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Las razones que te daría para visitar São Miguel, la isla más grande de las Azores

ISLAS AZORES

São Miguel puede darte mucho, pero como en cada destino, el viajero debe ir con la pretensión de dejarse sorprender, eliminar ciertas expectativas y vivir una experiencia desde cero

Lagoa Vere y Azul (Sete Cidades)

Quizás São Miguel no sea el destino idóneo si vas buscando playa paradisíaca donde pasar días tomando el sol. No es que no tenga playas, pero no es el concepto que prevalece en estas vacaciones. Puedes bañarte en sus aguas y tumbarte en la arena a relajarte, pero llegados a este punto, es lo último que te apetecerá hacer. Mejor explorar, porque estás en el lugar indicado.

Vistas desde la Fábrica de Té de Gorreana / Teresa Galán

Si buscas razones para visitar São Miguel, con estas deben bastarte:

Clima

En la isla puedes llegar a vivir unas tres estaciones al día debido a su clima cambiante, que constituye uno de sus encantos y te permite hacer planes de todo tipo: dar un paseo al fresco por esos bellos acantilados con vistas al mar, bañarte en las termas o en alguna piscina natural, estar en la playa, ver un atardecer con una sudadera o maravillarte con un jardín botánico, con chaparrón incluido. Todo es posible y hay que ir preparado para ello. Y, por supuesto, para gozar sin que esto perturbe tu ruta lo que hará que dos de los básicos de tu viaje serán el chubasquero plegable y un calzado cómodo.

Verdor

Si tuviese que elegir una palabra para conceptualizar la isla sería verdor. En cada rincón, en cada roca, en cada casa abandonada. Lo verde inunda todo, las carreteras, los alrededores de urbanizaciones, playas y lagos. Verdor por doquier. Prados y campos, bosques espesos de laurisilva o el jardín de cualquier vivienda, todas las tonalidades de verde que embriagan el paisaje le dan el sobrenombre a São Miguel de "isla verde" y te aportan la sensación constante de estar respirando aire puro, o al menos, un aire diferente.

Parque Terra Nostra / Teresa Galán

Zona volcánica

Es imprescindible explorar la zona volcánica de São Miguel y casi imposible no hacerlo debido a su extensión y, por consiguiente, a los paisajes que en ellas se encuadran: Sete Cidades y su gran caldera, que aloja en el fondo las famosas lagunas verde y azul, además de algunos volcanes que a su vez tienen pequeñas lagunas en su cráter; aunque si realmente quieres sentir el calor de la tierra, en Furnas y Lagoa do Fogo vivirás la experiencia. Te cuento más.

El Parque Terra Nostra es una visita que no debes perderte en São Miguel, un jardín botánico con aguas termales y una majestuosa vegetación que se encuentra en el pueblo de Furnas.

Parque Terra Nostra / Teresa Galán

Este agua ocre se encuentra a casi 40ºC y es desde 1780 un lugar en el que relajarse y revitalizarse debido a la alta carga mineral. Si decides sumergirte en estas termas recuerda: hacerlo con ropa de baño a la que no le tengas especial cariño, porque puede mancharse y evita mojarte el pelo, especialmente si tu color de cabello es claro o teñido, porque puede verse alterado.

Si bañarte no entra en tus planes, no pasa nada, el parque está para disfrutarlo, para andar y fascinarte con el exuberante follaje y el contraste con el color de sus aguas.

Parque Terra Nostra / Teresa Galán

Además, en la misma localidad experimentarás el bullir del suelo, literalmente, en sus Fumarolas y Caldeiras. Y es que Furnas es una de las zonas con actividad volcánica de la isla, muy famosa por su cocido que se elabora en ollas enterradas en la zona cercana a la orilla de Lagoa das Furnas y que hierven con el calor que emana la tierra, verás como cada restaurante tiene su propia "parcela" para cocinar este guiso tradicional. Sabrás cuando te acercas a una zona de fumarolas cuando el olor a azufre se haga latente.

Fumarolas en Lagoa das Furnas / Teresa Galán

En la zona más céntrica de la isla se halla el monumento natural de Caldeira Velha, una fuente termal en medio de más de 13 hectáreas de selva. En este parque encontrarás termas donde bañarte, con el agua a más de 30ºC debido a la energía geotérmica del Volcán de Fogo, también puedes ver Fumarolas como en Furnas, con señales de advertencia debido a las altas temperaturas.

Reserva Natural Caldeira Velha / Teresa Galán

Muy cerca de allí e imprescindible es Lagoa do Fogo, un lago de cráter en el volcán de Água de Pau, que deberás planificar visitar cuando el día esté despejado, ya que con nubes o niebla la visibilidad es escasa y no disfrutarás bien de las vistas.

Sus lagos y lagunas

No solo de vistas vive un viaje pero son de valorar y constituyen esa fotografía mental a la que volver. Y en este, prima eso. Acceder a un mirador de São Miguel para conseguir unas vistas panorámicas de algunos de sus lagos es una de las experiencias que tienes que vivir en la isla. Otra opción es verlos desde la ribera.

Lagoa das Empapadas / Teresa Galán

Seguro que ya estás al tanto del Mirador da Vista do Rei desde donde visualizar las famosas Lagoa Verde y Azul. Aunque una de las mejores vistas de todas las Azores se ven desde un hotel abandonado en el que está prohibido entrar.

El Hotel Monte Palace, de cinco estrellas, abrió sus puertas en abril de 1989 ofreciendo unas vistas inmejorables de uno de los lugares más esplendorosas de las Azores, un complejo que no prosperó y terminó cerrando a finales de noviembre de 1990.
Vistas desde una de las habitaciones del abandonado Hotel Monte Palace / Teresa Galán

Algunos de los lagos y lagunas que no debes perderte si visitas São Miguel: Lagoa das Empapadas, Lagoa Rassa, Lagoa das Eguas, Lago de Santiago, Lagoa do Canario y Lagoa do Fogo.

Acantilados

Las sinuosas carreteras que costean la isla te ofrecen miradores con unas vistas magníficas: Mirador de las Piedras Negras, Colvilha, Ponta do Escalvado, Ponta de Sossego o Ponta da Madrugada son balcones al atlántico donde observar la inmensidad y llenarte de azul.

Miradouro da Ponta do Sossego / Teresa Galán

Gastronomía

Si me preguntaras qué comer en São Miguel te diría que no puedes dejar de probar los bolos lévedos -una especie de pan de leche-, las mermeladas y quesos insulares, el cocido de furnas, y por supuesto la materia prima: carne de vacuno y pescado.

Con la mención hecha al cocido de Furnas, ahora toca saber dónde comerlo. Si bien en el pueblo hay varios restaurantes, con sus respectivas ollas en Lagoa do Fogo, hay algunos con más fama que otros y en los que es necesario reservar con antelación, como el Restaurante Tony´s. Nosotros lo probamos en Já Se Sabe, un restaurante de comida casera en el mismo pueblo y que no defraudó.

Bolos lévedos, zonas reservadas para cada restaurante en Lagoa do Fogo para cocinar con el calor volcánico y el Cocido de Furnas / Teresa Galán

Uno de los mejores almuerzos que tuvimos en la isla fue en Casa do Abel, con una carta variada pero especializada en carne. Se encuentra en Água de Pau, cerca de Lagoa do Fogo, por lo que la mejor opción es reservar y comer allí el día que dediques a visitar esa zona.

Casa do Abel, Água de Pau / Teresa Galán

Y en una isla no puede faltar el buen pescado, en este caso lo comimos en uno de esos pequeños pueblos pesqueros que parecen estar en medio de la nada para ofrecerte lo mejor. Maré Cheia, en Porto Formoso, nos robó el corazón. Pescado fresco y productos de buena calidad que puedes ver expuesto en el mismo local. Si tienen lapas asadas es obligatorio degustarlas.

Maré Cheia en Porto Formoso

Carreteras

Puede parecer algo baladí, pero es una de las razones por las que realizar un road trip por las islas Azores, y en este caso por São Miguel, es a veces un verdadero placer visual. Las medianas preñadas de hortensias hacen fácil el romantizar el tiempo de viaje en coche.

Aunque no debe olvidarse que puedes recorrer carreteras zigzagueantes, con muchas curvas y en las que a veces puede sorprenderte la niebla, por lo que es muy necesario tener precaución al conducir.

Carretera del Canal Sete Cidades (Ponta Delgada) / Teresa Galán

Turismo activo 

Las Azores en general son un buen destino de turismo activo. El surf y el windsurf son de uno de los atractivos turísticos en la isla de São Miguel, también hay quién practica escalada o barranquismo, pero para quienes prefieran un turismo activo menos extremo hay algunas rutas de senderismo sencillas que serán un planazo. Y más si incluyen un baño en una cascada.

Cuando emprendes el Trilho do Sanguinho entenderás de lo que hablo. Trekking en plena naturaleza donde puedes disfrutar de la vegetación, bañarte en el salto do Prego y ver algunas construcciones tradicionales de la isla al terminar la ruta, que es circular, está bien señalizada y no supone gran esfuerzo; es de un nivel medio y se realiza en poco más de dos horas en la Freguesia Faial da Terra, el sureste de la isla.

Salto do Prego / Teresa Galán

Podría decirte muchas razones más para que visites São Miguel y algún consejo que seguro se me escapa, aunque si hay una recomendación que me gustaría hacer sobre este viaje es que dejes siempre margen para la improvisación. Y si te cuesta, haz que estas vacaciones sean diferentes, con poco fijado por hacer, con días de improvisar sobre un mapa desconocido y con tiempo libre para sentarte y decidir qué es lo siguiente que quieres hacer.

Disfruta de la libertad que te da estar una isla majestuosa.

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