ha generado polémica.
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