El 'morantismo' toca el cielo en los galardones Puerta del Príncipe

La tarde del 26 de abril está marcada en el calendario taurino como la cumbre de una Feria, con mayúsculas y todas sus letras, para el recuerdo. La tan ansiada Puerta del Príncipe se abrió hasta en cuatro ocasiones y el maestro Morante de La Puebla regaló una lección magistral de la tauromaquia más clásica. La estampa de una faena que se saldó con un rabo cortado será imborrable para todos los presentes y para los amantes de este arte. Una hazaña que no se conseguía en la Maestranza desde hacía 52 años y que sólo diez toreros habían sido capaces de lograr. Durante la noche de ayer, el diestro recibió dos distinciones, a la mejor faena y al triunfador de la Feria de Sevilla, en la XXXVII edición de los trofeos taurinos Puerta del Príncipe, que otorga El Corte Inglés.

El Patio de la Montería del Alcázar fue el escenario elegido para celebrar unos galardones que, junto a los que otorga la Real Maestranza de Caballería, se consideran los más importantes para distinguir la Feria de Sevilla. Con los sones del pasodoble Plaza de La Maestranza, de la Banda de Música Maestro Tejera, comenzó un acto en el que el "morantismo" se consagró como una religión, cuya catedral es La Maestranza.

El director regional de El Corte Inglés, Pedro Cruz Rodríguez, abrió la ceremonia recordando "una Semana Santa extraordinaria que dejó en los sevillanos una grata sensación que la Feria remató". Además, puso especial énfasis la importancia de que dos maestros como Curro Romero y como Morante de La Puebla coincidieran en la entrega de los galardones. También hubo palabras de recuerdo, homenaje y cariño para el diestro Rafael Chicuelo, que falleció el pasado uno de abril a la edad de 86 años.

En el acto, también tomó la palabra Luis Carlos Peris, periodista de Diario de Sevilla y miembro del jurado de los trofeos taurinos. Luis Carlos Peris puso en valor "la proclamación" de Morante "como triunfador de un ciclo que sólo hizo reafirmar su condición de figura histórica del toreo" por la faena que realizó con el toro Ligerito de Garcigrande. "Sin duda alguna, con Morante en el ruedo nunca es descartable que el milagro surja para que el diálogo entre un torero y un toro aparezca como un sueño hecho realidad".

Otro momento emotivo fue la entrega protagonizada por el diestro Curro Romero a Juan Ortega: "A día de hoy no me cambio por nadie, es un sueño recibir un premio de Curro Romero", agradeció Juan Ortega cuando recibió la distinción al mejor toreo de capote. El resto de trofeos recayeron en Manuel Escribano, Manuel Jesús Ruíz Román, Antonio Chacón, Victorino Martín y Guillermo Hermoso. Junto a estos premios se acordaron dos menciones. La primera, a Alfredo Flores, que abandona las labores de jurado de estos premios y otra a la Empresa Pagés en la persona de Ramón Valencia.