Qué ver y hacer en Estambul: los imprescindibles si visitas la ciudad entre dos continentes
Estambul es un destino lleno de colores y sabores, una ciudad magnética, unión de culturas, continentes y mares
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Entre dos continentes y dos mares se encuentra Estambul, una ciudad atrayente con una incalculable riqueza cultural e histórica mezcolanza de Europa y Asia, y que desde el 24 de septiembre estará conectada con Sevilla con tres vuelos directos a la semana, convirtiéndose así en un nuevo destino de fácil acceso, una ciudad que invita a adetrarte en sus calles y monumentos, con mucho por ver y que puede ser uno de tus próximos viajes.
Se dice que se necesitan 5 días como mínimo para conocer lo esencial de Estambul, pero si tienes 3 días, también te valen para recorrerla de una forma más superficial, eligiendo bien qué ver y disfrutando igualmente de los encantos de esta ciudad magnética y vibrante.
Cosas que debes saber de Estambul
- Conocida históricamente como Bizancio o Constantinopla, Estambul ha sido la capital del Imperio Romano, del Imperio Romano de Oriente, del Imperio Latino y del Otomano, pero no es la capital de Turquía - aunque sí es el centro cultural y económico del país-, ya que la sede institucional reside en Ankara.
- Está situada a ambos lados del estrecho del Bósforo, frontera natural entre Europa y Asia, y está bañada por el mar de Mármara y el mar Negro.
- No solo es la ciudad más poblada de Turquía, también lo es de Europa con más de 15 millones de habitantes, siendo la mayoría población musulmana.
Qué ver y hacer en Estambul
Una de las primeras cosas que hay que hacer al llegar a un nuevo destino es situarse y una de las mejores formas es realizando un freetour por Estambul, que te ayudará a ubicarte de la mano de un guía que te enseñará la arquitectura exterior de las mezquitas y edificios principales, así como la sorprendente historia de una de las ciudades más importantes de Turquía. En este tipo de actividad "free" no hay precio estipulado y pagas según tu criterio.
Una vez realizada la primera toma de contacto con Estambul te tocará decidir qué ver cada día o cuáles son los imprescindibles que no quieres perderte, algunos ya los llevarás anotados desde casa, pero seguro que tras conocer un poco más de la ciudad te surgirán nuevos lugares que querer visitar o actividades que hacer, como por ejemplo, una visita guiada por las principales mezquitas: Santa Sofía, la Mezquita Azul y la de Solimán, en la que se profundizará más sobre los monumentos religiosos más importantes.
Imprescindibles de Estambul
Santa Sofía
También conocida como Hagia Sophia, es uno de los monumentos más emblemáticos de Estambul y Turquía, y una visita imprescindible. En su propia historia se narra la de la ciudad, en ella confluyen las realidades religiosas y culturales que se han vivido desde que la mandara a construir el emperador bizantino Justiniano I en el 537 d.c como catedral ortodoxa, su transformación en Mezquita en 1453, su secularización en 1935 convirtiéndose en museo y su reconversión a Mezquita abierta al público hace tan solo 4 años.
La cúpula y el exterior son imponentes, aunque el interior con mosaicos bizantinos de representaciones cristianas en combinación con los elementos islámicos suponen uno de los mayores atractivos de la visita. Santa Sofía abre todos los días, aunque hay que respetar los horarios de oración y los códigos de vestimenta propios de una mezquita, como descalzarse antes de entrar o que las mujeres deben cubrir su cabeza.
Mezquita Azul
En el mismo barrio de Sultanahmet se encuentra la Mezquita Azul, o Mezquita del Sultán Ahmed, icónica en el perfil de Estambul por sus seis miranetes, pero también por su interior decorado con más de 20.000 azulejos azules. Se construyó en el siglo XVII por el Sultán del que recibe su nombre, como un símbolo del esplendor del Imperio Otomano, desde entonces es un lugar de culto donde miles de fieles oran cada día. Al igual que en Santa Sofía, deben respetarse los horarios de rezo así como la vestimenta.
Palacio Topkapi
Cercano a las dos mezquitas anteriores, toca ver el lugar de residencia de los sultanes durante cuatro siglos. Es uno de los monumentos más visitados, un complejo palaciego convertido en museo que cuenta la historia y la forma de vida de los sultanes y de la corte a lo largo de los años.
Cuenta con cuatro patios y un Harén, uno de los espacios que más interés suscita en los visitantes, por ser la residencia de las esposas, concubinas y la madre del sultán, además de por la decoración repujada. Puede visitarse todos los días salvo los martes que permanece cerrado. Si visitas el Palacio Topkapi, muy cerca encuentras el Parque Gülhane, perfecto para dar un paseo, apreciar los jardines y las vistas al Bósforo.
El Gran Bazar
El Gran Bazar de Estambul es conocido por ser uno de los mercados cubiertos más grandes y antiguos del mundo. Un lugar imprescindible para conocer la verdadera esencia de la ciudad y uno de los más deseados para quienes quieran hacer sus compras. Recorrerlo es toda una experiencia, sus calles estrechas y laberínticas son el lugar idóneo para comprar alfombras, joyería, marroquíneria, artesanía y especias. Cercano a los monumentos anteriormente mencionados, el Gran Bazar abre de lunes a sábado de 9 a 19 horas.
Bazar de las Especias
Y también muy cerca se encuentra el Bazar de las Especias o Bazar Egipcio, otro punto de interés en Estambul y como su nombre indica, el mercado perfecto donde comprar especias, pero también dulces, frutos secos y té. Recuerda dedicarle un par de horas a ambos bazares, sin prisas ni miedo, aunque ten tus objetos personales a buen recaudo; y no te olvides de regatear siempre.
Cisterna Basílica
Construida por Justiniano I para para dotar de agua potable a Santa Sofía, la Cisterna Basílica es un depósito de agua subterráneo que cuenta con más de 300 columnas y una altura de 9 metros, lo que le da la sensación de estar en un 'palacio sumergido' con cierto aire misterioso. Un enclave lleno de leyendas e historias, que para los lectores de Dan Brown será un lugar más emblemático aún: allí finaliza la novela 'Inferno'.
Palacio Dolmabahçe
En la ribera europea del Bósforo este lujoso palacio fue residencia de los últimos sultanes otomanos y símbolo de ese período. En su fachada ya se aprecia un estilo arquitectónico más europeo: barroco, rococó y neoclásico; y en su interior la opulencia de sus salones, de su enormidad y de la decoración con mármol, oro, enormes candelabros y una gran escalera de cristal.
El Palacio Dolmabahçe abre al público todos los días excepto los lunes y jueves, se recomienda llegar temprano para evitar las colas y realizar una visita guiada para conocer mejor los entresijos y la historia de un lugar como este.
Torre de Gálata
Esta torre medieval además de tener un significado histórico clave para entender la ciudad - fue construida por genoveses, una poderosa comunidad mercantil italiana que controlaba la colonia de Gálata en el 1348- tiene una de las panorámicas más espectaculares de Estambul y del Bósforo, por lo que si buscas buenas vistas será un punto a visitar.
Crucero por el estrecho del Bósforo
Un paseo en barco es un imprescidible si visitas Estambul: para verla desde el agua, apreciar las dos orillas, su skyline y su luz desde el estrecho. Además, a diferencia de esta actividad en otras ciudades con zona navegable, el crucero por el Bósforo dura dos horas y media, por lo que podrás podrás relajarte y disfrutar de las vistas que se suceden en el paseo, y que van de casas de madera a palacios, fortalezas y puentes que se han ido construyendo a lo largo de los siglos.
Puente de Gálata
Muy cerca de los muelles desde donde coger el crucero por el Bósforo se encuentra el Puente de Gálata que conecta el barrio de mismo nombre con Eminönü, uniendo uno de los distritos históricos con la zona más moderna, y que merezce la pena cruzar por tener unas preciosas vistas de Estambul.
Cerca, por el lado de Eminönü, encuentras el Bazar de las Especias, por la otra parte, un barrio de moda, Karaköy, lleno de cafeterías, galerías de arte y ambiente nocturno. En este mismo barrio se sitúa un lugar muy recomendable si quieres conocer la parte más contemporánea: el Museo de Arte Moderno.
Barrio de Balat
Balat es uno de los barrios más pintorescos de Estambul, de calles empedradas, fachadas coloridas y un pasado judío y griego que dotan de esa multiculturalidad única a su trazado y vecindario. Se encuentra en la orilla del "Cuerno de Oro" y cuenta con sinagogas, iglesias ortodoxas y mezquitas además de los atractivos de un barrio convertido en bohemio ( y también gentrificado): múltiples tiendas de segunda mano, eventos culturales, galerías de arte y cafeterías donde tomar algo.
La calle Istiklal y Plaza Taksim
Istiklal Caddesi es una de las avenidas más populares y ambientadas de Estambul, es una calle peatonal de tiendas, bares y edificios históricos donde se desarrolla buena parte de la vida social y comercial de la ciudad. Se encuentra en el distrito de Beyoğlu y tiene unos 1,4 kilómetros que unen la Plaza Taksim con el Barrio de Gálata, un recorrido que supone pasar por varios puntos de interés: edificios de la época otomana, iglesias o el famoso Pasaje de las Flores, entre otros. Además puedes coger el tranvía rojo que la recorre y es, por sí mismo, un símbolo de la ciudad.
Mezquita de Solimán (Süleymaniye)
Ha sido la mezquita más grande de Estambul hasta 2019, situada en la tercera colina es una de las obras cumbres de la arquitectura otomana en la ciudad. Fue construida en el siglo XVI por el sultán Solimán El Magnífico, del que recibe su nombre. Sufrío un incendio en el 1660, el derrumbe de la bóveda en el terremoto de 1766 y otro incendio en la I Guerra Mundial cuando estalló la munición que se almacenada dentro. En 1956 terminó su restauración y ahora es una de las visitas más recomendables, entre otras cosas, por las vistas que desde ella se tienen de la ciudad.
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