Análisis de Final Fantasy XIV: Endwalker
Videojuegos
Una expansión sobresaliente por muchas razones, tanto objetivas como emocionales
Nombrar ‘Final Fantasy XIV’, supone inevitablemente mencionar a uno de los MMORPG más sólidos del momento. A lo largo de los últimos años y con las diferentes expansiones que han ido llegando, esta obra ha sido capaz de crear, en formato “despacio pero seguro” una de las narrativas más interesantes de la saga sin perder de vista su espíritu de MMO. Esto le ha valido para ser considerado, hoy en día, como uno de los líderes de género y gozar de una popularidad tal que ha colapsado todos los servidores con el lanzamiento que hoy nos ocupa, el de su nueva gran expansión ‘Endwalker’.
La nueva trama llega con el propósito de poner el punto final a este arco argumental que poco a poco se ha ido construyendo a lo largo de los últimos años. La expansión pone sobre la mesa la nada sencilla tarea de
atar todos los cabos sueltos de las anteriores expansiones (que no son pocos) y seguir haciendo más grande el enorme legado de este videojuego. ¿Lo consigue? La respuesta rápida es un sí rotundo; la respuesta larga, a continuación.
La versatilidad por bandera
Si hay algo que destaca de ‘Final Fantasy XIV’ y en cómo ha ido evolucionando a lo largo de estos últimos años con sus expansiones, es desde luego su versatilidad. Es fácil achacarlo al hecho de ser un videojuego de un género (el MMORPG) que tradicionalmente ha dejado más de lado aquello por lo que se caracteriza la franquicia a la que pertenece (un enfoque narrativo, personajes relevantes y una jugabilidad enfocada a un jugador) y que ha sabido moverse con maestría entre estas dos aguas.
‘Final Fantasy XIV Endwalker’ parece concebido para demostrar, una vez más, esa diversidad de la que lleva años haciendo gala. Por un lado, esta extensión es plenamente consciente de su relevancia: el broche al arco argumental que Square Enix lleva años construyendo. Por ello no escasean las referencias a personajes y hechos anteriores, los momentos emotivos y las historias que se entrelazan para acabar atando todos los dilemas que sostenían la trama.
Pero, al mismo tiempo, utiliza esta versatilidad para ser mucho más que un simple adiós. La expansión no cae en la despedida emotiva de lágrima fácil, sino que apuesta por algo más e introduce nuevos personajes, muchos momentos de humor, no duda en continuar indagando en la personalidad de viejos conocidos del MMORPG y, sobre todo, incluyendo algunas sorpresas tan frescas como originales.
El resultado de esta combinación en el apartado narrativo es simplemente sobresaliente. Y lo es porque ‘Endwalker’ es eficiente tanto para cerrar un final perfecto al arco de ‘Final Fantasy XIV’ en estos últimos años, (es decir, que juega con cierta nostalgia y ata los cabos sueltos de forma satisfactoria) como de nueva historia, planteando situaciones y personajes que la convierten en una aventura interesante por sí misma.
Conservador en lo jugable
Si indagamos un poco más en el apartado jugable, encontramos una expansión que resulta conservadora. Esto no la hace peor o menos ambiciosa, de hecho, nos atrevemos a afirmar que se trata de una de las expansiones más influyentes de la serie. Justifica con solvencia su ambición con nuevas zonas, multitud de misiones secundarias, una
nueva clase jugable y cantidad de horas de entretenimiento. Todo encaja a la perfección con los elementos jugables ya presentes en la obra. Y, sin embargo, hay algo en todo ello que parece querer decir adiós. Que se siente como una despedida.
Artísticamente sobresaliente
‘Endwalker’ es el capítulo final del arco de Final Fantasy XIV y, como tal, se escribe con la misma letra que las expansiones anteriores. Es decir, que en el plano jugable encontramos una pequeña evolución, pero ninguna revolución. Pese a ello, todo señala de forma clara hacia un punto: la experiencia para un jugador. Si bien esta expansión respeta el carácter MMO general de la producción, es el contenido más preocupado por agradar en el formato para un jugador. La práctica totalidad de su contenido se puede jugar sin recurrir a nadie gracias a la ayuda de la IA (que, además, tiene sentido a nivel narrativo) a excepción de un par de momentos muy concretos de la historia que, obviamente, nos abstenemos de revelar.
No podemos pasar por alto otro de los puntos clave del juego: su apartado artístico. Para ‘Endwalker,’ los responsables no se han olvidado y todo lo que percibimos se ha dotado de una calidad sobresaliente. Aunque las bases técnicas de ‘Final Fantasy XIV’ ya acusan los años a sus espaldas, el eficiente trabajo en el apartado artístico lo compensa con creces. Tanto, que podría considerarse como uno de los contenidos más variados y bonitos en cuanto a escenarios que hemos visto en la serie. Y la banda sonora va a la par, dejándonos con temas realmente memorables que acompañan perfecto al ritmo narrativo.
Conclusiones
‘Endwalker’ es una expansión sobresaliente por muchas razones, tanto objetivas como sentimentales, ya que ofrece todo lo que cualquier jugador de ‘Final Fantasy XIV’ podría desear con el aliciente de cerrar de forma redonda la trama que tantos años hemos disfrutado en el juego. Pero, llegados a este punto, el final de una aventura siempre supone el comienzo de la siguiente. Square Enix ha conseguido atar los cabos sueltos de todo el arco argumental, conjugar la nostalgia con una historia interesante y ofrecer más de una sorpresa que deja un sabor de boca realmente agradable.
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