Visto y Oído
Francisco Andrés Gallardo
Voces
Salir de tapas es una de las actividades favoritas de los andaluces. Porque ¿a quién no le gusta quedar con los amigos y, mientras la charla se vuelve animada, comer algo mientras disfrutar de una cerveza helada?
En esta ocasión os proponemos una ruta singular: una tapa por cada provincia andaluza. A través de estos pequeños platos vamos a descubrir un poco más de la esencia de nuestra tierra, rica en ingredientes naturales y referente en el mundo entero de la dieta Mediterránea, una de las mejores y más saludables de todo el mundo.
Bajo este curioso nombre se esconde una tapa muy fresca para el verano y una de las más típicas de Jaén. La pipirrana se compone de un combinado de tomates maduros, pimiento verde, huevos duros, ajo, atún y un aliño de vinagre, sal gruesa y aceite de oliva virgen extra.
No podemos irnos de Córdoba sin probar su exquisito salmorejo. Y es que la provincia andaluza es la cuna de este exquisito plato compuesto de muy pocos ingredientes, pero que combinados dan como resultado algo exquisito: tomate, ajo, pan de hogaza de telera cordobesa, aceite de oliva virgen extra. ¿Para qué más?
Es verano y lo fresquito manda. Nadie puede resistirse a un buen aliño de patatas, acompañante imprescindible del obligatorio filete de pollo empanado cuando de pequeños íbamos a la piscina pública. Una tapa, además, sencillísima de elaborar: patata cocida, cebolla cortada en juliana, perejil fresco y su correspondiente aliño de vinagre, sal y aceite (esto siempre lo último, recuerda). Si se acompaña de melva, mejor que mejor.
Sí, sabemos que es un plato caliente, pero no llega a las cotas de un guiso. Las albóndigas de choco son una de las mayores exquisiteces que tenemos en Andalucía y son muy fáciles de preparar en casa: solo hay que triturar los chocos, el huevo y el perejil fresco, además del huevo y el pan rallado.
No importa qué pescado elijas: en la provincia de Cádiz es un valor seguro. Sin embargo, en esta ocasión nos quedamos con las tortillitas de camarones, la mítica tapa gaditana, crujiente y deliciosa. Las tortillitas de camarones deben ser finas para que mantengan toda su textura. Y no importa en lugar de Cádiz en el que las pidas, aunque aconsejamos encarecidamente comerlas mirando al mar. Un planazo al que nadie puede decir que no.
Decir Málaga es decir espeto de sardina. No hay más. Visitar una playa malagueña y no degustar un buen plato de espetos podría catalogarse como pecado mortal. Además, la sardina es uno de los alimentos más saludables que existen, ya que son ricas en ácidos grasos Omega 3, que ayudan a reducir los niveles de colesterol y triglicéridos. Asimismo, también cuenta con vitaminas B1, B3 y B12. Un alimento completo para poder luego disfrutar de un día de playa en Málaga y provincia como nunca.
El segundo plato caliente de la lista que también se puede disfrutar en verano (eso sí, debemos asegurarnos de que el sitio donde lo comamos tenga un buen aire acondicionado). Las habas con jamón se describen por su mismo nombre, una combinación exquisita entre el amargor de las habas y el intenso sabor del jamón ibérico, todo ello acompañado de cebolleta rehogada con aceite de oliva virgen extra. ¿No os está entrando hambre?
En verano suelen ser socorridos los bocatas: es algo rápido de hacer, fácil de llevar a la playa y entran bien a prácticamente cualquier hora del día. En Almería es muy típico el Chérigan, una rebanada de pan untada de alioli o tomate al que se le añade jamón cocido, atún y anchoas. Se cuenta que el peculiar nombre de Chérigan viene de ‘Sheriff Gun’: la forma alargada del pan vendría a ser ‘la pistola del Sheriff’ y el Sheriff sería el apodo del cocinero que lo inventó allá por la década de los sesenta.
Ocho tapas, ocho paradas obligatorias en nuestra próxima visita a cada una de las siete provincias andaluzas. ¡Que aproveche!
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