Victorino Martín: "El Premio Nacional de Tauromaquia se va a seguir entregando con normalidad"
POLÉMICA
El Senado, nueve comunidades autónomas y la Fundación del Toro de Lidia volverán a convocar el galardón después de su supresión por parte del ministro de Cultura, Ernest Urtasun
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El Premio Nacional de Tauromaquia tendrá continuidad, incluyendo la edición de 2024 que se quedó sin convocar ni conceder después de la decisión unilateral del ministro de Cultura, Ernest Urtasun, de eliminar el galardón de la lista de premios nacionales de cultura que se conceden anualmente dentro de la indisimulada cruzada antitaurina iniciada desde su departamento.
El Senado, la Junta de Andalucía, Cantabria, Región de Murcia, Comunitat Valenciana, Gobierno de Aragón, Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha, Junta de Extremadura, Comunidad de Madrid, Junta de Castilla y León y la Fundación del Toro de Lidia volverán a convocar el galardón según anunció ayer la propia FTL en un comunicado que incluía una declaración institucional de su presidente, el ganadero Victorino Martín. “El Premio Nacional de Tauromaquia se va a seguir otorgando con normalidad a pesar del triste intento de eliminación por parte del ministro de Cultura” proclamaba el prestigioso criador reseñando los distintos organismos y gobiernos regionales que se han unido para hacerlo posible.
“El ministerio de Cultura, despreciando sus obligaciones legales y constitucionales anunció hace unos meses que suprimía el Premio Nacional de Tauromaquia, la única actividad de promoción del sector que seguía haciendo el ministerio de Cultura. Este acto de censura del ministro de Cultura, impropio de una democracia, fue contestado inmediatamente por la sociedad civil y también por numerosas instituciones, entidades que entienden que la tauromaquia es una expresión cultural más que enriquece nuestro patrimonio cultural común y no puede perseguirse por los caprichos exclusivos de una persona” añadió Victorino recordando la secuencia de los hechos. Urtasun puso en marcha el pasado mes de mayo la maquinaria burocrática que concluyó con la eliminación definitiva de la distinción, publicada en el BOE del pasado 5 de septiembre.
El galardón, dotado con 30.000 euros, se unía a los que se siguen entregando en otras disciplinas artísticas dentro de la lista de los Premios Nacionales de Cultura. Fue entregado por primera vez el diestro sanluqueño Paco Ojeda. Le siguieron el mítico fotógrafo Canito, la Escuela de Tauromaquia de Madrid, el ganadero Victorino Martín Andrés, los matadores Enrique Ponce y Juan José Padilla, el Foro de Promoción, Defensa y Debate de las Novilladas, la propia Fundación del Toro de Lidia, Morante de la Puebla, la Casa de Misericordia de Pamplona y Julián López El Juli. “El ministro de Cultura pasará en poco tiempo, apenas será recordado su nombre mientras que la tauromaquia continuará siendo nuestra expresión cultural más auténtica y característica” añadió el presidente de la Fundación del Toro de Lidia abogando por “defender la cultura en libertad” además de anunciar que el próximo 30 de enero se presentarán en la sede de la comunidad de Madrid las bases de este renovado Premio Nacional de Tauromaquia.
Apoyo de García-Page
Dentro de las distintas comunidades que han asumido la continuidad del premio llama especialmente la atención el apoyo explícito de Castilla-La Mancha, feudo del socialista Emiliano García-Page que vuelve a desmarcarse de la línea del gobierno central. Cabe recordar que el Senado aprobó en mayo, con la abstención del grupo socialista, una moción por la que se instaba al Gobierno a convocar el Premio Nacional y restablecer la Medalla de Oro al Mérito de las Bellas Artes para el sector taurino, suprimida en el año 2023. La moción debatida en el Senado e impulsada por el Grupo Popular, fue aprobada gracias a la mayoría de los populares aunque contaba con la abstención de los socialistas, cuyo portavoz, Alfonso Moscoso, defendió en varios momentos a la tauromaquia y se comprometió a “seguir ayudando” al sector. Posteriormente, ya en el mes de noviembre, la FTL y el Senado alcanzaron un acuerdo para mantener la concesión del Premio Nacional de Tauromaquia.
Antes, el pasado mes de octubre, la propia FTL había presentado un recurso contra la orden ministerial que suprimía el galardón considerando que conculcaba el ordenamiento jurídico “que obliga a las administraciones públicas a promover la tauromaquia como parte relevante de la cultura en España”. La Fundación del Toro de Lidia consideraba entonces que se trataba de “una actuación contraria a sus obligaciones de promoción de la cultura” que había estado provocada “por una actuación meramente ideológica por parte del ministro de Cultura”. Esa acción jurídica, iniciada con las alegaciones presentadas en el mes de abril, ya había dado sus frutos en otras causas ganadas como la del Bono Cultural juvenil, denegado inicialmente para el mundo de la tauromaquia por el anterior ministro, Miquel Iceta.
El Juli: "Feo detalle, señor ministro..."
“Señor ministro, usted no aplaude; yo le saludo. La tauromaquia es inclusiva, la cultura es del pueblo, no pertenece a ideologías políticas y su obligación como ministro es protegerla, defenderla y promoverla por encima de sus gustos personales. Feo detalle señor ministro en una persona de su situación y responsabilidad. Soy el último torero en recibir este premio tan importante y estoy seguro que volverá la cordura, la responsabilidad y que en un futuro próximo muchos compañeros lo volverán a recoger de manos de un ministro con educación que no censure nuestra profesión”.
Así se despachó el diestro Julián López El Juli a través de Instragram después de recibir el que, en ese momento, era el último Premio Nacional de Tauromaquia. Lo hizo el pasado mes de octubre, de manos de los Reyes de España y en un acto organizado en en el Museo Reina Sofía para entregar los Premios Nacionales de Cultura. Urtasun y su número dos en el ministerio, el secretario de Estado Jordi Martí Grau, se negaron a aplaudir a los dos premios de Tauromaquia: el que recibía la Casa de Misericordia de Pamplona y el del propio Juli. Urtasun sí tuvo que aceptar con gesto agrio la mano tendida que le ofreció el matador madrileño, una de las figuras más importantes del primer cuarto del siglo XXI.
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